CRÓNICA

Leyendas del Rock 2017
Megadeth, Blind Guardian, Amon Amarth, Sabaton, Arch Enemy
09 de Agosto de 2017 por Vicente Madrigal Villena (Alicante) 2747 lecturas

Otro año más, Villena se llenaba de amantes del metal deseosos de darlo todo durante cuatro días que dejaban poco o ningún tiempo al descanso. La fuerza que ha cogido este festival desde la ciudad alicantina no tiene visos de frenar ahora, y todos sus habitantes se vuelcan con la organización, la oferta musical sigue siendo interesante y la asistencia no para de crecer. Este festival avanza y se hace mayor año a año, sin pausa. Y ni siquiera las tormentas del primer día pudieron pararlo.












MIÉRCOLES 




Las primeras horas del festival tuvieron como protagonistas a varias artistas femeninas, y no serían las únicas durante el festival. La primera fue Judith Mateo, violín en mano y con otro cantante y un guitarra acompañándole. Consiguió encender un poco más a los primeros asistentes con sus versiones adaptadas, aunque se echaba en falta un batería de verdad, no uno pregrabado.

Tras la violinista española, le tocaba el turno a Thundermother, un grupo sueco formado completamente por mujeres, y que ejecutan un rock similar al de AC/DC, su influencia principal. Curiosamente, el grupo ha sido reemplazado este año en su totalidad por su fundadora y compositora, la fenomenal guitarrista Filippa Nässil, que se atrevió a tocarse unos solos caminando entre el público.

El primer plato fuerte del día, al menos a juzgar por la asistencia, fue el de los manchegos Angelus Apatrida. Su hora de concierto fue más queaprovechada, repasando el thrash afilado de todos sus discos hasta su último “Hidden Evolution”, que necesita ya un digno sucesor. Dieron especial atención en el setlist a “Give ‘Em War”, que cumple 10 años, lo cual van a celebrar con edición y gira especiales, como se encargó de recordarnos Guillermo Izquierdo, vocalista y guitarra de la banda.

No deja de ser curioso ver y escuchar el bajo de Steve Harris en un concierto que no es de Iron Maiden. El sonido de British Lion, su proyecto paralelo, no se aleja demasiado del de la “dama de hierro”, contando además con un ligero toque más rockero. Pese a las buenas vibraciones del grupo con el público, el frío nocturno y la lluvia hicieron que la espera por los primeros cabezas de cartel del Leyendas empezara a convertirse en agonía.

Y aquí estaban, por fin. Que Amon Amarth tocaran el día de la fiesta de bienvenida no era problema alguno para los miles de abonados al festival, que eran clara mayoría, pese a que las entradas del miércoles solo costaban 5€. El caso es que pusieron el recinto a reventar y destilaron death meldico de raíces vikingas como solo ellos saben, con un decorado de dragones perfecto para la ocasión, y con llamaradas de fuego con cada tema mítico. A decir verdad, se agradece que los grupos vengan con todo el equipo técnico, aunque a veces dependa más de la logística o el caché. Aunque el verdadero espectáculo estaba en los cielos y sus tormentas, algo que supuso un toque más de épica, si cabe.

Comandados por Johan Hegg, y salvo la introductoria “The Pursuit Of Vikings”, comenzaron dando visibilidad a sus últimas 3 o 4 publicaciones, incluido su último “Jomsviking”, del año pasado. Fue un concierto bastante movido, escogiendo doble bombo por encima de lucidez, y pese a que el viento fastidiaba el sonido de las guitarras en algunos momentos, la realidad fue que se marcaron un señor concierto. Acabaron brindando con nosotros en la nueva “Raise Your Horns” y regalándonos un enorme final con “Guardians Of Asgaard”, que es ya un himno más.

Desgraciadamente, la meteorología no mejoraba y seguía asediando, lo cual enturbió un poco las actuaciones de Medina Azahara y Saurom, aunque no lo suficiente como para parar a los que se resistían a marcharse, especialmente con los segundos, que mostraron un gran espectáculo. Por lo demás, quedaban varios días de emociones por delante y había que descansar un poco para el intenso jueves.





JUEVES




La jornada vespertina del jueves se abría con Steve ‘n’ Seagulls, que amenizaron al ya numeroso público con versiones folkies de temas míticos como “The Trooper” o “Seek & Destroy”. Seguidamente, fueron Insomnium quienes comenzaron a llenar el escenario de metal, aunque en este caso fue de una manera más bien suave, ya que dedicaron la totalidad de su set a su nuevo disco “Winter’s Gate”. Puedo asegurar, tras verlos anteriormente, que son mucho más amenos cuando tocan de todo un poco… Con toda probabilidad no era el momento de un disco tan reposado.

