death metal / grindcore / deathgrind / groove metal / extreme metal
 Brujeria
Pocho Aztlan
ZONA-ZERO
77
8 VOTOS
68
+
Brujeria

Pocho Aztlan

Publicación:
Septiembre 2016
Sello:
Nuclear Blast
Productor:
Género:
metal, punk-core
Estilos:
grindcore, death metal

MEDIA

Tracklist

  • 01. Pocho Aztlan
  • 02. No aceptan imitaciones
  • 03. Profecía del Anticristo
  • 04. Ángel de la frontera
  • 05. Plata o plomo
  • 06. Satongo
  • 07. Isla de la fantasía
  • 08. Bruja
  • 09. México campeón
  • 10. Culpan la mujer
  • 11. Códigos
  • 12. Debilador
  • 13. California über Aztlan

Miembros

  • Juan Brujo: voz
  • El Sangron: voz
  • Hongo: guitarra
  • Fantasma: bajo, voz
  • El Cynico: bajo, voz
  • Cuernito: guitarra
  • Pinche Peach: voz, samples
  • Pititis: voz
  • Hongo Jr.: batería

Análisis

por el 27 Sep 2016
3164 lecturas
Ni más ni menos que 16 años han tenido que pasar para que “Brujerizmo” dejara de ser el último disco editado por los ¿mexicanos? Brujeria, singles aparte. Porque hay que reconocer que el aperitivo de “Viva Presidente Trump!” a principios de este año fue sublime, además de oportunísimo, y que dejó a todos sus fans con ganas de más.

Lo primero y más importante a saber de este lanzamiento, aunque suene algo pureta, es saber quiénes están esta vez detrás de los instrumentos y con la bandera mexicana a modo de máscara. Y la respuesta es, como poco, esperanzadora: las guitarras corren a cargo de Shane Embury (Hongo) y el bajo es, como casi siempre, del británico Jeff Walker (El Cynico). Por lo demás, gente con poca presencia en la escena metal pero ya fijos en el grupo, como Fantasma o Pinche Peach también forman parte de esta grabación.

¿Qué quiere decir esto? Que las influencias de, por ejemplo, Dino Cazares (Asesino) han dejado paso en “Pocho Aztlan” a la locura y la trepanación de oídos del guitarra de Napalm Death y del bajista de Carcass, dos colaboradores habituales y casi fijos. Pese a ello, el grupo siempre trata de no desmadrarse, de entregar canciones coherentes que el mensaje y los efectos añadidos se ocupan de desmadrar más tarde.

En cuanto a los cortes, el primero homónimo va a degüello, con un espíritu muy de “hemos vuelto y vamos a por vosotros” que nos deja con muchas ganas de que aquello siga para adelante. “No Aceptan Imitaciones” y “Profecía del Anticristo” nos alejan del pasado de Brujeria debido a varios motivos: el primero, mejor producción y sonido, con una mejoría notable respecto de sus anteriores épocas. El segundo, que ahora todo suena contundente y al mismo tiempo nítido, no solo las letras (de lo más distintivo del grupo) sino también los instrumentos, los cuales tienen partes más pegadizas y duras a la vez para dejárselo a huevo al que escucha para irse a quemar cosas y practicar la revolución. Un inicio perfecto.

En muchos momentos hay que ir a ciertos detalles para sacarle todo el jugo a este trabajo, cual limón esperando a su tequila. “Ángel De La Frontera” triunfa donde el doble bombo quiere que lo haga, una batería por cierto grabada como músico de sesión por Nicholas Barker (Hongo Jr.), conocido por tocar en Cradle Of Filth, Dimmu Borgir o los Lock Up de su amigo Embury. “Plata O Plomo” tiene una ambientación inmejorable (esos diálogos añadidos, ese México del narco) pero en lo musical recuerda mucho a lo que quiso lograr Max Cavalera con una canción de mismo título de Soulfly, salvando las distancias, claro.

Para los que no querían mejor sonido ni temas con más gancho en un disco de Brujeria, “Satongo” es su respuesta. Compuesta por death burro y riffs bien satánicos, nos dibuja una historia sobre alucinógenos, hombres, hongos y Satán, que hacen de ella uno de los mejores ratos presentes en el álbum. Por si fuera poco, “Isla De La Fantasía” mantiene la mala baba y suma a la fórmula el grindcore inconfundible del señor Hongo, mientras nos cuenta una historia que a los seguidores de la serie Narcos les resultará conocida.

Si el riff contagioso y el ritmo a lo breakdown de “Bruja-“ nos permite relajarnos un poco, la cosa vuelve por la senda del grind en “Mexico Campeon”, que podría servirle perfectamente a la selección de su país como himno para el próximo Mundial, y “Culpan La Mujer”, que mantiene el tupa-tupa a lo Napalm Death y que tiene el obvio protagonismo de Pititis, la vocalista femenina del grupo.

Una “Códigos” que dice bastante poco salvo por la interesante parte intermedia tan parecida a Fear Factory, precede a “Debilador”, que fue editada en single hace la friolera de 8 años, y que vuelve aquí para cerrar de la mejor manera posible el disco, con tralla y más grind a muerte. Y por si fuera poco, nos regalan la versión “California Úber Aztlan” (de la original “California Über Alles, de Dead Kennedys) con la que acaban un trabajo que, pese a tener varios temas grabados hace un tiempo, estos no sirven para más que para redondear el resto y darle más chicha, aparte de mostrárselos a quienes no los conociera todavía.

Dicho todo esto, “Pocho Aztlan” es un disco más sólido a la vez que potente, donde el grind y el death predominan sobre todo lo demás, y donde el mundillo de Juan Brujo y compañía no deja de crecer y de añadir nuevas locuras junto a esa cabeza cortada tan mítica e icónica de su primer “Matando Güeros”. Y por si fuera poco, hay que tener en cuenta la gira que se nos acerca en diciembre. Brujeria estarán por España y ni Trump ni nadie podrán impedirlo.


Lo Mejor: Esto ya no es underground, es un disco hecho y derecho.

Lo Peor: Que algunas canciones ya estuvieran grabadas hace años, pero igualmente merecen estar en el disco.
 


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