SERIES

La premisa es bastante sencilla: tres parejas con problemas de diversa índole que acuden a terapia. A partir de ahí se desarrollan dichas relaciones además de la relación de la propia terapeuta con su marido. Pérdida del apetito sexual, los problemas de una pareja para quedarse embarazada, los celos o la incapacidad de relacionarse si no es a través del sexo, son algunos de los problemas tratados por la serie de un modo tremendamente realista a la vez que sugestivo en lo visual.

 

A nadie se le escapa que una serie con sexo casi-explícito va a tener problemas para que la gente la tome en serio y vean en ella algo más allá del morbo de ver a actores de televisión de un cierto renombre en escenas muy subiditas de tono, pero Dime que me quieres lo consigue a base de unos guiones sensacionales, una dirección sobria y unos actores desinhibidos y cómodos en sus papeles.

 

A todo esto hay que añadir la gran coherencia de sus responsables a la hora de decidir finalizar la serie tras la primera temporada debido a que creían que hacer una segunda temporada sólo podría empeorar el conjunto, algo de alabar y que muchos otros deberían aprender antes de dejar que sus series se degraden hasta convertirse en una caricatura de lo que fueron.