CRÓNICA

Los chilenos Criminal eran los representantes thrash del festival, y a pesar de ser una buena oportunidad de verlos nos decantamos por reponer fuerzas ya que la tarde estaba siendo larga.

Napalm Death no estarán en su mejor momento en lo que a popularidad se refiere, pero en un pack variado como este siempre atraen a un buen puñado de old-schools. Miraras a donde miraras veías las típicas camisetas noventeras de los de Birmingham. Y tras un inicio con algunos temas más recientes como "Everyday Pox" o "The Wolf I Feed", contentaron a la mayoría de la gente con clásicos de toda la vida. "Suffer The Children" o "Scum" y los desquiciantes gestos de Barney son ya tradición. Lo que me sorprendió (para bien) fue la presencia de "Greed Killing", tema que eché en falta en su última a nuestro país.

Este era el momento en el que The Exploited tenían que haber salido a escena, pero el problema que tuvo Wattie Buchan en Lisboa en plena actuación hizo cancelar las siguientes citas debido a una mayor gravedad de la que se supuso inicialmente. Parece ser que su corazón le dio un pequeño aviso y en estos momentos se encuentra hospitalizado. Aún y todo podía haber sido peor, así que esperamos poder tenerlos cuánto antes.

Para la fecha de Oviedo la organización pudo meter un reemplazo de última hora, pero no así para las dos siguientes, con lo que a continuación tendríamos el verdadero plato fuerte del cartel. Unos Hatebreedque sin duda han creado legión dentro del movimiento y se nota. No se llegó al lleno pero la sala presentaba un muy buen aspecto con unos 3/4 de entrada. Salieron a fuego y sin más dilación; muy serios como acostumbran pero con un Jasta arengando a las masas con sus típicos saltos, bailes y puños al aire. El sonido fue bastante bueno durante todas las actuaciones y ahora no podía ser menos, muy potente y lo suficientemente limpio. Intercalaron temas de todas sus etapas en un set mucho más variado que el de su última visita por salas en 2011, y casi todos salieron satisfechos con temas como "Perseverance", "Live For This", "To The Threshold" o "The Defeatist" con el mayor pogo de la noche. Jasta era consciente de cómo lo estaba pasando la gente e intentaba picar a ambos lados del público para ver quién era capaz se subir más el volumen. También dieron cuenta de su último disco con la melódica "Honor Never Dies" o "Dead Man Breathing". Tras 60 minutos de reloj cerraron con "Destroy Everything" y no volvieron pese a estar anunciada una hora y cuarto. Fue el único pero a una gran actuación.