CRÓNICA

Un año más llegaba a escenarios asturianos el Noisyndicate, un festival que poco a poco, y a base de trabajo e ilusión, se va convirtiendo en una cita ineludible en la escena hardcore. Ajeno a modas, etiquetas y demás parafernalia la edición de este año tenía aparentemente un planteamiento más humilde que en otras ocasiones: menos grupos (solo tres) y de sobra conocidos todos ellos en los saraos de la región. No importó.

Un poco pasadas las ocho de la tarde comenzaba la descarga de los locales Stasi. Punk ruidoso y ruidista que hizo las delicias del respetable y empezó a meternos a todos en harina. Buen concierto el que se perdió la mayoría, pues la sala estaba aún medio vacía. Una pena, pues últimamente no se prodigan demasiado en directo por Asturias.

Justo después les tocaba tomar las tablas a One For Apocalypse. Sin miedo a exagerar, puedo asegurar que esta gente va camino de ser los Explosions In The Sky españoles. Van a más. Y así lo demuestran sus nuevos temas, en los que por cierto basaron prácticamente todo su repertorio (solo rescataron "Je suis la mort"). Un directo impecable, técnicamente muy pulcro, pero sin olvidar que, en esto de la música, lo realmente importante son las emociones. Y One For Apocalypse logran trasmitirlas con creces. Una pena que los modernillos de este país siguen mojando las bragas cuando los gigantes del post rock internacional visitan festivales como el Primavera y se olvidan de los grupos de pequeñas salas como el caso que nos ocupa. No saben lo que se pierden…

Y el festival tocaba a su fin. Llegaba el momento de Sugartown Cabaret, los cabezas de cartel. A los franceses se les quiere por aquí y ellos lo saben. Desde el primer segundo salieron convencidos de que tenía que ser su noche, pues prácticamente todos estábamos allí por ellos: porque son uno de los grandes grupos del emo francés y porque el año pasado a muchos nos dejaron helados. Con los temas de su flamante "Beyond foams" su show adquiere nuevos matices. Se enriquece. Pero los temas de este álbum fluyen con los de sus anteriores grabaciones con una naturalidad que pone los pelos de punta. Como los puso la celebradísima "Assis a regarder", el momento cumbre de la noche. Para acabar saliendo con una sonrisa de oreja a oreja, vamos.

Si hubiese que poner un pero a todo esto (para que no sean solo alabanzas) sería que la voz de Médéric probablemente no se oía todo lo que debía. En fin, cosas del directo.

De todas formas, ahora toca animar y felicitar a la gente de River Disaster y Green Mammoth, por seguir trabajando desde el underground (real) y montando algunos de los conciertos más interesantes de Asturias. Para quitarse el sombrero.

Como decimos por aquí: ¡Así sí