CRÓNICA

Strung Out + AID + Logan
Strung Out, Aid, Logan
17 de Marzo de 2010 por Oscar Lladó Sala La [2] de Apolo, Barcelona 4373 lecturas

Crónica: Oscar Lladó Alfonso
Fotos: Rubén Navarro

Un año más, llega el Vans Tour, y muchos ya nos vamos frotando las manos.

7 Seconds, Pennywise con Zoli (Ignite) a la voz, Strike Anywhere, A Wilhelm Scream, Toy Dolls o Street Dogs... la famosa marca americana, con el inestimable trabajo de la gente de HFMN detrás, llenará en los próximos meses nuestros escenarios con nombres tan grandes como los que nos ocupan, además de contar con bandas estatales de la talla de Afterlife (mítica banda sXe barcelonesa reunida para la ocasión), Godfarts (al loro con estos chavales) o, en el caso de ésta noche, los barceloneses AID, desde ya llamados a ser la nueva banda puntera del hardcore estatal.

El frío se está yendo poco a poco y, según dicen, el sol sale cada día dos segundos más, uno al amanecer y otro al atardecer. A pesar de éste progresivo acercamiento al verano, entré en una Apolo II vacía. Miré el reloj y pude ver que no me había vuelto gilipollas, efectivamente había llegado a la hora, así que los locales Logan salieron a calentar el escenario (aunque luego lo dejaron algo helado) con su hardcore melódico con pinceladas punk rockers. Y lo hicieron delante de apenas 50 personas si contábamos los camareros y el personal de seguridad que pululaba por la sala.

Con la colaboración de uno de los guitarristas de los melódicos Explicit Language, dejaron al público un poco frío, a excepción de su gente. Los chicos saben lo que hacen, se desenvuelven bien (algunos fallos vocales, pero nada serio que no sea normal en un directo), pero no hay quien se meta en el concierto cuando constantemente están cortando el ritmo con las historias que sueltan entre canción y canción.

El segundo round corría a cargo de AiD. Los barceloneses acaban de editar su segundo trabajo, "Beyond Belief", que les ha costado sangre y sudor grabar. Lo cierto es que el resultado es increíble. Pero de eso ya hablaremos en otro momento...

Los barceloneses salieron a piñón fijo, provocando los primeros indicios de movimiento entre el público, que igualmente se mantuvo bastante frío durante toda la noche. Desgranaron con rabia, intensidad y técnica varios de sus temas. Era la primera vez que oía los trallazos del nuevo álbum en directo, y sonaron increíbles. La puesta en escena fue brutal, con un Omar dejándonos a todos boquiabiertos con su desgarradora voz, apoyado por René y sus malabarismos con la guitarra. Carlos cumplió su función como equilibrio perfecto a las voces gritadas de Omar, además de demostrar su envidiable técnica a las cuatro cuerdas. Arnau y Joan no se quedaron atrás. Quedó bien claro que saben lo que hacen, y lo hacen muy bien. Unos escasos 50 minutos que me supieron a muy poco y me hicieron arrepentirme de haberme perdido la presentación de su álbum a finales de febrero. Espero verles pronto en acción (oportunidades no me faltan).

Rondaban las 22h y era el turno de los californianos Strung Out, que salieron al escenario a por todas. Ya desde el inicio pude ver que Chris Aiken, el gran personaje - también bajista - de la banda de la West Coast iba a ser el alma de la fiesta. Y vaya si lo fue. Con una energía que más le gustaría tener a alguno con 20 años, Aiken no paró de corretear de un lado al otro del escenario, bromeando con sus compañeros y con el público, cantándoles a chicas de las cuales podría ser hermano mayor o, peor aún, padre... vaya, que dio de sí todo lo que pudo y más. En general toda la banda dio el callo, notándose que era la primera fecha de la gira que les va a llevar por buena parte del continente europeo, quedando patente su entrega en los litros de sudor que derramaron sobre las tablas. Jason Cruz también jugó un papel esencial en el concierto, interactuando constantemente con el público (a un servidor se le subió en los hombros de imprevisto, tal y como constata la foto que acompaña éste texto) y demostrando que su voz sigue tan en forma como a finales de los 90.

Así fueron cayendo uno detrás de otro trallazos como "Cult of the Subterranean", "Velvet Alley", "Black Crosses" o "Too Close to See". Para sorpresa y disfrute del respetable, la banda no se olvidó de clásicos como "Firecracker" o "Gear Box", que supieron a gloria e hicieron despertar por momentos a un público que parecía adormecido. Aún así, disfrutar de un conciertazo como el que nos ofrecieron Strung Out entre gente con un rango de edades tan amplio (allí había desde chavales de 16 años haciendo circle pits hasta gente que saltaba a la vista que los oyen desde los 90) no tiene precio.

Larga vida al Vans Tour. ¡Nos vemos en los Toy Dolls!

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