Descarrilant

Por fin lo tenemos. Para los fans del Eric es un regalo esperadísimo esta reedición en vinilo de su primer disco en solitario, que ha cumplido ya quince años. Dice la nota de prensa que Santi García les echó el guante a las grabaciones en 8 pistas que originalmente se curró completamente en solitario (nunca lo de "disco en solitario" ha sido menos figurado que en este caso) el amigo Eric, y las ha mezclado y masterizado, yo diría que con éxito, pero no he escuchado el material original como para afirmar nada. Lo único que puedo aportar es que esta versión suena muy bien, especialmente teniendo en cuenta su concepción, grabación primitiva y antigüedad (el tío grabó esto en su puñetera habitación cuando tenía poco más de 20 años). Al margen de la voz, que me imagino que sonaba originalmente así y no se ha podido hacer mucho más sin pervertir la esencia casera de este trabajo, todo suena potente y distinguible.

¿Y qué ingredientes pudo reunir para ponerse a cocinar? Pues su voz, la guitarra eléctrica de la que no deberíamos permitirle separarse ni en la ducha, un bajo y un teclado que, por lo que cuentan, alguien le prestó, una harmónica, una caja de ritmos y su ya por entonces hiperdesarrollado instinto para acertar con las canciones. Si algo queda claro tras el primer contacto es que el gran objetivo del maestro aquí era sonar como un grupo (idea que abandonaría para su segundo disco en solitario, el también recomendabilísimo y ecléctico en extremo "Bahía Paraíso") de rock.

Cuentan también que los que vivieron este disco en tiempo real lo disfrutaron bastante. Y es que no cabe duda que hace 3 lustros el concepto de cantautor casero-rockero-en catalán era como mínimo infrecuente, y obviamente me quedo corto. Las influencias aquí no eran de casa, sino principalmente americanas (Afghan Whigs, Sunnny Day Real Estate, Samiam, etc.), sonidos a los que hasta entonces casi nadie se había atrevido a ponerles a hablar catalán. También, y esto es pura arqueología, quedaban (no lo he podido corroborar de primera mano) vestigios del primer proyecto de Eric Fuentes (el grupo de metal Mad Squad, que nació, dejó dos cassettes y murió entre 1990 y 1995).

En cualquier caso, el mayor (e incalculable, en realidad) valor de "Descarrilant", es indiscutiblemente el haber sido uno de los primeros pasos que permitieron con los años que Eric Fuentes se convirtiera en uno de los músicos de aquí que más y con más elegacia y aplomo ha andado, siempre con una buena melodía para silbar.