ENTREVISTA

Después de un disco tan complicado de sacar adelante como fue “Headshot”, ¿cómo habéis afrontado el trabajo en “Backlash”?

Ha sido un disco muy distinto en muchos aspectos, la verdad. Hemos podido trabajarlo los cuatro desde cero, algo que con “Headshot” no pudimos hacer, y ha sido muy interesante ver cómo íbamos a una para poner en común cada idea. Nuestro debut fue muy accidentado en gran parte porque Rafa se encontró el disco ya compuesto, pero esta vez hemos podido desarrollar ideas los cuatro músicos, incluso David, que ha sido el último en formar parte del grupo.

En esta ocasión habéis grabado en Amplifire, el estudio cuya gestión compartes con Carles, y lo habéis producido vosotros mismos. El trabajo es sin duda superior al de “Headshot”, mucho más equilibrado y matizado, aunque, por ponerle un pero, el sonido de guitarras me parece un poco comprimido, necesitado de una dosis extra de salvajismo. ¿Estáis satisfechos con la labor realizada?

Sinceramente, sí. Buscábamos que fuera más crudo y orgánico que “Headshot” y creo que lo logramos. La ventaja de grabar en tu propio estudio es que puedes dedicarle el tiempo que quieras a buscar el sonido perfecto o a regrabar esas partes conflictivas que no acaban de convencerte hasta que oyes todos los instrumentos mezclados. También tiene sus inconvenientes, claro: Carles y yo sentimos que la presencia de un productor externo es vital, y en este caso no pudo ser al no encontrar a la persona adecuada para meterse en nuestras cabezas. Así que lo mezclamos y lo masterizamos con Yves Roussel para así tener una visión más fresca y potenciar los matices.

De todos modos, supongo que será en directo donde dais la verdadera medida de la banda, ¿no?

Como siempre, somos una banda que graba discos para tocarlos en directo. Todo está pensado para poder darlo todo en el escenario y crear ese feedback con el público que creemos que nos caracteriza. Hay muchas partes de “Backlash” que hemos creado adrede para explotar en directo, y en los pocos conciertos de la gira que hemos realizado hasta la fecha hemos visto que funcionan y la gente lo agradece.

De nuevo planteáis un Verkami y lo resolvéis con soltura. Parece que os estáis haciendo con una base sólida de fans.

Fue una sorpresa muy grata ver que en menos de una semana se conseguía superar el objetivo y que nuestra gente nos respaldaba de ese modo. Supongo que después del primer disco hemos ido ganando seguidores y eso también nos motiva a trabajar más y mejor en todos nuestras facetas. Gracias a este Verkami pudimos hacer merchandising nuevo y así costearnos una gran parte del disco.

Y también volvéis a optar por la descarga gratuita. ¿Por qué? ¿No sentís que regalarlo es devaluar vuestro trabajo?

Pusimos “Headshot” gratis porque necesitábamos una promoción potente para que la gente nos escuchase sin excusas. En esta ocasión hemos dejado “Backlash” en “name your price” para que quien lo crea oportuno pueda hacer una donación. La verdad es que mucha gente ha pagado por este disco en calidad de descarga online; eso nos hace sentir orgullosos y no creemos que devalúe nada. Lo que sucede es que somos una banda que no conoce ni dios y nuestro deber es seguir apostando para que la gente nos escuche. Así que para que alguien piratee nuestra música y la cuelgue con mala calidad, preferimos dárosla nosotros y que la disfrutéis como es debido.

Antes de editar este nuevo álbum, la formación volvió a cambiar. Víctor (Català, guitarra) se fue amistosamente para dedicarse al sector audiovisual. ¿Hay rastro de él en este trabajo?

Con Víctor ya teníamos encaminados algunos temas, pero donde se centró compositivamente fue en “Men of Mayhem”, en la cual hemos querido mantener su participación y ha grabado varios solos para darle esa puntita de él que seguimos llevando encima en cada uno de nuestros conciertos.

Su reemplazo es David Lleonart. ¿Por qué decidís ficharlo y qué ha aportado a “Backlash”?

Hicimos pruebas con tres guitarristas de alto nivel, pero en cuanto David cruzó la puerta del estudio vimos que había una conexión muy fuerte. Tics que comparte con Víctor, su forma de ser, de hablar, pero sobre todo su estilo y su forma de tocar fue lo que más nos llamó la atención. Es un guitarrista muy rápido y muy limpio, con influencias heavy clásicas. Ha aportado muchísimo al disco, desde riffs aplastantes como la introducción de “Wrath Afire” como riffacos de transición y cambios en “Age of the Waste”, entre muchas otras cosas. Como ya he dicho, el disco lo trabajamos de cero los cuatro cuando entró en la banda, el pasado 1 de mayo de 2015.

