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Esta es una serie que trata acerca de la corrupción urbanística, uno de los problemas más grandes de este país en los últimos años y además lo hace de manera medianamente creíble, o por lo menos a mi no me cuesta creer que las burradas que se describen en la serie se hayan dado, e incluso que se queden cortas.

Prácticamente todo es bueno en la serie, excepto la música en algunos momentos y alguna actuación que otra (la mayoría de los actores sorprenden por el nivelazo), pero en los apartados técnicos y en el guión, la serie destaca por encima de cualquier serie española, de todas y cada una de ellas, además de mirar cara a cara a la gran mayoría de las series americanas que nos tragamos todos los días.

Muchas similitudes con Los Soprano y El padrino en cuanto a subtramas y relación entre personajes, la relación padre/hija de José Sancho y Alicia Borrachero me recuerda mucho a la relación marido/mujer de James Gandolfini y Edie Falco en Los Soprano. Una relación en la que la mujer aprovecha los privilegios que genera la actividad delictiva a la vez que reprocha que esta se lleve a cabo. En Crematorio los personajes no son buenos o malos, tienen matices y segundas lecturas, básicamente son humanos.

Gran serie que espero que lleve a Canal + a arriesgarse más en las series de producción propia y al resto de cadenas españolas a hacer lo mismo, aunque me temo que esto último es prácticamente imposible.