CRÓNICA
F*ck Censorship 2020
Crim, The Baboon Show, Sínkope, Kaotiko, El Último Ke Zierre
01 de Febrero de 2020
por Vicente Madrigal Villena (Alicante)
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Crim, The Baboon Show, Sínkope, Kaotiko, El Último Ke Zierre
Para un fan del punk no hay nada mejor que una sesión de sábado tarde-noche para levantarse la cresta y calzarse las botas del pogo. Y eso fue lo que ofrecía un año más el F*ck Censorship, festival creado por y para los grupos que no se callan ni una y que gritan bien fuerte a favor de la libertad de expresión. Esta edición se iba a caracterizar por no tener grandes nombres, pero sí algunas novedades materializadas en grupos que nunca habían pisado tierras villenenses hasta ahora.


Cuando tienes la oportunidad de ver aThe Baboon Show por primera vez en directo, acabas entendiendo por qué parecen estar en todos y cada uno de los festivales que se celebran en nuestra península. Lo de estos suecos trasciende muy de largo su sonido de estudio y se convierten en una apisonadora de rock'n'roll cuando toman el escenario. Tanto sus instrumentos como el enorme vendaval que es la vocalista Cecilia Boström no dejaron a nadie quieto en su sitio y solo pudimos botar y mover el cuello durante toda la hora de su directo. Por supuesto, el apoteosis llegó con "Radio Rebelde" y Cecilia saltando al público para disfrutar con nosotros.

El mejor concierto del festival según mi humilde opinión fue el de Kaotiko. Nadie consiguió levantar al público como ellos lo hicieron, y consiguieron petar el recinto de la plaza de toros siendo solo las seis y media de la tarde. Tuvieron como punto álgido ese gran tema que es "Otra Noche", con todo el público coreando sus letras. Una estupenda sorpresa que demuestra que el rock vasco no es solo La Polla.

Segismundo Toxicómano sorprende a primera vista por el lavado de imagen de la banda (logos, artwork, etc.), algo que les viene bien y es muy acertado teniendo el cuenta el nombre tan poco sugerente que tienen. Gustó mucho lo contundente y rabioso de su directo, tocaron temazos como "Hoy Como Ayer" o "La Justicia Del Oso Blanco" y ejercieron de perfectos teloneros para el cabeza de cartel que venía a continuación.

La verdad es que Boikot no tuvieron su mejor noche. Y no es porque no le pusieran empeño, pero la cosa ya empezó torcida. Un extraño sonido robótico se escuchaba de vez en cuando, quizá causado por algún fallo técnico de los sampleos, o quién sabe por qué. El caso es que ese detalle pasó prácticamente inadvertido y su concierto levantó el ánimo a todo el mundo allí dentro, como siempre consiguen, a base de ese setlist lleno de versiones que empezamos a tener todos en nuestra cabeza grabado a fuego de repetirlo tanto: "Skalashnikov", "Bubamara", "Hasta Siempre Comandante", "Bajo El Suelo", "Cualquier Día" y ese largo etcétera que todos conocéis. Eso sí, volverán y allí que estaremos para verlos, una vez más.

Y hasta aquí fue todo lo que dio de si el F*ck Censorship de este año. Como único punto negativo, lamentar la penosa idea de los cuatro "iluminados" de turno de lanzar vasos llenos de cubitos contra la gente y que dieron algún que otro susto. Como punto a favor, los 4.000 asistentes que no daban ni mucho menos sensación de agobio pero que representaron una buenísima entrada, y el buen ánimo de todos los grupos de levantar el ánimo a la gente durante la jornada, todo ello con la defensa de la libertad de expresión como telón de fondo.