Tras la ligera decepción de los finlandeses, nos dimos una vuelta por el escenario pequeño, donde Mariskal presentaba a Tigres, grupo que comenzó en los 80 y que ahora intenta una segunda vuelta, manteniendo toda la energía. Y tocaba volver al escenario grande con Alestorm y su… impactante cartel con patos-plátano. Sus pintas a lo moderno encajaron extrañamente bien con sus canciones sobre piratas, desde “Nancy” (con todo el pogo remando) hasta “Mexico” or “Fucked With An Anchor”, e incluso una versión de “Hangover” de Flo Rida.

La siguiente hora nos esperaba una vuelta a los orígenes con Rage, que han vuelto con la misma velocidad y el mismo metal rápido que los han caracterizado siempre. Les tocó “telonear” a Epica y Blind Guardian, dos bandas muy deseadas, por lo que tuvieron que conformarse con un ambiente bueno pero algo frío.

Nadie se quejó de la caída del cartel de 1349, porque lo de Inquisition, sus sustitutos, no se ve todos los días. Con solo dos personas en el escenario (Dagon a la guitarra, Incubus a la batería), sin bajo, con muchísima distorsión y con un desenfreno casi psicodélico en los riffs. La voz cadavérica de ultratumba que recordaba a Immortal o Gorgoroth era la puntilla de un grupo que vive y cree en su música, y la presenta como un verdadero apocalipsis sonoro.

La apoteosis del día se vivió con Blind Guardian, un grupo esperadísimo en el Leyendas, algo que ellos también sabían y que plasmaron en un setlist lleno de grandes éxitos de una manera fidedigna y entregada, pero sosegada en cierto modo. No hubo artificio (sin cartel de fondo, sin dragones ni mazmorras) ni circos, pero sí mucha emoción. Solo hay que leer el set para darse cuenta: “Welcome To Dying”, “Mirror Mirror”, “Imaginations From The Other Side”, “Bard’s Song”, “Valhalla” o una emocionante “Bright Eyes” nos transportaron a otros tiempos en un abrir y cerrar de ojos.

Por si fuera poco, Masterplan finiquitaban su concierto en el otro escenario, por lo que pudimos disfrutar de otro subidón escuchando la enorme “The Spirit Never Dies”, que sonó perfecta pese a que ya no cuenten con Jorn Lande a la voz. Genial también el ex-Helloween Roland Grapow a la guitarra.

La vuelta de Arch Enemy no conetenía muchas novedades respecto a su visita hace dos años. Mientras Michael Amott y Jeff Loomis estén en plena forma, verles siempre será un espectáculo. Y más si acaban el concierto con “We Will Rise” y “Nemesis”, os podéis imaginar. Por cierto, probablemente este haya sido el Leyendas con mayor calidad en las guitarras, en general.

Los más olvidados del jueves fueron Triptykon, y eso que se marcaron un concierto mucho mayor que la poca expectación que levantaron. Tom Gabriel Warrior ha desenterrado “Morbid Tales” para acompañar a su proyecto, que no es más que actualizar aquel sonido guarro y punki de sus inicios en Celtic Frost, sonando aquí de maravilla. Si bien los temas nuevos no decepcionan, escuchar unas escabrosas “Procreation (Of The Wicked)” y “Dethroned Emperor” junto a las diabólicas “Circle Of The Tyrants” o “Morbid Tales” fue como revivir a un muerto y, de paso, rezar por una reunión y material nuevo de Celtic Frost.

Si los veteranos Obús nos dieron para unos bailoteos repletos de grandes éxitos y para unas risas entre los amigos, Noctem nos regalaron buen metal extremo directo en vena. Si en el Rock Arena se salieron, aquí no fue menos, pese a que el sonido se embotara un poco. Rozan a Behemoth o Belphegor en ejecución y estilo, y no les falta ni una pizca de intensidad. Simplemente lo clavan. Pese a ser horas de mucho cansancio, lo disfrutamos como si fuera el comienzo del día.





VIERNES




Menos mal que pudimos llegar para ver a los rusos Arkona. Tocaron con una inmensa energía, la que les brinda su folk-metal, un poco a medias entre Eluveitie y Fintroll, con voz femenina incluida y con una música que, más que animar, te levanta y te hace saltar directamente. Pusieron patas arriba un escenario pequeño ya casi lleno en las primeras horas de la tarde.

