post-hardcore / alternative rock / pop punk / emo / pop rock
 Sleeping With Sirens
Feel
ZONA-ZERO
75
4 VOTOS
53
+
Sleeping With Sirens

Feel

Publicación:
Junio 2013
Sello:
Rise Records
Productor:
Cameron Mizell
Género:
punk-core
Estilos:
post-hardcore, alternative rock

MEDIA

Tracklist

  • 01. Feel
  • 02. Here We Go
  • 03. Free Now
  • 04. Alone (con Machine Gun Kelly)
  • 05. I'll Take You There (con Shayley Bourget de Dayshell)
  • 06. The Best There Ever Was (con Fronz)
  • 07. Low
  • 08. Congratulations (con Matty Mullins)
  • 09. Déjà Vu
  • 10. These Things I've Done
  • 11. Sorry
  • 12. Satellites

Miembros

  • Kellin Quinn: voz
  • Jesse Lawson: guitarra, coros
  • Jack Fowler: guitarra, teclados, program.
  • Justin Hills: bajo
  • Gabe Barham: batería

Análisis

por el 16 Sep 2013
3831 lecturas
Lo primero que me chocó al escuchar a Sleeping with Sirens fue la voz de su vocalista, Kellin Quinn. Fue hacerlo y pensar: "holy shit, no puede ser, ES UNA TÍA". Acto seguido, Hayley Williams de Paramore apareció en mi mente. Hago una pequeña google search  y resulta que el chaval es tenor ligero... y que le han puesto autotune en vena. De ahí que suene a veces casi estridente. El caso es que, y coged el siguiente comentario con pinzas de tender, entre su estrambótico rango de voz (en el contexto de un grupo de post-hardcore, eh) y la sobreproducción de la que adolece el disco, no puedo dejar de pensar en un Michael Jackson puestísimo de azúcar con una camisa rosa de Fall Out Boy puesta. Por supuesto, la camiseta le viene pequeña: es el gran Jacko, por todos los santos.

"Feel" es un grandísimo disco de pop-rock camuflado con guitarras metálicas, que necesita de numerosas escuchas para que todo encaje y haga "click" en tu cabeza. Las melodías y estribillos se van asentando, y os aseguro que para la décima vuelta ya adoras todos y cada uno de sus temas. ¿Hay algún problema? Sí. Ellos. Ellos son el principal obstáculo para que te animes a dar una primera escucha exploratoria. Sleeping with Sirens son un grupo con un claro público objetivo: las quinceañeras. Partiendo de éso, sumémosle el autotune que impera salvajemente en la mayor parte de los temas y una sobreproducción bastante evidente. Dicho lo cual, comprenderéis que es muy fácil dejarse llevar por los prejuicios y mandarles rápidamente al carajo. Pero paciencia, amigos, paciencia. Tragaros ese ego. Seguimos.
 
Con todo, han sabido sacar ese sonido sequito a las guitarras tan característico de las producciones de Terry Date (que no produce aquí, ojo), incluyendo la del magnífico "Sempiternal" de Bring Me the Horizon. Hasta la batería suena orgánica (aunque con más reverberación) que en aquel disco. Es justo el sonido que esperarías de un disco de post-hardcore modernito. Si me apuráis, hay algo de sonido nu-metalero: ¿os suena "The fake sound of progress"?

Al lío. Abren con "Feel", un tema que aclimata al oyente a lo que está por venir y que estalla en su estribillo poniéndolo todo perdido de ínfulas de U2. La voz y la sección de cuerdas son los culpables, señoría. Últimamente, gran parte del rock alternativo mainstream quiere sonar como U2 (30 Seconds to Mars, Dredg, Linkin Park). Ellos verán lo que hacen. Buen tema de cualquier forma. "Here we go" es un temazo lo cojas por doinde lo cojas: es muy difícil no dejarse embelesar con el falsete que abre la canción, lo sé. "Free now" es una preciosidad ponedora de bellos punteros: Kellin Quinn dedicando el tema a sus seres más queridos, quienes a su vez fueron los que menos dieron un céntimo por él, emociona. Y ya cuando habla de cómo le verá su hija como padre cuando crezca... chicos, me acerco a los treinta, y la paternidad es algo que me empieza a tocar de cerca. "Alone" emplea la misma fórmula compositiva de los chicos de Chester Bennington (¿habrán empleado StageLight, su software para componer?). Por Cristo, si hasta tiene rapeo final a lo Mike Shinoda. "I'll take you there" tiene un falsete tan irritante en el estribillo que casi cabrea: pero es que es otro buen tema, y firmo donde sea para atestiguarlo. "The best there ever was" es un acertado tema rápido, aliñado y mejorado por la intervención del grandísimo Fronz de Attila.

"Low", o la canción de la flauta dulce, es el single del disco y no, no seré yo quien contradiga tan acerta elección. Venga, que no todo es maravilloso: me sobra la bromita telefónica de Kellin Quinn asegurando que "kids definitely are not ready for this shit" para "Congratulations". Porque luego resulta que es un tema rockerillo, sencillito, sin más, en el que si "destaca" algo es la colaboración del vocalista de Memphys May Fire. Nenes, las bromitas telefónicas sólo molan si eres un pasado de vueltas como los Attila. Los cuatro últimos temas parecen hechos del mismo molde, porque son diabólicamente redondos. "Sorry", el tema que menos carga autotune lleva del todo disco, es una auténtica gozada. Y "Satellites" idem de idem: la voz está más desnuda sin tanto efectito, pero es que ahí es donde un grupo se la juega de verdad.

¿Os habéis fijado, no? En 2013 es fácil volver a tener dieciséis años: puedes tirar por el lado macarra de gorra plana y puritos Reig del último de Attila, o por el lado revientateens y flequillero de Sleeping with Sirens. Vuestra es la elección.


Lo Mejor: El disco fluye y es perfecto para este mes de septiembre. Believe me. Y si te gusta Paramore, prepárate para ser feliz.

Lo Peor: El mayor enemigo de este tipo de grupos, que parecen diseñados en un laboratorio para girar eternamente en el Warped Tour para audiencias teenagers, son ellos mismos. Los prejuicios son terribles. Impiden escuchar la música: tan simple como suena.
 


COMENTARIOS

4 Comentarios

  • 70 Bueno
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    gonzalo
  • 35 Malo
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    kiba
  • 76 Bueno
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    Jolocho
    Es, es.
  • 30 Malo
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    Millinomilesaway
    No me creo que sea un tío eso que canta
 

DISCOGRAFÍA