CRÓNICA

Aunque quizás para la mayoría de la gente el concierto que se realizó el pasado jueves 22 de Septiembre en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona - y no en la 3 como estaba previsto desde un principio antes de que se completara la sala días antes - pasó más que desapercibido, lo cierto es que para gran parte de los que llevamos varios años buscando información sobre grupos en internet, dredg era uno de las bandas que mayor expectación e interés nos habían despertado.

Ya son diez años desde su formación, y sobre todo tres en los que, tras la aparición de “El Cielo”, segundo disco en la carrera de este cuarteto, la banda había dado un importante salto que cuanto menos se merecía una gira europea como la que han llevado acabo este verano. Y es que muchas y muy buenas eran las críticas que habían recibido sus discos pero siempre quedaba el gusanillo de presenciar en vivo si toda la idolatría que despertaba este grupo de culto era desproporciona o no.

Así, tras una sesión del DJ telonero de dredg basada simplemente en pinchar temas de grupos famosotes dentro del rock como The Mars Volta, At the Drive-In, Standstill o QotSA, y que bien se podrían haber ahorrado, llegaría el momento esperado por todos con una puntualidad exquisita: el concierto de dredg. El inicio no pudo ser mejor, con dos temas tan redondos como "Ode to the Sun" y "Same Ol´Road" dredg se ganaron desde el principio el fervor de todo el público que no paró de animar en todo momento y que completaba la mitad de la sala. Agradecidos por estas muestras de apoyo, la banda no tardó en mostrarse muy cercana a su público y en especial Gavin Hayes, su frontman y cantante, que estuvo muy atento con sus seguidores. Además, no paró tampoco de moverse salvo para tocar la atípica guitarra en temas como “Bug Eyes”, primer single de su último disco, u otros como “The Canyon Behind Her”, en los que la única luz del escenario que en esos momentos iluminaba se centraba en él. Mientras, su batería y pianista Dino Campanella sobresalió por su contundencia y por intentar darle una nueva vuelta de tuerca a sus composiciones, mientras que por otro lado el tandem formado por Mark Engles (guitarra) y Drew Roulette (bajo), aunque algo parados, desarrolló a la perfección su labor instrumental. No hubo muchos ‘peros’ al concierto, a lo que ayudó el buen clima y el buen sonido de la sala que sorprendió sobre todo a los asiduos a ella. Tal vez el pequeño fallo de sonido en el micro durante el tema “Tanbark” o quizás el setlist, que fue bastante conservador, basándose sobre todo en los éxitos de sus dos últimos discos puedan “empañar” la gran noche que nos ofrecieron el cuarteto de la ciudad de Los Gatos que terminaron dando la impresión para muchos de que la próxima vez que los veamos será en un escenario más acorde con su grandeza.

Mención especial a su cantante Gavin que se quedó más media hora firmando y fotografiándose con mucho de sus seguidores, entre los que me incluyo, a los que consiguió alegrar todavía más la noche.



Fotos: Rubén Gonzalez