Lo asqueroso, porque así es como me siento, es el día después de una juerga cuando no puedes ni respirar del paquetazo entero que te has fumao la noche anterior.
Espero tener fuerza porque de verdad me gustaría no tener la necesidad de fumar pero es chungo y no sé yo si los milagros que hay por ahí funcionarán; yo intentaré que mi propia voluntad obre ese milagro y que no me alteren mucho cosas como el Málaga que por un mosqueo en un partido fue la razón por la que volví a fumar hace un par de años cuando lo deje por dos meses