“Backlash” suena más metálico y menos hard rock en líneas generales. Sin embargo, las influencias son prácticamente las mismas que en “Headshot”, ¿no? ¿A qué se debe esta aproximación más dura?

Sí, hay nuevas influencias como Tremonti o Darkest Hour que le han dado un toque más duro a las guitarras, pero, como dices, nuestros referentes siguen siendo los mismos. Han pasado tres años desde que se editó “Headshot” y todos hemos ganado técnica, lo cual nos ha permitido dar un giro y hacer más cosas.

Confieso que antes de escuchar el álbum tenía miedo de que, de un modo u otro, hubieseis perdido desparpajo y esa vitalidad juvenil que contagiaba “Headshot”. Pero con este disco habéis demostrado que la madurez no está reñida con la frescura. ¿Teníais miedo de algo concreto cuando os pusisteis a componer este segundo álbum, algún tipo de presión autoimpuesta?

En mi caso no tenía ningún tipo de miedo porque siempre hemos seguido el mismo patrón compositivo. Tocamos única y exclusivamente lo que nos apetece en un momento determinado y creo que esa fue la clave para “Headshot”. De cara a este disco,  el hecho de que Carles y yo llevemos varios años trabajando como productores en Amplifire también ha ayudado a madurar las canciones y a verlas desde puntos de vista que antes no éramos capaces.

Seguís siendo una banda orientada a las canciones. El álbum tiene nueve estribillos claros, definidos, pegadizos y trabajados, cosa que echo mucho de menos en el metal de este siglo. ¿Qué os resulta más difícil, escribir los temas o arreglarlos?

Muchas gracias. Los estribillos son uno de los elementos que más trabajamos. Arreglar los temas nos es bastante fácil, ya que, aunque tenemos muchas influencias distintas, casi siempre estamos de acuerdo. En cambio, con las letras quizá nos cuesta un poco más. La melodía es súper importante para mí y no queremos dejar ningún significado a medias, así que encontrar las palabras clave a veces nos cuesta más trabajo porque juntando ideas en lo musical nos sentimos bastante sueltos.

¿Cómo concebís vuestras canciones? Por lo que dices os resulta fácil poner en común los gustos de cuatro compositores.

Normalmente las canciones salen de un riff de guitarra. Así que buscamos ese riff, esa melodía que resulte pegadiza, y trabajamos el tema a partir de ese centro. Nos gusta hacer estructuras diferentes en cada canción, no deseamos repetir patrones en un mismo disco. Es mucho más fácil de lo que parece juntar nuestras ideas, porque cuando uno trae un riff muy machacón el otro aporta un estribillo más abierto y otro un patrón más técnico. Así intentamos que nuestra música sea un poco más amena. La dinámica en nuestras canciones es de los factores más importantes para nosotros.

¿Y cómo afrontáis el trabajo diario? ¿Habéis sacrificado cosas importantes de vuestras vidas en pos de sacar adelante la banda o Blaze Out es una parte de vosotros a la que no podéis renunciar?

Blaze Out es nuestra vida. Cada día dedicamos un mínimo de dos o tres horas a gestionar cosas necesarias para la banda, tanto en redes sociales como en curro administrativo de mailings, merch, conciertos, entrevistas, etcétera. Hemos renunciado a muchas cosas para poder intentar llevar esta banda a lo más alto que podamos y queremos llegar mucho más allá si el proyecto nos lo permite. Hemos invertido cada día de nuestra vida desde julio de 2009, cada euro que hemos tenido en los bolsillos, y renunciar a cualquier cosa que sea del grupo por pequeña que sea, nos cuesta horrores. Porque Blaze Out es nuestro bebé y hay que darle la teta tres veces al día.

Lo que más admiro de vuestra música es la capacidad de tender puentes entre géneros con naturalidad. Es una de vuestras señas de identidad, igual que esa convivencia perfecta de las influencias del pasado y el presente, ¿no?

Creo que ese es el punto más clave de nuestra música. Siempre hemos vivido en ese equilibrio de influencias modernas y antiguas, en esa relación entre hard rock, metal, thrash y core que ha acabado dándonos un sonido quizá más personal. Esto sin duda es consecuencia de ser cuatro mentes a la hora de escribir, componer y querer aportar cada uno su granito de arena a las canciones.

“Burn the Veil” es un tema sorprendente teniendo en cuenta vuestro material previo. ¿De dónde os vino la inspiración?

Hemos volcado mucha rabia en “Burn the Veil”. Es un tema muy especial para nosotros, uno de los que teníamos compuestos desde hacía más tiempo. Está dedicado a la memoria de un buen amigo mío, aunque va dirigido en general a esas personas que están envueltas en sectas que les absorben completamente para luego hacer que se suiciden en masa. Esta canción es todo lo que nos gustaría haberles podido decir para ayudarles a salir de ese callejón que parece no tener salida.

