Carach Angren (Black Sinfónico del bueno)

Dispuesto a hacer justicia a esta enorme banda me hallo. Carach Angren es una banda holandesa que practica un black metal sinfónico de libro. Tenebroso, teatral, incluso romántico con ese aura que parece salida de una de la Leyendas de Becquer (acentuado por sus letras sobre maldiciones y barcos fantasma), son algunos de los adjetivos que vienen a mi cabeza cuando les escucho. Les descubrí en una gira que pasó por mi ciudad en la que teloneaban a Dark Funeral, y casi que molaron más que los suecos. Es imprescindible escuchar cronológicamente los álbumes de esta banda, para entender su evolución y asimilarles mejor. Os dejo tres temas, uno por disco. El primero es de lo mejor que he escuchado en el black sinfónico:

Tengo que catarlo, el anterior me lo escuché, pero sinceramente, no me decía nada. La orquesta sonaba de puta madre y todo lo que quieras, pero luego la música... a ver con este...

Tengo que catarlo, el anterior me lo escuché, pero sinceramente, no me decía nada. La orquesta sonaba de puta madre y todo lo que quieras, pero luego la música... a ver con este...

Esta gente no usa orquesta por lo que tengo entendido, lo hace todo el teclado. Y si el anterior no te gustó por el aspecto sinfónico, en este se acentúa más todavía...

Tengo que catarlo, el anterior me lo escuché, pero sinceramente, no me decía nada. La orquesta sonaba de puta madre y todo lo que quieras, pero luego la música... a ver con este...

Esta gente no usa orquesta por lo que tengo entendido, lo hace todo el teclado. Y si el anterior no te gustó por el aspecto sinfónico, en este se acentúa más todavía...

Entonces no eran estos... Pero sé que a éstos los escuché, pero vamos, que no me quedé con nada. No, si a mí el tema orquesta y tal me chifla cosa mala, pero por muy bien hecho que esté si las canciones no me dicen nada...

Soy muy especialito para el black progresivo y/o sinfónico. De gustarme gustarme, sólo me gustan los franceses Smohalla. Pero porque le meten mucho avant-garde. A los fans de Devin Townsend les molará, por el bizarrismo:

Apunto