Diario de gira parte 1
Ya hemos hecho los dos primeros conciertos de la gira por Latinoamérica, en Bariloche y Neuquén. Volamos desde Madrid a Buenos Aires el jueves de la semana pasada, y tras pasar noche allí viajamos hasta la Patagonia. Hemos llegamos muy cansados, por el viaje y por el hecho de habernos acostado tarde la noche anterior, pero nos daba igual, estar cumpliendo el sueño de poder venir por primera vez, empezar las fechas en un sitio tan increíble como Patagonia, y comprobar el cariño con el que se nos esperaba aquí, ha valido con creces todos los esfuerzos, toda la espera y todo el cansancio.
No podemos estar más contentos con cómo han arrancado las cosas, tanto la gente que hemos conocido, el trato recogido y la hospitalidad con la que se nos ha tratado. Y además, ocurre que a esta zona del país no vienen apenas bandas internacionales, lo cuál aumenta la sensación de acontecimiento de nuestra gira.
En Argentina la gente no especula con el cariño, simplemente lo entrega de la manera más directa que encuentran. Te besan, te abrazan, te llevan a sus casas, te invitan a lo que tienen y se preocupan muy mucho de que tengas claro que desde el primer momento eres unos más. Y nosotros, hemos intentado estar a la altura de las circunstancias haciendo lo que mejor sabemos, tocar lo mejor que podemos.
En estos días tan intensos ya hemos aprendido unas cuantas cosas; la carne asada es la mejor y más universal de las maneras de agasajar a los invitados, el mate te espabila más que el té y es todo un ritual, en Bariloche se hacen increíbles cervezas artesanales, y lo más importante, es posible sentirse como en casa, en todos los sentidos, aún a pesar de estar a más de 12.000kms del hogar.
En este momento estamos a la espera de embarcarnos en un autobús que nos llevará a cruzar los Andes, que ya visitamos hace unos meses en Venezuela, aunque esta vez lo hacemos en un punto a miles de kilómetros de distancia, camino de Santiago de Chile. Un viaje que durará 20 horas y que supone el comienzo de la subida al norte que haremos durante las próximas dos semanas.
No nos achantamos ante las distancias, ya hemos tenido un tramo de furgoneta que duró toda una noche, y aún a pesar de lo incómodo de tener que viajar después de tocar, los países y la parada en medio de una autopista que se extendía en una recta hacia el infinito como si de una película se tratara bien ha merecido la pena. No sabemos qué nos espera en las próximas paradas pero todo lo vivido aquí hace que nuestras ganas de descubrirlo se hayan disparado.
Estad atentos porque esto sólo acaba de empezar. Chile nos espera.
PD: En nuestra página de Facebook podéis ver un primer vídeo de la experiencia.
