CRÓNICA
Groezrock 2011
NoFX, The Used, Dropkick Murphys, Descendents, Boysetsfire
22 de Abril de 2011
por Sofía Cuevas Meerhaut, Bélgica
5215 lecturas
NoFX, The Used, Dropkick Murphys, Descendents, Boysetsfire
Ya advertían en cierto modo desde Geel, el pueblecillo más cercano a Meerhout, donde se celebra anualmente el festival, de lo que nos esperaba los dos próximos días. Nada más llegar a la estación y antes de subir a el autobús gratuito que te lleva directamente hasta el recinto, la organización repartía desde un pequeña furgoneta latas de Monster a todos aquellos que se acercaran al vehículo. Dosis extra de energía que sin duda íbamos a necesitar y agradecer a partir de ese mismo momento.
Este 2011 el GroezRock celebraba su vigésimo cumpleaños congregando en un par de jornadas de festival a más de sesenta bandas divididas en tres escenarios y con estilos tan diversos como el celticpunk de Dropkick Murphys o Flogging Molly, pasando por el hardcore made in NY de H2O y Madball, el ska tremendamente bailable de Streetlight Manifesto o el punk rock de Dead To Me, Millencolin y NOFX. Opciones para todos los gustos que a veces recaen en inevitables solapaciones y que, por poner una pequeña pega, podrían solucionarse si el festival contara con un día mas de celebración.
En cuanto a la organización del festival, impecable. Varios puestos de comida y bebida repartidos por todo lo largo y ancho del recinto, con un sistema de tickets canjeables por dinero y precios más que razonables (sobre esto deberían aprender los festivales de nuestro país y las salas de conciertos en general, al cambio las cervezas costaban menos de dos euros) y carpas con multitud de alternativas para los momentos de descanso entre las actuaciones, con espacio dedicado para los amantes del drum n bass incluído. Multitud de baños (¡limpios!), y una oferta sin fin de merchandising de todos los grupos participantes en el festival y de muchos otros, de discos, millones de pegatinas y otros tantos flyers de festivales que van a tener lugar por Europa en los próximos meses.
Pero vamos a lo que interesa...la música. A lo largo de la primera jornada, sobre los tres escenarios se escucharon temas míticos como el “No Cigar” de Millencolin o el “Good Lookin' Out” de Sick Of It All, que se unieron al festival tras la caída del cartel de Anberlin. Ambas bandas estaban de aniversario y ofrecieron sendas actuaciones cargadísimas de energía, demostrando que siguen en plena forma. Aunque para mítico... el “Bro Hymn” de Pennywise, que acompañó los momentos posteriores de la actuación de The Black Pacific, nuevo proyecto de su ex-vocalista Jim Lindberg.
Los siempre inclasificables Thursday dedicaron su actuación a su disco previo “Full Collapse”, siendo el único grupo que tocó los dos días del festival, aprovechando la segunda jornada para presentar su nuevo trabajo. Otros que presentaron un tema nuevo fueron August Burns Red. La lluvia que cayó durante unos minutos y que encharcó el escenario de Eastpak no fue problema para que la carpa se abarrotara de festivaleros que disfrutaron con sus breakdowns y su cañera apuesta metalera. El quinteto dejó el listón alto para unos Underoath que cosecharon una de las mayores ovaciones y momento de histeria colectiva cuando comenzaron a sonar las primeras notas de “Reiventing Your Exit”. Al mismo tiempo, Flogging Molly cerraban la primera jornada entre un ambiente tremendamente festivo y comentarios de su frontman entre canción y canción, que rompían un poco la continuidad del concierto pero que no impidieron que los asistentes corearan algunos de sus grandes éxitos o el “If I Ever Leave This Word Alive” como si el festival se acabara allí mismo.
El segundo día de festival comenzó pronto, y a las once de la mañana Dead To Me ya estaban sobre el escenario principal, seguidos por Teenage Bottlerocket, ofreciendo su siempre animado punk rock. Tras ellos, la propuesta country de Old Man Markley, que se pasearon después por su puesto de merch, y el ska de Streetlight Manifesto que hizo a más de uno levantarse del césped para unirse a los bailes cerca del escenario. El stage diving más exitoso del festival, sin ninguna duda, se lo llevó Mike McColgan de Street Dogs, que fue conducido por la masa desde el escenario hasta la mitad de la carpa durante el show de los de Boston. Comeback Kid fueron otros que a pesar de los problemas técnicos iniciales, que retrasaron el comienzo del concierto unos minutos, empezaron fuerte con su “Broadcasting...” y compaginaron temas de sus trabajos más antiguos como “False Idols Fall” con pepinos de su último disco, formándose un buen pit durante la ejecución de "G.M. Vincent And I”. Tras terminar la multitud seguía coreando el “Wake The Dead” mientras salían de la carpa.
Boysetsfire sorprendieron a propios y extraños al anunciar su reaparición en este festival, aunque para expectación la que habían despertado Descendents. Milo y compañía eran sin duda de los más esperados por su prolongada ausencia y no defraudaron. En los casi cincuenta minutos que estuvieron sobre el escenario nada hacía presagiar el chasco que se llevaron todos los asistentes a sus dos fechas de Londres (tanto a la que se celebró como a la que ni siquiera tuvo lugar). En el escenario belga encadenaron un clasicazo tras otro sin dejar apenas tiempo entre ellos y, aunque los años y las canas se les van notando, estuvieron muy correctos y sonaron muy compactos.
Por nombrar una decepción, The Used demostraron que ya no son los que eran. Con “The State Of Massachusetts” de los Dropkick Murphys de fondo, su prueba de sonido fue interminable y, siendo cabezas de cartel del segundo día, comenzaron su actuación con casi veinte minutos de retraso que no recuperaron después a pesar de ser los últimos en actuar en el escenario de Eastpak. Su vocalista tampoco estuvo a la altura, omitiendo los gritos que daban un toque personal a sus canciones y pidiendo un wall of death para el último tema, “A Box Full Of Sharp Objects”, que acabó con un socavón gigantesco en el centro de la carpa y dos extremos que nunca llegaron a juntarse. Vamos, que de wall of death, más bien poco.
El fin de fiesta, como no podría ser de otra forma y con todo el festival abarrotando la carpa de el main stage, para NOFX. Casi siempre sorprendentes e inesperados, esta vez tampoco decepcionaron, marcándose un setlist que incluyó temas raros como “Herojuana” o “Fuck The Kids”, himnos de reggae como la cover de Rancid “Radio” y todo ello sin olvidarse de algunos de sus himnos: “Linoleum”, “We Called It America” o “Don´t Call Me White”. Para cerrar la actuación, Eric Melvin como protagonista absoluto y aferrado a su acordeón durante casi diez minutos, repitiendo una y otra vez las mismas notas y haciendo el paripé de salir del escenario y volver al centro a continuar con su “canción”. Y es que el guitarrista de los de California no quería marcharse, y tras dos grandes días de conciertos, ambientazo y camping, acompañados por un tiempo magnífico, puedo asegurar que la mayoría de los que allí estábamos tampoco.