CRÓNICA

Debido a la puntualidad del evento, llegamos sólo a la parte final del show de la banda local Dimera. Tres canciones, sí, pero pudimos apreciar todo el potencial de su Groove/thrash metal a destacar una más que brillante versión de “Aesthetics of Hate” de Machine Head, les seguiremos la pista muy de cerca.

Turno para los granadinos, con puntualidad británica, a las diez de la noche tomaron las tablas de La Trinchera, para darnos una vez más todo un recital de fusión metálica y rimas, con la bandera de Andalucía independentista presente, empezaron con “Que la Tierra te Sea Leve”, “Mis Barraqueras” y “Gabinas de Cochero”, sin tregua, para noquearnos y dejarnos a su merced.

La Trinchera registró una buena entrada de público. El sonido estuvo más que a la altura, cuidado al detalle por el personal de la sala; compartiendo impresiones después, quizás la batería un poco floja pero nada que desmereciera el conjunto.

Aitor no paraba, el humor no podía faltar, entre tema y tema, hasta nos deleitó con un párrafo de “Profecía” del poeta Diego de León. Tuvo para todos: “A ver los fotógrafos, que luego nos sacáis gordos”, “Tres entrevistas nos han hecho y en las tres preguntaron sobre la bajada de tensión del concierto de Málaga del año pasado”, lo cual dio pie a la broma “Ahora es cuando nuestro batería se desmaya”, genio y figura.


Al presentar el tema “Andaluz de Nacimiento”, nos hizo imaginar a ciertos personajes políticos paseando a caballo por la feria y hasta incluso dejaron un par de entradas en taquilla a nombre de Antonio Banderas y Celia Villalobos, ahí queda eso…

El maestro Paco Luque repartiendo notas y riffs, acompañado por Quini Valdivia, que no para de saltar, partirse el espinazo y el cuello. Álex Bedmar con su garra rellenando el conjunto y Javi Cordovilla con seguridad y percutiendo a tope, se le notaba con ganas, no debe de ganar para parches.

El repertorio estuvo basado en una primera parte por una amplia muestra de coplas de su última entrega “Siempre Soñé…” y pinceladas de “Crisis de Claridad”, “El que la lleva la Entiende” y “Querer creer, creer querer”. Para la parte final se reservaron un muestrario basado en “Me duele la boca de decirlo”, si ya el personal estuvo motivadísimo, en esta parte final del show fue el desmadre.

Los Zulús están en plena madurez musical, con muchas tablas y seguridad en directo, en mi opinión con “Siempre Soñé…” han editado su obra más completa, estoy convencido que aún no han tocado techo en creatividad y nos depararan muchas más alegrías en un futuro, desde Zona-Zero brindamos por ello.




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