En el lado más clásico de la balanza tenemos “Old Acquaintances”, que me suena mucho a balada de Creed.

Somos gente que bebemos de muchos estilos, y siempre que la canción sea buena podemos escuchar hasta flamenquito. En el caso de “Old Acquaintances” ya estaba escrita y compuesta, así que solo tuvimos que arreglarla para Blaze Out.  Nos ha sorprendido que mucha gente nos haya dicho que es de sus favoritas. Una baladita con amor para descansar los oídos de tanta tralla siempre va bien.

Tengo entendido que la letra trata sobre una expareja tuya. ¿Es difícil cantar sobre intimidades? ¿Por qué te decidiste a escribirla?

Exacto, es una canción que compuse para mi expareja, así que fue como abrir un poco el baúl personal de una parte de mi vida. Nos lo pensamos bastante, pero le gustó mucho al resto de la banda y en nuestros discos siempre habrá una baladita, así que decidimos sacarla adelante y mostrar otra cara de Blaze Out.

En una entrevista reciente leí que las letras de “Backlash”, salvo la mencionada, tratan el concepto de “contraataque/ repercusión/ venganza”, aunque desde puntos de vista que van desde el payback a lo Charles Bronson de “Wrath Afire” hasta las leyendas vikingas en “The Wolf and the Serpent”, pasando por “Men of Mayhem” (basada en la serie de TV Sons of Anarchy). Decís que este concepto no es intencionado, pero… ¿de dónde creéis que ha salido? ¿Se la tenéis jurada a alguien o qué?

No, no. Esto ha salido sin tenérsela jurada a nadie, así que imagínate si le pillamos tirria a alguien un día. En realidad somos unos posers, nos pasamos el día acariciando gatitos y oliendo flores en el campo... No, todo ha sido todo cosa del azar, porque escribimos lo que nos sale en cada momento, tema a tema. Fue al ver el disco acabado cuando nos dimos cuenta de que somos unos rabiosos compulsivos.

Durante la grabación de “Headshot” tuvisteis que afrontar multitud de adversidades que podían haber acabado con cualquier grupo. ¿Os identificáis en actitud con el boxeador que protagoniza “Fist Goes First”?

Somos gente luchadora. Rendirse nunca es una opción y menos en este camino. Lo que nos pasó con el primer disco no fue el primer marrón gordo que hemos tenido ni será el último, espero, porque de esos problemas es de donde se saca la fuerza de verdad para poner los huevos encima de la mesa y ver de qué pasta estás hecho. Hay una frase de “Fist Goes First” que dice: “I believe in myself ‘cause when nobody else will I’ll have to get up and fight one more round”. O lo que es lo mismo: cree en ti mismo porque cuando estés en el suelo y estén a punto de rematarte, tú y sólo tú tendrás que levantarte y pelear un round más. CREE EN LO QUE HACES, PORQUE NADIE LO HARÁ POR TI.

Sois, o al menos eso parece desde fuera, una banda ambiciosa. Participasteis (y ganasteis) el concurso para tocar en el Resurrection Fest del 2015 y hace cosa de un mes tocasteis en la final de la batalla de las bandas del Wacken, que finalmente se llevaron los asturianos Legacy of Brutality. ¿Tienen límites vuestras ambiciones? ¿Buscáis algún objetivo concreto o vais paso a paso según se presentan?

No queremos topar con nuestro techo. La idea es que la banda delimite su camino, y para eso hay que trabajar mucho más aún de lo que llevamos haciéndolo. Nuestra meta es crear otras, porque esa es la única forma de ver que realmente consigues lo que te vas proponiendo. No tenemos un camino preestablecido ni pautas claras a seguir, lo único es luchar día a día por un sitio en el panorama del metal español y defenderlo en cada escenario.

¿Estáis contentos de vuestra participación en la final del Wacken u os queda alguna espinita clavada?

Legacy of Brutality demostraron sus tablas y fueron claros vencedores de la final. Pero no nos rendiremos y trataremos de conseguirlo otro año. Como bien has dicho somos ambiciosos, y eso significa que hasta que no ganemos este concurso aquí no duerme nadie… Ahora en serio, lo volveremos a intentar, lucharemos a fondo y daremos todo lo que tenemos dentro. Si nos acompaña la suerte y somos merecedores de ello, podemos ganar.

Pues muchas gracias por todo, Gerard, suerte con la gira de "Backlash" (que espero pase por el Sur), y si tienes algo más que añadir, ya sabes...

Muchísimas gracias por esta entrevista interesante de cojones. Recordaos que en www.blazeout.bandcamp.com encontraréis nuestra música en descarga gratuita o con la opción de aportar la voluntad. ¡Muchas gracias y un saludo a los lectores!

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