
Año: 2004
País: Francia
Directores, actores, guionistas: Benoît Delépine, Gustave de Kervern
SINOPSIS Narra la historia de 2 vecinos que se odian y que son atropellados durante una discusión. Ambos salen de la clínica en silla de ruedas. Cada uno de ellos decide hacer un viaje personal y abandonan la idea de suicidarse, pero el destino de ambos les vuele a unir en una estación de tren. Comienzan una odisea imprevisible pero esta vez juntos: obtener una compensación económica por parte de los responsables de su accidente.
Aaltra es una película extraña y con un humor bastante cabrón. La película hace embarcar a dos vecinos en una aventura en silla de ruedas tras sufrir un accidente con un camión grúa, su destino Finlandia donde donde se encuentra la empresa Aaltra y donde irán a reclamar una indemnización por los daños causados tras el accidente.
Pese a lo sufrido no consideraría que esta es una película dramática, los protagonistas dejan atrás sus aburridas vidas y viven una gran y divertida experiencia donde tendrán situaciones bizarras y bastante lejos de llamarse normales, contado todo esto de una manera casi pudiéndolo comparar con el cine mudo ya que apenas hay diálogos. Incluso diría que no hay ni un ápice de sufrimiento en los protas al verse en silla de ruedas, es más, utilizan constantemente su situación para que cualquier persona que se les cruce en el camino pueda ayudarles a seguir rodando hacia Finlandia, demostrando durante su estancia con quien les acoge que de pena por estar en silla de ruedas nada de nada.
Aaltra (sobretodo de la segunda mitad hacia el final) parece más una sucesión de gags que otra cosa y si le añadimos a todo esto un poquito de mala leche nos encontramos con una película que a mi me ha sorprendido gratamente, por original, por la historia en si y porque me he reído bastante con ella (gran final), pese a que al principio cuesta un poco meterse en ella, desde la segunda mitad hasta el final es una sucesión de momentazos.
Puntuación: 7/10
Por último decir que estoy casi segura de que me la ha enviado Boli, más que nada por descarte
