PELÍCULAS

Esto trata de un abogado que tiene que defender a un rico joven acusado de agredir a una prostituta, la cuestión es que la cosa se va complicando y llega un momento en el que el bueno de Matthew ya no sabe en quién confiar. A partir de ahí la cosa se complica y no se si la novela de Michael Connelly era así de previsible, pero los giros de guión se ven venir a kilómetros de distancia.

Formalmente está cuidada, la fotografía y los movimientos de cámara le dan un toque de distinción que casi nos hacen creer que estamos viendo algo mejor de lo que realmente es. Pero no caigamos en el engaño, El Inocente es una película entretenida pero tontorrona que únicamente se salva por un puñado de buenos secundarios entre los que destaca Marisa Tomei, lejos queda ya esos tiempos en los que era conocida por el supuesto tongo en los Oscar, William H. Macy, siempre grande, y Bryan Cranston, convertido ya en icono televisivo gracias a Malcolm y Breaking bad. Secundarios antes los que quedan en evidencia Matthew McConaughey y Ryan Phillippe, actores de medio pelo de esos que puedes sustituir por un parquímetro sin que nadie note la diferencia.

En resumen, la película peca de tomarse demasiado en serio a si misma, de excesivo metraje y de tener un reparto excesivamente descompensado, convirtiéndola en un producto de usar y tirar.