Tras las primeras carreras, tocaba relajarse un poco viendo a Overkill, que siguen a lo suyo con su thrash metal muy heavy, y que como Arch Enemy sonaron muy parecidos a su concierto de hace dos años. Eso sí, sonaron muchísimo mejor, gracias al nuevo equipo de sonido que ha adquirido el festival, de lo que también hablaremos al final en las conclusiones. También pudimos aprovechar para disfrutar del virtuoso guitarrista Vinnie Moore, que acompaña a UFO en sus conciertos. Básicamente presenciamos una master-class de un crack de las seis cuerdas, uno de esos secretos que siempre se guarda el Leyendas.

Los suecos HammerFall iban a tener el papel de telonear a los cabezas de cartel, aunque ellos cuentan con sus propios fans que les siguen donde van, y esta vez no iban a ser menos. Son unos de los más asiduos al festival, y si siguen arrastrando a tanto público, seguirán siéndolo. Su power metal funciona o pierde fuelle dependiendo de la canción o del ánimo de sus seguidores. Tras ellos, le tocaba el turno a Megadeth. Debe ser muy difícil ser un artista reconocido cuando las expectativas de la gente esperan y casi exigen que te marques el mejor concierto del festival. Sin embargo, puede decirse que lo consiguieron, y si bien no es que pisaran el acelerador, el esfuerzo y la energía fueron los máximos. A Kiko Loureiro se le ve cada vez mejor desde que llegó al grupo, y Dave Ellefson vive una segunda juventud, sin duda. No se puede decir lo mismo de Dave Mustaine: el físico no le acompaña mucho y cantar no es su prioridad, pero lo que hace con una guitarra es digno de alabar. Y si a dos guitarras como Kiko y Dave les das semejante cantidad de temazos, nada puede salir mal: “Hangar 18”, “She Wolf”, “Tornado Of Souls”, “Peace Sells… But Who’s Buying?”, “A Tout Le Monde”, “Symphony Of Destruction”… hasta los temas de su último “Dystopia” funcionaron. Por último, las pantallas con sus vídeos le daban la guinda al concierto. Una gozada asistir a tal derroche de calidad, más aún siendo fecha exclusiva en España.

Se esperaba un mal sonido en el escenario pequeño con Aborted y nada de eso. Sonaron muy bien y aprovecharon sus recursos de la mejor manera posible. Su mala ostia, sus enormes temas y sus breakdowns varios nos hicieron disfrutar de lo lindo. Además, van sobrados de técnica pero la sumergen en una energía que te hace temblar todo el cuerpo, como si te hubieras comido un ampli. Ojalá graben nuevo disco y suene así de bien.

Uno de los conciertos que más poso me han dejado fue el de Max & Igor Cavalera tocando “Roots”. Fue una sensación única ver a los hermanos tocando un disco que, pese a tener 20 años de antigüedad, sigue siendo referencia y ejemplo claro de metal universal y de un mensaje, el de las raíces y la multiculturalidad, que no pasa de moda, ahora que los extremismos políticos parecen ganar la batalla. Obviamente, el componente emocional también formó parte del mismo (¿quién no se ha escuchado este disco? ya fuera en cassette o CD) y más cuando, en riguroso orden, “Roots” y “Ratamahatta” sonaban de las primeras y volvían loco al personal. Además, también destacaron “Spit”, “Born Stubborn” y el largo interludio electrónico tribal que puso a todos a bailar, además de una versión de “Ace Of Spades” y un remake thrash de “Roots” muy majo para acabar. Por cierto, muy bien Marc Rizzo a la guitarra. Una ocasión muy especial este aniversario, que se celebró como se merecía.

Los últimos del día iban a ser dos bandas nacionales con muchos años a sus espaldas. Primero Avalanch interpretaron “El Ángel Caído”, lo que despertó la nostalgia de muchos allí, que comenzaron con ellos. Curiosamente los músicos parecieron disfrutar incluso más del concierto que el propio público. Además, Jorge Salán y Alberto Rionda demostraron tener una calidad sobradamente probada en las guitarras, de lo mejor del metal nacional. Para acabar, el speed metal de Silver Fist tiene sitio de sobra en el Leyendas, y por lo que pudimos ver, cuenta con una base de fans muy leales que lo gozaron con la presentación en este festival del último disco del grupo, “Fé Ciega”, del año pasado.





SÁBADO




El día comenzó con unos Tankard que, pese a no mostrar la misma intensidad que en otras ocasiones, mantuvieron el nivel de thrash alemán, auténtico, rápido y a la vez cachondo que se espera siempre de ellos. Los temas de su nuevo “One Foot In The Grave” encajan a la perfección con el resto, desde los enormes y añejos “Zombie Attack” o “Chemical Invasion” hasta “(Empty) Tankard” que sirvió para acabar de la mejor manera posible.

