CRÓNICA

Texto: Eddie Malo
Fotos: VicFotoPro

Tras la resaca de azúcar y corazones rojos que nos invadió el día anterior, debido a la celebración de San Valentín, nos desplazamos a la sala Velvet de Málaga para disfrutar de una gran velada de rock intenso y oscuro que nos hizo olvidar al angelito con flechas y sus secuaces.

El debut en los escenarios de Calíope, la banda encargada de abrir la jornada, nos dejó un gran sabor de boca. Ofreciendo un potente set de apenas 40 minutos en el que presentaron a la audiencia los temas de, lo que esperamos pronto, sea su debut discográfico. Temas como “Uncanny Valley” o “Titan Tears” recibieron una gran acogida por parte de unos asistentes que poco a poco iban llegando a la sala.

Tras un breve descanso llegó la hora. Los tres miembros de El Altar del Holocausto accedieron al escenario con sus ya habituales atuendos (con reminiscencias a nazarenos y al Ku Klux Klan) en procesión, con las manos en plegaria y en silencio, para asombro del público. Comenzaba la particular eucaristía que a lo largo de poco más de una hora convirtió en fieles a toda la audiencia.

El trío, descargó los cuatro temas centrales de su debut “H–E”, dejando la intro y el outro fuera del set, y nos presentó unos temas nuevos que continúan su línea habitual de rock instrumental arrastrado y de ambiente lúgubre. La banda puso toda la carne sobre el asador y no dejó de vitorear al público al ritmo de su grito de guerra, “…Hermanos”. Su bajista no dejó de saltar del escenario a tocar entre la audiencia intentando provocar un pogo y su batería tocaba a saltos, como si el asiento le quemase.

Los asistentes se lo pasaron en grande, no dejando de vitorearles, aplaudir y tomar instantáneas para sus redes sociales durante todo el concierto.

Tras un pequeño percance con la pedalera del bajista, que por suerte pudo ser solucionado con rapidez, el set concluyó de manera abrupta con la interpretación de su tema “Mateo 12, 18”, con el que agradecieron al público su acogida y, tras la finalización de la canción, se volvieron a marchar en procesión dejando a la gente con ganas de más.

En definitiva, una gran jornada donde el toque visual y el buen hacer de estos músicos hizo que lo pasáramos como enanos. Deseamos que vuelvan pronto por estos lares y que les vaya muy bien en la extensa gira que tienen por delante para este 2014.



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