PELÍCULAS

Omar es un joven musulmán británico que observa con horror como el Islam es pisoteado y amenazado de muerte un día tras otro en todo el mundo por la cultura occidental dominante. Él y sus tres peculiares colegas forman un singular grupo de islamistas radicales perfectamente acomodados en la sociedad de consumo inglesa. Omar y su poco iluminado hermano Waj, consiguen su deseo de ser reclutados para participar en un campo de entrenamiento terrorista en Pakistán. Después de un precipitado regreso por incompetentes, deciden no esperar más a la llamada de Alá e inmolarse en nombre de la guerra santa.    
 
Tras los atentados del 11-S el mundo de cine ha pasado por varias etapas relacionadas con dichos acontecimientos. Primero vivimos la autocensura del cine estadounidense, el cual llegó a eliminar escenas en las que aparecían las Torres Gemelas como parte de los escenarios o incluso a cancelar proyectos que podrían herir la dañada sensibilidad colectiva. Un poco más tarde, esa misma industria cinematográfica empezó a parir productos cinematográficos de mero interés conmemorativo o funerario para luego empezar a crear alguna que otra película con un mayor valor documental sobre los atentados.  Parece que un buen día el debutante Christopher Morris decidió que los islamistas radicales no merecían ni un solo segundo más de indulgencia y decidió desatar la mordaza moral que contenía toda sátira occidental sobre el tema. 

Four Lions parte de una excelente idea para confirmarse como una entretenida y actualizada sátira política, religiosa y social. Manteniendo las distancias y sin llegar a la genialidad de los Monty Python podemos indenficar claras similitudes entre el humor de Four Lions y ciertos gags de La Vida de Brian. Concretamente a cuando los maestros del humor británico tratan el tema de los grupos revolucionarios que da lugar a uno de los más momentos más hilarantes de la película con la discusión sobre “¿qué han hecho los romanos por nosotros?” y la posterior guerra de guerrillas revolucionarias. 

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