Esta semana se cumplía un año de nuestro concierto en el WiZink Center
, antiguo Palacio de los Deportes de Madrid. Se dice pronto.
Quien no conozca el recorrido de esta banda probablemente no alcanzará a poner en valor un hecho como este. Más allá de cifras, esto constituyó un hito para BTX, para nuestro equipo y para mucha gente. De alguna manera siento que pusimos banda sonora a un logro colectivo, que nadie lo entienda como soberbia, probablemente no sea más que una sensación.
Quien no estuvo en la Jimmy Jazz de Vallekas o en la extinta sala Alien –nuestro debut en Madrid-, quien no supo del pase clandestino de Berri Txarrak bajo el pseudónimo de JMH Trío en la Ritmo y Compás debido a las presiones y a la censura; quien no acudió a nuestros conciertos en el Gruta 77, la Arena/Heineken o la Rock Kitchen, el Parque de la Cornisa, las fiestas de Vallekas... quien no se enteró de la concentración de nazis en la puerta de la Caracol, bolo cancelado –uno más- que nos empecinamos en ofrecer a nuestro público cómo y donde fuera posible (lxs fans que estuvieron en aquella discoteca en Fuenlabrada saben de lo que hablo)... Quien nunca fue empujado por los seguratas de una sala cuyo nombre no quiero acordarme después de encenderte las luces para que plegaras cuanto antes porque empezaba la discoteca... Quien no quiso cubrir nuestro primer sold out en la Joy Eslava
, señales de que algo estaba ocurriendo... quien no vio nuestro nerviosismo e ilusión al compartir catering con Rise Against
o Refused
, o al participar en festivales de tan distinto pelaje... Quien no vio los abrazos y las lágrimas de gozo en camerinos con Carola Pérez
, con Pau Panda Artist
y toda la familia Panda Artist
, con la gente de Ayuken Management & Productions
o con el BTX Crew una vez terminado el concierto en una abarrotada La Riviera
(la puta Riviera, joder!), pudiendo además invitar a bandas que admiras como The Secret Society
, Biznaga
o Viva Belgrado
entre muchas otras; con nuestros errores, obviamente, pero haciendo las cosas con cariño y a nuestra manera.
Quien no conozca todo esto quizá no llegue a entender jamás lo que supuso celebrar 25 años de carrera (de miles de alegrías, hasta de privilegios si se quiere pero sí, también de obstáculos) en el WiZink Center, como último escalafón para despedir a tu público y a una ciudad como Madrid como se merece.
Y sentir que, al menos en varios de esos 150 minutos de concierto, los infrasonidos hicieron temblar eso que llamamos el status quo: este tinglado musical que, reconozcámoslo, jamás estuvo hecho para bandas como la nuestra. Seguramente haya más lecturas posibles, pero por momentos fuimos polizones en ese gran crucero al que nadie nos invitó. Han existido, existen y existirán más bandas, claro que sí. Solo hay que estar alerta y prestarles nuestros oídos un rato. Solo hay que sentir curiosidad por saber qué otra música puede haber oculta detrás de esas montañas de likes con las que nos tapan la vista constantemente, preguntarse qué pasaría si al menos por una vez desobedeciéramos al algoritmo.
No sé, a veces hay que parar la maquinaria para tomar perspectiva y valorar las cosas como es debido. Aunque solo sea por respeto al público.
Nunca fue fácil. No siempre fue posible. Por eso esa noche de Madrid fue para mí algo remarcable, algo para el recuerdo. Espero no ser el único que sintió algo parecido. Gracias a toda la gente que lo hizo posible, que es muchísima. Que no se rompa el hilo que nos une. 🍀
Cuidaos mucho 🖤
Gorka Urbizu
(📷 Ibai Arrieta)