CRÓNICA

Con motivo de la segunda edición del festival LaDecadenZe Fest llevado a cabo en la Sala Apolo de Barcelona el pasado 21 de Enero, Zona-Zero.net aprovechamos la ocasión para no perdernos tal evento y ver de primera mano que era lo que nos podrían ofrecer en vivo las cinco formaciones que completaban su cartel, todas ellas con una propuesta musical totalmente diferente que ofrecer pero con un mismo fin: entretener al público.

Su comienzo tuvo lugar poco después de las siete de la tarde con la actuación de Pupille, los cuales solventaron la difícil papeleta de iniciar el festival, ante una sala donde todavía faltaba mucha gente por llegar, a base de mostrar su post-rock instrumental con influencias indies. Durante su concierto se les vio un poco parados y tímidos, aunque sinceramente su música tampoco invitaba al público a hacer lo contrario, sino más bien a saborear sus complejas composiciones que tan bien supieron ejecutar y que lograron cautivar a más de uno. Además sonaron bastante bien, lo cual fue la tónica habitual a lo largo del resto de conciertos.

Después irían Möno, una formación barcelonesa (que poco tiene que ver con la de los japoneses de mismo nombre y amantes del post-rock) que se encargaron de mostrar principalmente el material de su primer trabajo “Are You Ready?”. Desde el principio del concierto salieron con muchas ganas de animar al público con su fusión entre varios estilos que tenían como denominador común el rock con mala leche. Destacó sobre todo la labor de su frontman Oscar Moon, muy activo, y con una actitud propia de un rockstar, lo cual siempre tiene sus consecuencias buenas y malas.

Ya a las nueve de la noche llegó el turno para volver a “relajarnos” y vivir quizá la experiencia más esperada por muchos de la noche: la primera actuación del ex-líder de Clann Zú Declan de Barra en España. En su nueva andadura se vio perfectamente la importancia que ha ganado en su música la faceta de cantautor. Acompañado en su mayor parte simplemente por su voz y su guitarra - salvo en alguna ocasión en la que le secundó su buen amigo Turlough Gunawardhana con su labor al chelo - Declan se limitó a dar una buena muestra de lo que es capaz de hacer gracias a su carismática voz, algo que el público bien le supo reconocer. Animado por esta buena acogida, y ya con la Sala Apolo a un tercio de su capacidad (que sería ya su máxima capacidad), el cantante irlandés se sintió más cómodo, como bien se reflejó en el momento curioso de la noche, que fue cuando se descalzó delante de los asistentes. Aunque para la memoria siempre quedarán esos momentos en los que recitó prácticamente “a capela”, y sin ninguna ayuda extra, algunos de los temas que forman parte de su debut “Song Of A Thousand Birds” e incluso la canción “One Bedroom Apartment” de su ex-banda Clann Zú, o la sorpresa de verle tocar con un instrumento propio de Irlanda bastante extraño y a la vez mágico (ver foto).

El toque divertido de la noche vendría de la mano de (lo:muêso) y sobre todo por parte de su bajista Carlos Navarro, que salió ataviado con dos coletas y una omnipresente sonrisa que se encargó de contagiar a todo el público. La expectación en torno a esta banda también se notaba en el ambiente, ya que su segundo disco "(next:matêria)" había cosechado excelentes críticas y la gente esperaba que pudieran confirmarlas en directo. Y la verdad es que su tarea no era fácil ya que la cantidad de estilos que (lo:muêso) practica y que giran sobre todo en torno al hardcore, al rock y al pop no son fáciles de asimilar. Aún así, el grupo salió bastante airoso gracias a temas como “Oj Da Jazen” o “Bambi Motorhêad”.

Por último, Madee, el grupo más veterano y con más nombre del cartel con diferencia, completarían el festival con un setlist en donde se dieron cita todos sus grandes éxitos. Además se les vio bastante confiados desde el principio; se nota que Barcelona es su casa y que tras más de un año desde la publicación de su último disco han tenido el tiempo suficiente como para ser conscientes de cuales son aquellos temas que mejor respuesta de público obtienen. Así, temas como “Clumsy”, “S'ba” o “Secret Chamber” no faltaron a la cita lo que ayudó, a pesar de los problemas que tuvo su vocalista Ramón Rodríguez con las cuerdas de su guitarra, a completar el certamen a un gran nivel.

Una gran velada, por tanto, la que vivimos en Barcelona, en la que muy pocas pegas se le pueden achacar a la organización, la cual brilló en casi todas sus facetas, sino más bien lamentar que no hubiera habido una mayor respuesta por parte del público, algo que a poco a poco que este festival vaya cogiendo más nombre seguro que se va solucionando.


Fotos: Rubén González