Opeth - Pale Communion (26 agosto) FILTRADO

Focus es una gozada a mi el Traced in Air me gusto pero claro no es igual ... tambien es cierto que se separaron y demás y pasaron como 12 o 13 años?

El traced in air mola bastante, le falta algo que si le estoy viendo a este último. Y si, rollo más de 10 años. Es más, yo los descubrí cuando se volvieron a juntar y telonearon a Opeth.

El traced in air mola bastante, le falta algo que si le estoy viendo a este último. Y si, rollo más de 10 años. Es más, yo los descubrí cuando se volvieron a juntar y telonearon a Opeth.

yo tambien los descubri en un bolo de Opeth .. en 2008 cuando vinieron opeth cynic y the ocean

El traced in air mola bastante, le falta algo que si le estoy viendo a este último. Y si, rollo más de 10 años. Es más, yo los descubrí cuando se volvieron a juntar y telonearon a Opeth.

yo tambien los descubri en un bolo de Opeth .. en 2008 cuando vinieron opeth cynic y the ocean

Y diria que el cantante es medio catalán o algo así.

Cohone, vamos a decargarlo a ver que tal suena.

Llevo un tiempo bastante desconectado de Opeth... No tengo ni idea de por donde han tirado esta vez, musicalmente hablando. ¿Siguen con el rollo del anterior disco (el cual me decepcionó bastante) o han vuelto a sus raices más death metaleras?.

Opeth ya no va mirar para atras nunca ... Otro discazo de voz melodica y estructuras complejas

Mikael nunca ha descartado volver al death metal, pero ahora mismo lo que le pide el cuerpo es lo que están haciendo actualmente. Eso sí, de volver a hacer algún disco con toques death, me temo que compondrá un par de temas como mucho en el que meta pequeñas dosis de guturales (vamos...en la línea del Watershed).

Mikael nunca ha descartado volver al death metal, pero ahora mismo lo que le pide el cuerpo es lo que están haciendo actualmente. Eso sí, de volver a hacer algún disco con toques death, me temo que compondrá un par de temas como mucho en el que meta pequeñas dosis de guturales (vamos...en la línea del Watershed).

Pero Watershed tenía esa bestialidad de tema llamado heir apparent, de lo más bruto que ha compuesto Mikael.
Sobre el disco, ya había dado mi opinión. Ahora que por fin me llegó y después de sucesivas escuchas, mantengo que es mucho mejor que Heritage, acá si encontramos temazos como esa Eternal rains will come que es enorme, pero en si, 0 novedad. Esto es prog rock clásico, calcadísimo a lo que los grandes exponentes del genero hicieron en los 70. Lo que se les puede reprochar es que quizás el cambio suena bastante forzado. Poco más que aportar en un estilo que de por si es bastante purista y donde ya se dijo todo lo que se tenía que decir, lo que no quita que sea un muy buen disco (que lo es). pero Opeth era sinónimo de sopresa, y eso creo que se perdió.

me está gustando el de Cynic, ... nunca les había hecho caso, ...

no jodas! son un grupazo !!!!!!

nunca es tarde cuando la dicha es buena

Muy buen disco este Pale Communion, más ensamblado que Heritage, a mi parecer ... es cierto que flojea un poco en el tramo central (canciones 5 y 6) pero en lineas generales es un disco notable. Ya que hay que asumir que Opeth jamás volverá a hacer discos ni siquiera como Watershed, pues contentarse con ésto tampoco está nada mal.

mi reseña para el Popu:

A estas alturas es sencillo confiar en Mikael Åkerfeldt y compañía, pues tras una decena de discos el resultado supera el notable. Siempre existirán los inconformes, aquellos que piensan que cuando la banda abandonó el rugido, perdió su fuerza, su coherencia, su identidad. Nada más lejos de la realidad. Opeth comenzaron hace una veintena de años con un disco que ya dejaba entrever las intenciones de los suecos. Ya con “Damnation” (2003, Koch) suavizaron su propuesta, aunque sin perder la calidad compositiva que los caracterizaba, pero el cambio dio lugar a la polémica. Algo parecido ha sucedido con otra de las formaciones estrella dentro del metal, Mastodon, que desde el otro lado del charco han redibujado su mundo sonoro, transformándolo en otro más accesible, aunque repleto de arte. Casos similares, mismo efecto. “Heritage” (2011, Roadrunner) trastocó los planes de muchos fans, pero los que amamos la música más allá de las etiquetas, seguimos flotando con los pasajes de una las bandas más increíbles de nuestra era. Estaba claro que Åkerfeldt no iba a regresar a los postulados de Death y compañía, algo que por otro lado me parece totalmente lógico, ya que es el artista el que tiene que sentirse cómodo con lo que hace. Revisados los precedentes, solo me queda decir que Opeth acaban de grabar otro excelente álbum, y hasta me atrevería a decir que superior a su predecesor. Tiempo al tiempo. Mezclado de nuevo por el inefable Steve Wilson (Porcupine Tree, No Man, Blackfield), “Pale Communion” se compone de 8 temas que harán las delicias de los amantes del metal progresivo, ya que supone el equilibrio perfecto entre la poesía épica y la contundencia instrumental. La inicial “Eternal Rains Will Come”, en la que Martin Axenrot realiza una labor en las baquetas que es para quitarse el sombrero, inicia el vuelo de una manera absolutamente elegante y clásica. El mundo dibujado por Åkerfeldt es idílico, límpido, repleto de sueños y metáforas. “Cusp of Eternity” es el perfecto single, de hecho las partes vocales son totalmente adictivas, dotando al tema de un clasicismo heavy que embauca de manera soberbia. “Moon Above, Sun Below” nos recuerda lo grandes que son escribiendo temas de larga duración, pues dan cabida a todas sus facetas como músicos. Curiosamente, los coros los acercan a sus coetáneos Bigelf. Precioso final. Con “Elysian Woes” Åkerfeldt nos brinda un ejercicio de majestuosidad interpretativa que pone de manifiesto su egocentrismo musical, algo que se agradece, pues es un mago de las notas. Increíble como dibujan la modernidad en “Goblin”, con esos tintes jazzísticos tan agradables al oído. “River” es uno de los mejores temas del disco, y de hecho cuenta con unos dejes guitarreros a lo Lynyrd Skynyrd que no hacen otra cosa que confirmar el buen gusto de nuestro admirado Åkerfeldt. Esta deliciosa obra finaliza con la epopeya “Faith in Others”, inconmensurable ejercicio de épica vocal y poesía introspectiva. Opeth son dignos sucesores del progresivo más clásico, portadores de la llama musical que ilumina los tristes días de la Europa actual.
Manuel González
9

