indie rock / post-hardcore / screamo / hardcore / acoustic / art rock
 Standstill
Dentro de la luz
ZONA-ZERO
70
9 VOTOS
54
+
Standstill

Dentro de la luz

Publicación:
Mayo 2013
Sello:
Buena Suerte
Productor:
Enric Montefusco, Ricky Falkner
Género:
pop-rock, otras tendencias, nacional

MEDIA

Tracklist

  • 01. Que no acabe el dia
  • 02. Conjuro de todos los tiempos
  • 03. Adiós, madre, cuidate
  • 04. Tocar el cielo
  • 05. Pequeño pájaro
  • 06. Nunca, nunca, nunca
  • 07. ¿Puedo pedir?
  • 08. Me gusta tanto
  • 09. Vuela, extranjero
  • 10. Si vieras
  • 11. La casa de las ventanas
  • 12. Un sitio nuevo

Miembros

  • Enric Montefusco
  • Piti Elvira
  • Ricky Falkner
  • Ricky Lavado

Análisis

por el 14 Nov 2013
4607 lecturas
Primero las cartas sobre la mesa. Standstill me parecen desde el “Memories Collector” uno de los mejores grupos de este país y de los que he escuchado en la vida. Son creativos, se reinventan constantemente, se montan pajas conceptuales, exploran las barreras de los géneros que tocan y tienen estilo propio. Joder, no es poco. Así que al poco tiempo de saber que estaban componiendo la continuación de ese experimento llamado “Adelante Bonaparte” uno ya babeaba. Peeeeero, tampoco soy fan acrítico: el crowdfounding tal como se planteó me pareció una tomadura de pelo, pagabas más pasta por música por hacer que por el propio disco comprado en tienda. Pero bueno, por lo visto la jugada les salió mas o menos bien y sacaron disco este 2013, con retraso sobre la fecha anunciada, pero dentro de lo que estaba previsto. Tampoco se aprovechó el crowdfounding para financiar una ida de olla definitiva, porque “Dentro de la luz” recupera el formato de disco clásico, más centrado en las canciones, aunque aún así está a años luz de considerarse un disco de pop-rock al uso.

La alineación de instrumentos no es convencional y podría resumirse en Enric Montefusco con su guitarra acústica, dos percusiones y sintetizadores. Dicho así, suena frío, pero el disco suena más a banda que el “Adelante Bonaparte”, que por momentos parecía que, más que instrumentación en sí tuviese simples arreglos e interludios, pues ya sea por el tratamiento de la voz como por las letras transmitía más la sensación de estar escuchando a un cantautor que no un grupo. El disco, como el anterior, vuelve a ser conceptual, pero esta vez la conceptualidad empieza a repetirse como el ajo, porque Enric le canta a su pareja (y sus efectos sobre su ego) y esta ya lleva apareciendo en tres discos (en “Si, quiero” del “Vivalaguerra”, en todo el tercer EP de “Adelante Bonaparte” y ahora en este casi todo el disco). Personalmente esto se me hace de un empalagoso tremendo y creo que limita al autor, cuyas letras son cada vez más focalizadas. Temáticamente no veo apenas nada en “Dentro de la luz” que no estuviese ya en “Adelante Bonaparte”: El amor, la soledad, la familia, la timidez, el cambio para mejor... todo lo dejó cantado ya antes, en este nuevo capitulo sólo se va especificando.

La narración es bastante sencilla [SPOILER ALERT]. Después de un primer tema in media res – “Que no acabe el dia” - , el disco puede interpretarse finalmente con esta sucesión de hechos más o menos cronológicos. Persona tímida con fantasmas buscando la autorrealización – “Conjuro de todos los tiempos”, “Adiós, Madre, Cuidate” -. Descubre el amor de su vida y empieza a convivir con él – “Tocar el cielo” -, pero todavía se ve perseguido por sus propias inseguridades – “Pequeño Pájaro”, “Nunca, nunca, nunca” – hasta que se ve capaz de superarlas – “¿Puedo Pedir?” - y la relación entra en una nueva dimensión que roza lo naïf – “Me gusta tanto” -. “Vuela, extranjero” es de un costumbrismo críptico, que me cuesta entender exactamente que quiere decir, se aceptan sugerencias. Pero en “Si Vieras” ya se atisba a un protagonista más capaz de lidiar con la realidad, capaz de relativizar los golpes de la vida. En el mismo sentido de seguridad, confianza y amor termina “La casa de las ventanas”, mientras que “Un sitio nuevo” funciona como un epilogo que invita a adentrarse en la vida hacia lo desconocido como un impulso vital básico.

