industrial metal / electronic / industrial rock
 Skinny Puppy
  • Skinny Puppy quiere demandar al gobierno americano

    Publicado el 6 de Febrero de 2014 por Javier Jiménez
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    Skinny Puppy quiere demandar al gobierno americano
    Skinny Puppy, una de las bandas pioneras del metal industrial, ha mandado una factura al gobierno americano por utilizar sus canciones sin pagar derechos de autor. El grupo canadiense reclama la bonita cifra de 666.000$ al Departamento de Estado de EEUU (similar al Ministerio de Exteriores español) por utilizar sus canciones sin permiso. La noticia no habría trascendido más allá de la mera anécdota si no fuera porque, supuestamente, la administración americana está utilizando los temas de la banda durante los interrogatorios en su Base Naval de Guantánamo (Cuba).

    Cevin Key, teclista e ideólogo de la banda, recibió informes de una fuente, de la que no quiere revelar datos para evitar represalias, que asegura que el Departamento de Defensa utiliza la música del grupo durante tramos que van de las 6 a las 12 horas al día. Según dicha información, este modus operandi permite a los agentes americanos quebrar la moral de los detenidos y conseguir que éstos realicen declaraciones sobre sus supuestas actividades delictivas. 



    El líder de la banda, que lleva en activo desde 1982 y que es considerado como uno de los precursores del sonido industrial de nuestros días, contó al canal canadiense CTV que en cuanto se enteraron de los hechos no se pensaron ni un segundo el reclamar esos derechos de autor. Además, admitió que se sienten ofendidos por cómo su música se ha utilizado como un arma para infringir daño a personas.

    Además, Key declaró que: “Un ex guardia de seguridad de Guantánamo, fan nuestro, contactó con nosotros para avisarnos que algunas nuestras canciones estaban siendo utilizadas, con regularidad, como forma de tortura durante los interrogatorios a los reclusos. En principio pensamos en publicar en la portada de nuestro nuevo álbum la factura presentada al gobierno americano con todos los gastos por los servicios musicales ofrecidos involuntariamente, pero luego hemos decidido, en serio, presentar la factura al Departamento de Defensa de Estados Unidos. Han utilizado sin permiso nuestra música y, cosa aún más grave, para hacer daño a otros seres humanos. Me ofende saber que nuestras canciones hayan sido transformadas en armas de tortura. Es simplemente inaceptable y la única manera que tenemos de demostrar nuestra oposición a cosas como esas es dar a la administración donde más duele: en el bolsillo“.

    Podéis ver su entrevista en la CTV (en inglés) en este enlace.


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