CRÓNICA

Hacía más de dos años que Frank Turner no visitaba Barcelona. Su último paso por la ciudad condal se producía en 2014, en la misma sala en la que repetía anoche. Anteriormente ya había subido a las tablas de Razzmatazz en 2013, un concierto épico junto a los archiconocidos Dropkick Murphys. Que un artista se deje caer casi cada año desde ese entonces denota la imparable carrera de uno de los proyectos más respetables de la escena folk-rock internacional. Esta vez, con su sexto disco bajo el brazo, Frank Turner y su banda (The Sleeping Souls) volvían a llenar la Bikini presentando su última referencia “Positive Songs For Negative People”, grabado y editado en 2015.

Serían alrededor de las 21h cuando bajamos la pasarela que conducía a la sala. El vocalista de  Ducking Punches (un muchacho de Norwich que también presentaba nuevo disco) entonaba con su guitarra las canciones que en este se incluían.

Sin pretenderlo, el carisma del artista empezaba a caldear el ambiente. Aunque los cortes eran desconocidos para la mayoría de nosotros nos íbamos agolpando en las primeras filas matando dos pájaros de un tiro. Cuando el último tema sonaba hipnótico tan solo acompañado de su guitarra acústica y su voz apunté mentalmente que escuchar “Dance Before You Sleep” serían mis deberes de mañana.

A las 21.30h todo estaba listo para recibir a Frank y a los suyos. Sin muchas dilaciones la intro de “The Next Storm” empezó a sonar mientras los músico tomaban sus posiciones arropados por la euforia del público. Tras descargar el primer tema el ex-cantante de Million Dead agradeció a los presentes el estar en su concierto número 1.864. Hizo lo típico de chapurrear algunas cosas en catalán (más adelante intentaría arrancar “Eulogy” en dicha lengua con cierto éxito). The Sleeping Souls es desde luego un combo de músicos excepcionales a los que les sobra tablas y experiencia pero que no adolecen de falta de energía. Así sonaron “The Road”, “Losing Days”, “Peggy Sang the Blues” y la espectacular “I Am Disappeared”, que me puso los pelos de punta.

“Positive Songs For Negative People” no tiene, desde luego, nada que envidiar a sus predecesores. Quizá el factor más folk se haya perdido pero la esencia rock sigue más viva que nunca, y es así como cayeron “Mittens” o la melancólica “Josephine” entre otras. Algo menos de dos horas de concierto que se hicieron extremadamente cortas, incluso contando con algunos parones como la explicación del crowdsurfing que se disponía a realizar una fan alrededor de toda la sala.

“Tattoos”, “The Ballad of Me And My Friends”, “Glory Hallelujah”, “Recovery” e incluso unos segundos sorpresa de “Ace of Spades de Motorhead” fueron visto y no visto. Y quizá el momento más íntimo se alcanzó con la interpretación de “Get Better” sin el resto de la banda. Asimismo, en el último trayecto, sonaron los hits “I Still Believe” y “Four Simple Words” que pusieron a todo el mundo a bailar y a saltar sin ningún tipo de control, en un ambiente que parecía más un concierto de hardcore (salvando las distancias) que de folk.

Frank, sudado hasta las trancas, y el resto de los Sleeping Souls parecían agotados y tras una breve despedida se marcharon por donde habían venido (preparados para hacer lo propio en Valencia, Santander, Gijón y Madrid en los días siguientes). Igual que nosotros, que con la sonrisa en la cara y el gesto de aprobación salimos de allí convencidos de que si vuelven en 2017, allí estaremos.