Musicalmente, “Dentro de la luz” reinterpreta muy bien sonidos e influencias de la música sacra para incorporarlos al sonido Standstill de los ultimos discos. Pese a que el tono general no es tan épico como pueda parecer tras esta enumeración, en el disco podemos oír muchos coros, campanas, percusiones tribales y órganos. Pero todos estos elementos están muy contenidos. Aunque el sonido sea muy bueno (¿cómo va a sonar algo mal estando allí Ricky Falkner?), en este sentido se marcan una producción que yo califico como de “indie español” que consiste en que ésta sea más plana de lo que la música pide para que en directo haga contraste y suene todo mucho más potente y espectacular. Pero a pesar de que la guitarra acústica sea casi omnipresente, el sonido tiene mucho empaque. Los instrumentos tienen también un componente narrativo bastante gordo. Por ejemplo: los momentos con una suave y chirriante linea guitarra eléctrica distorsionada escenifican como el mal rollo afecta o intenta afectar al protagonista de la historia, (la parte más enérgica de “Conjuro de todos los tiempos”, el escalofriante inicio del climax de “Pequeño Pájaro” o el intento frustrado de desestabilizar la sosegada y contemplativa “Si Vieras” son ejemplos de ello). Los coros sirven como presión extra de los sentimientos del personaje (mal rollo en “Pequeño pájaro” y “Nunca, nunca, nunca”; bueno en “Tocar el cielo”), mientras las campanas repican por la paz y la euforia (“Que no acabe el día”, “¿Puedo pedir?” o “La casa de las ventanas”). Los instrumentos son claves dentro del disco y son aceptados por el propio protagonista de la historia como el vehículo de describir sus sensaciones: “No se puede explicar el sonido de la campana, no se puede entender el bombeo del tambor, no hay palabras para el coro de ángeles que escucho y que anuncian que ya no soy uno” reza “¿Puedo pedir?”, aunque la canción en sí no suene tan catártica como su supuesto rol en el disco. Y si, el trabajo puede sonar pedante, pero poca gente descubrirá ya a Enric Montefusco a estas alturas y se escandalizará por ello.

Todo está milimétricamente pensado y es un placer ir tirando del hilo y desentrañar cómo se ha hecho el disco y que significan las cosas. Experimentar han experimentado: la fluctuación de subidas y bajadas de intensidad en “Conjuro de todos los tiempos” y “La casa de las ventanas”, de las más potentes del disco, pueden recordar al espíritu juguetón del “Vivalaguerra”. “Me gusta tanto” construye un crescendo perpetuo sobre una sola (y muy cursi) frase. “Pequeño pájaro” tiene unos coros sacros cojonudos que elevan una canción simple hasta otra dimensión, mientras que en “Un sitio nuevo” simplemente se tragan todos los instrumentos y voces para terminar el disco en un nirvana de éxtasis místico, signifique esto último lo que signifique. Y por supuesto, ese punto álgido que es el puente de “Nunca, nunca, nunca”, un curioso viaje a los infiernos de las comidas de olla personales.

El grupo sigue jugando y sigue sacando un sonido interesante, pero en cambio ha perdido la frescura. Porque parece que “Dentro de la luz” no aguanta tan bien el paso del tiempo como los anteriores discos, se deshincha más rápido. No me refiero a canciones como singles potenciales, que nunca han destacado por ello. Pero tras casi 7 años de la publicación de “Vivalaguerra”, por ejemplo, sigo acudiendo a ese disco y encontrando de vez en cuando cosas nuevas, detalles que se me habían pasado por alto. Éste, que salió antes del verano, no da la sensación de que vaya a ofrecer algo nuevo, aunque eso no quita que sea altamente disfrutable. Pero ya sea por la reiteración temática, porque su personalidad ya no sorprende o por querer hacer un disco más concreto y “normal” no termina de emocionar como pretende. En su contra hay que añadir también que el concepto pedía una música algo más luminosa y menos gótica en varias canciones, porque si bien hay momentos de paz y sosiego que pueden asociarse con felicidad, se echa en falta más euforia. En conclusión: “Dentro de la luz” es un buen trabajo, por momentos muy bueno, pero con la trayectoria que se han ido labrando da cierta sensación de que, como canta el propio Enric, Standstill son capaces de algo más.

P.E: Vaya por dios, el dia que envío el análisis del disco, va Enric y cuelga en la web de Standstill un repaso comentado de todas las canciones del disco. En algunas coincido. En otras... bueno, digamos que creo que se expresa mejor en las canciones que en prosa.


Lo Mejor: La calidad general del disco.

Lo Peor: La sensación de que, pese a seguir experimentando, el grupo y Enric se están estancando y necesitan dar un nuevo salto
 


COMENTARIOS

9 Comentarios

  • 51 Mediocre

    aneurisma
  • 100 Excelente


  • 45 Mediocre
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    chelin
  • 18 Horrible
    USER_AVATAR
    eraser-head
  • 49 Mediocre

    meneillos
    gran reseña; respecto al disco... definitivamente estos Standstill no son lo mío :(
  • 55 Mediocre


  • 50 Mediocre
    USER_AVATAR
    kiba
  • 70 Bueno
    USER_AVATAR
    MONs
  • 48 Mediocre


    Tostón.
 

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