por clashcityrockers » Jue Sep 30, 2010 10:18 am
jajaja, no lo tomo en vano, aunque si quieres me fustigaré con un regaliz rojo
me alegra de que os haya gustado, y la historia que lo envuelve. aqui un pequeño relato del día antes y la llegada a Seydisfjordur, el pueblo en cuyo garito escuché a la banda. tenía ganas de escribir, y ninguna de currar, y me ha gustado relatar aquello
Un día duro. Un dia duro como ya quisiera para hoy, para ayer, para mañana. Nos despertamos en Berg muy pronto, despues de habernos acostado muy tarde, como siempre. Fuimos a Husavik. Vimos ballenas, nos mojamos y pasamos frío (con lo bien que se está calentito en la oficina con la mirada perdida en el infinito), hicimos compras en un supermercado llamado KASKO (!) y tiramos dirección Detifoss, una cascada espectacular, con un caudal inmenso.
La cascada se podía ver desde las dos orillas. Un lado mas accesible pero menos espectacular. El otro lado, con unas vistas brutales, pero con un acceso de lo más cabrón. Como buenos estetas amantes de lo bello, optamos por el camino dificil. Una vez más.
Con un turismo normal, nosotros teníamos restringidas las carreteras catalogadas como F. Pues bien, esta pasó el examen por los pelos, o directamente sobornó con una manzana a los examinadores. 30 kilómetros. Más de 2 horas y media de bamboleo, baches, pedrolos inmensos que esquivar y/o retirar del camino. Y llegamos a la cascada. Desde nuestro privilegiado lado podíamos ver a la gente que había accedido por el camino fácil, por el de la gente normal, en media hora y comodamente, el camino de los perdedores y los cobardes. Claro, llegarás pronto a tu destino, podrás cenar pronto, tomarte una cerveza tranquilo, sobre todo, no tener que conducir de noche, pero no has tenido la mejor vista, so PERDEDOR
Doscientas fotos y después de dejar clara nuestra superioridad, volvimos al coche. Otras más de dos horas y media de baches, tensión, bamboleos. Nos adelantaban 4x4 continuamente, imagino que pensarían en qué ostias haciamos con un coche así en un camino de esas caracteristicas. Estetas, somos estetas, recuerdalo bien. Somos capaces de esto, de y más.
Relevamos conductor (la pista, ida y vuelta, me la comí yo) y, no contentos con la tardanza acumulada durante todo el día, nos dedicamos a parar cada dos por tres porque había una luz increible, un par de arco isis paralelos inmensos que duraron como media hora (nuevamente: como se lo curraron los de atrezzo e iluminación).
Así que volvimos a tener que hacer la llamada de rigor al hostel con la frase hecha de "I hope this is not a problem", porque esta vez no llegabamos tarde, sino tardísimo. De hecho, nos dejaron la llave puesta en la habitación. Llegamos como a las 12 de la noche a Seydisfjordur, un pueblo acojonante, cuna de bohemios, artistas, musicos, es decir, de vagos y maleantes. El pueblo te recibe con un letrero luminoso en una colina con su nombre, al estilo Hollywood. El hostel, de madera, de los más acogedores. Unos italianos con los que habíamos coincidido ya varias ocasiones se partieron el culo al vernos llegar nuevamente tarde. Preparamos en silencio spagetti con tomate y queso, y abrimos cerveza. La cerveza, aguada y de dos grados, como la que venden allí en los supermercados, pero con la que brindamos por un día perfecto.