
Por Ignacio Estrada
Lo ha vuelto hacer. El responsable de joyas como “El club de la lucha”, “Se7en”, o “La red social”, firma el remake americano del primer capítulo de la trilogía sueca “Millennium” con una atmosfera más perturbadora y desconcertarte que su predecesora, y con el peculiar estilo que Fincher aporta a todo lo que toca.
Tras “La red social”, Fincher se embarcó en este film que ha tenido que rodar, editar, y mezclar en un año. Y eso se nota en algunos momentos que a lo mejor ha sido parco en planos, pero es tan magistral la dirección que no importa. Desde ese primer plano que forma el prólogo, que resume una secuencia entera de la sueca con una sola frase, hasta el magnífico final que sólo este director es capaz de aportar, todo la película funciona a la perfección. Su duración son 160 minutos, pero pasan como un suspiro, y más tras sus impresionantes y videocliperos títulos de crédito, una “set piece” de la que se hablará durante mucho tiempo.
El guión de Steven Zaillian (La lista de Schindler) es una autentica obra de arte. Consigue que todo resulte novedoso a pesar de ser lo mismo que vimos hace un par de años en la versión sueca. También este film se acerca mucho más a la novela de Stieg Larsson que su predecesora, haciendo más hincapié en los detalles. Atentos a la presentación de Lisbeth Salander, sólo su peinado nos está descubriendo el valor de la imagen frente a la palabra. Ambas películas tienen la misma duración pero en este remake todo está más aprovechado para dar más información.
Como en todas las películas de Fincher todos los detalles están muy cuidados, pero si hay que mencionar uno por encima de todos, es el trabajo de sonido. Son tantos los pequeños detalles auditivos que aportan más “mal rollo” a las secuencias que sin ellos algunas perderían fuerza. También hay que sumar la inclasificable banda sonora que han creado los ganadores del Oscar por “La red social”, Atticus Ross y Trent Reznor. Es una música perturbadora, triste, melancólica, que acompaña al sonido y a las imágenes estupendamente, creando así un paralelismo entre el espectador y el ambiente pocas veces visto en una pantalla.
Dentro de elenco artístico hay que destacar a Rooney Mara (La red social) por encima de todos, no sólo porque el personaje es un bombón para una actriz joven, sino por que encararlo tras el estupendo trabajo de su predecesora, Noomi Rapace, es digno de admiración, haciéndonosla olvidar por completo.
Daniel Craig (Casino Royale) está correcto, pero es eclipsado por el amplio reparto de secundarios, desde un turbulento Stellan Skarsgard (Thor) pasando por un nostálgico Christopher Plummer (Beginners) y acabando por un recuperado Steven Berkoff (Superdetective en Hollywood), todos increíbles en sus interpretaciones.
En resumen, estamos ante una versión que supera al original, y que esperamos siga contando con el mismo equipo artístico y técnico en sus futuras secuelas. Conocemos la historia pero es tan interesante y potente, y está tan bien contada, que no hay problema en volverla a ver.
Lo mejor: El estilo de Ficher, los títulos de crédito, Rooney Mara… TODO
Lo peor: para algunos será la misma historia pero a la americana.