ERROR DE BULTO: "THE CURE" (2004)Por una de esas casualidades de la vida, Robert Smith y Ross Robinson (fan confeso de la banda) terminan trabajando juntos y, como no podía ser de otro modo, el resultado es el álbum
"metal" de The Cure. El Sr. Robinson, famoso por apretar las clavijas a sus clientes hasta sacarles de sus casillas (Simon Gallup declaró que en un momento determinado le hubiera roto los dientes), les graba en directo, prescinde casi de los teclados y demás sutilezas y, con la rabia como telón de fondo (Smith grita como nunca en varios temas de este disco), editan su disco más plano y cuestionable en cuanto a producción.
Y da pena, porque bien escuchado en este álbum se encuentra una materia prima lo suficientemente buena como para que se hubiera convertido en un digno sucesor de "Bloodflowers", canciones como "Labyrinth", "Us or Them", el pegadizo single "The End of the World", "Anniversary" o "Taking Off" son buenos ejemplos de que Smith aún conserva su toque mágico a la hora de componer. Pero a la hora de trasladarlas al estudio no respiran naturalmente y terminan lastradas por la falta de arreglos y sutileza, por unas guitarras y una batería que suenan de modo inadecuado al caso, por un sonido adocenado y falto de personalidad.
En definitiva, "The Cure" parte de un error de concepción, de un
miscasting obvio, y es uno de discos curiosos (ahora mismo me es inevitable pensar en el "St. Anger" de Metallica) condenados a ser escuchados de tanto en tanto con la idea en la cabeza de lo que pudieron ser y no son. No obstante, con todo y con eso, a base de intentarlo (
grower, anyone?) me he introducido en sus contrahechos entresijos y he terminado por encontrarle alguna que otra virtud. Que no es poco.
El camino más aburrido entre dos puntos es la línea recta.