Pedazo de dinamita, muy en la linea del anterior, aunque eso si, se echa y mucho de menos los guturales del sr Akerfeldt

Me ha encantado la crítica, Dryuss! A mi también me gusta esta actitud que han cogido Opeth de reivindicar, revisar y hacer estandarte del rock - metal progresivo más clásico.

mi reseña para el Popu:

A estas alturas es sencillo confiar en Mikael Åkerfeldt y compañía, pues tras una decena de discos el resultado supera el notable. Siempre existirán los inconformes, aquellos que piensan que cuando la banda abandonó el rugido, perdió su fuerza, su coherencia, su identidad. Nada más lejos de la realidad. Opeth comenzaron hace una veintena de años con un disco que ya dejaba entrever las intenciones de los suecos. Ya con “Damnation” (2003, Koch) suavizaron su propuesta, aunque sin perder la calidad compositiva que los caracterizaba, pero el cambio dio lugar a la polémica. Algo parecido ha sucedido con otra de las formaciones estrella dentro del metal, Mastodon, que desde el otro lado del charco han redibujado su mundo sonoro, transformándolo en otro más accesible, aunque repleto de arte. Casos similares, mismo efecto. “Heritage” (2011, Roadrunner) trastocó los planes de muchos fans, pero los que amamos la música más allá de las etiquetas, seguimos flotando con los pasajes de una las bandas más increíbles de nuestra era. Estaba claro que Åkerfeldt no iba a regresar a los postulados de Death y compañía, algo que por otro lado me parece totalmente lógico, ya que es el artista el que tiene que sentirse cómodo con lo que hace. Revisados los precedentes, solo me queda decir que Opeth acaban de grabar otro excelente álbum, y hasta me atrevería a decir que superior a su predecesor. Tiempo al tiempo. Mezclado de nuevo por el inefable Steve Wilson (Porcupine Tree, No Man, Blackfield), “Pale Communion” se compone de 8 temas que harán las delicias de los amantes del metal progresivo, ya que supone el equilibrio perfecto entre la poesía épica y la contundencia instrumental. La inicial “Eternal Rains Will Come”, en la que Martin Axenrot realiza una labor en las baquetas que es para quitarse el sombrero, inicia el vuelo de una manera absolutamente elegante y clásica. El mundo dibujado por Åkerfeldt es idílico, límpido, repleto de sueños y metáforas. “Cusp of Eternity” es el perfecto single, de hecho las partes vocales son totalmente adictivas, dotando al tema de un clasicismo heavy que embauca de manera soberbia. “Moon Above, Sun Below” nos recuerda lo grandes que son escribiendo temas de larga duración, pues dan cabida a todas sus facetas como músicos. Curiosamente, los coros los acercan a sus coetáneos Bigelf. Precioso final. Con “Elysian Woes” Åkerfeldt nos brinda un ejercicio de majestuosidad interpretativa que pone de manifiesto su egocentrismo musical, algo que se agradece, pues es un mago de las notas. Increíble como dibujan la modernidad en “Goblin”, con esos tintes jazzísticos tan agradables al oído. “River” es uno de los mejores temas del disco, y de hecho cuenta con unos dejes guitarreros a lo Lynyrd Skynyrd que no hacen otra cosa que confirmar el buen gusto de nuestro admirado Åkerfeldt. Esta deliciosa obra finaliza con la epopeya “Faith in Others”, inconmensurable ejercicio de épica vocal y poesía introspectiva. Opeth son dignos sucesores del progresivo más clásico, portadores de la llama musical que ilumina los tristes días de la Europa actual.
Manuel González
9

Excelente critica

Pues he probado 4 veces de escucharlo y no paso de la intro. Es que no me gusta nada esa intro y ya se me quitan todas las ganas.