PELÍCULAS
por MrReilly el 05 de Junio de 2013
Frank es un restaurador de maniquíes además de un perturbado que se dedica a asesinar a mujeres y coleccionar sus cabelleras grapándolas a la cabeza de los maniquíes que decoran su hogar completando un más que insano estilo de vida. Traumatizado por la ausencia de una madre que le hizo pasar las de caín en su infancia encuentra el amor y de paso la obsesión cuando conoce a Anna, una joven artista que se dedica a fotografiar maniquíes y que dará la vuelta al sórdido universo de nuestro protagonista que conoceremos de primera mano ya que casi la totalidad de la película está contada en plano subjetivo.
Año: 2012
Género: Thriller
Director: Franck Khalfoun
Reparto: Elijah Wood, Nora Arnezeder
Nota: 70
Entre finales de los 70 y principios de los 80 se dieron las condiciones necesarias para que una panda de degenerados parieran entre Estados Unidos e Italia un subgénero cinematográfico bajo el ala del cine de terror que les permitía contar historias más extremas, más desagradables y más explicitas que las acostumbradas hasta la fecha violaciones, asesinos en serie, sectas demoníacas, etc. Así se empezó a desfogar a cantera del cine de género de los 80 con el que muchos hemos crecido: Craven, Carpenter, Bava, Argento o Fulci hicieron sus primeros pinitos en este momento aperturista de la industria.
En la primera década de los 2000 un puñado de directores y guionistas (franceses principalmente) que habían crecido con ese cine formaron la conocida Nouvelle Horreur Vague, este movimiento nos regaló un cine de terror de estética realista, violencia extrema y heredero de las historias del exploit en sus diversas vertientes. Era una cuestión de tiempo que Alexandre Aja (Alta tensión, Piranha 3D, Las colinas tienen ojos), uno de los máximos representantes de este grupo de enfants terribles y que aquí hace las veces de productor y guionista, reivindicara aquel cine de los 70-80 con un remake. La obra elegida fue Maniac dirigida en 1980 por William Lustig.

Por eso la película se olvida sin complejos de las estructuras propias del género y se da el lujo de armar un relato introspectivo que a muchos recordará a Drive, por su uso de la música, el perfil del protagonista y el montaje. A pesar de la premisa del plano subjetivo el director en tres ocasiones sale de ese planteamiento, sin desvelar en que momentos para no machacaros el argumento os diré que siempre son momentos extremos psicológicamente para el protagonista en los que “sale” de si mismo.
Los amantes del cine de terror extremo probablemente encontrarán virtudes en Maniac aunque su propuesta más artie eche para atrás a los más puristas del género que la tacharan de modernez. En mi opinión no pasa de ser una curiosidad muy bien realizada con unas escenas de asesinatos bastante convincentes.