En el escenario pequeño nos esperaban Vreid, que mostraron a un todavía poco numeroso público su black con elementos muy rockeros, alejado del ambiente vikingo que facturaban con Windir antes de la muerte de su frontman, Valfar. Sus referencias giran más en torno a Enslaved, Bathory o Kampfar. Fue una buena manera de calentar motores para lo que se venía encima más tarde.

Y es que la jornada extrema del sábado en el escenario pequeño Mark Reale fue extenuante. Una hora después llegaban Manegarm, otros clásicos escandinavos, que nos llenaron de riffs paganos y melodías épicas, a la espera de los enormes Moonsorrow. Y es que faltan palabras para explicar cómo de unas cuantas canciones eternas y cambiantes puede surgir tal poderío a la hora de tocar. Todo salió a pedir de boca, empezando por el increíble sonido que consiguieron, y siguiendo por la perfecta ejecución de algunos de sus mejores himnos, comenzando y concluyendo con su inicio y final de “Jumalten Aika”, editado el año pasado y desde ya un clásico de estos fenomenales finlandeses. Ojalá vuelvan pronto.

Tras el orgasmo blacker, Rhapsody Of Fire se ocupó de recordarnos que el heavy metal es el que manda en este festival. La formación original, con Luca Turilli a la cabeza, decepcionó a algunos y encantó a otros, dependiendo de si se esperaba una fiesta llena de power metal o una ópera sinfónica con guitarras y castrati. Y la verdad es que hubo un poco de todo durante el tiempo que llegamos a ver, aunque personalmente me quedo con la épica y la velocidad de “Dawn Of Victory” o “Holy Thunderforce”.

No deja de ser admirable cómo Sabaton conquistan más y más seguidores con cada concierto que dan. Parece obvio que su punto más fuerte es el directo, que refuerzan con tanques y fuego, y pese a ser bastante frecuentes en el cartel del Leyendas, optaron por interpretar un set diferente al habitual, con muchos temas antiguos. Como anécdota, su cantante Joakim Brodén llegó a decir que su anterior actuación en Villena fue incluso mejor que la del Wacken…

Las brasileñas Nervosa son todo un ciclón. Es obvio que han sido educadas en el thrash y crossover sudamericano desde pequeñas, tanto que ahora no tiene secretos para ellas. Y si esto lo unimos a que su sonido es deudor de bandas como Destruction o Kreator, solo hay que imaginar el resultado para saber que convirtieron la pista de hockey del escenario pequeño en un campo de rugby. Aunque el sonido no hubiera sido el correcto (que lo fue) habrían triunfado igualmente. Tanto “Victim Of Yourself” como “Agony”, sus dos discos, se materializan en un arma de destrucción perfecta cuando suenan en directo. Su mejor ejemplo es “Into Moshpit”, con la que pusieron punto y final.

Por último, unos problemas con el vuelo hicieron que Bloodbath cerraran el festival, pese a estar programados para la 1:00. Su frontman Nick Holmes comentó que era el concierto más tardío que tocaban nunca, y pese a ello, no se notó cansancio alguno en la banda, aunque quizá sí un poco de pasividad. Tampoco funcionó la hora para el público, bastante poco numeroso, aunque no faltaron fans de lo extremo deseosos de un poco más de víscera. La guitarra gravísima y afilada de Anders Nyström, componente de Katatonia, hizo de las suyas con temas como “Mental Abortion”, “So You Die” o “Cancer Of The Soul”.

Y así acabó todo. Tras varios años de Leyendas del Rock celebrados en Villena, las conclusiones no varían mucho y siguen siendo positivas. Pese al ligero aumento de la asistencia, las colas y los pegotes no han sido habituales. Los problemas de aseos o higiene no han existido, salvo que fueran casos puntuales, y la gente que asiste al Polideportivo Municipal de Villena sigue estando, por lo general, contenta con la experiencia y aportando siempre un ambiente perfecto. A título personal, y por ser algo fundamental, es necesario comentar que el nuevo equipo técnico y de sonido adquirido por Sufriendo & Gozando ha sido tan importante o más como cada grupo contratado. La respuesta de la organización ante las voces que reclaman más escenarios y mayores conciertos es mantener el esfuerzo y también los precios, para no contagiarse de una burbuja festivalera que acaba haciendo daño siempre a los mismos, los asistentes.

Con todo esto, la edición número 13 ya está en marcha, y Nightwish son los primeros cabezas de cartel que el festival ha anunciado, además de otros grupos como la reunión de Warlock o los blackers Watain. Les bastará hacer lo mismo que este año para que sea de nuevo un gran éxito.


Fotografías: Facebook Oficial Leyendas del Rock

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