Jolocho escribió:Hoy ha sido el día. Cuatro canciones y ya tengo esa rarísima y grata sensación que tienes con las obras MAYÚSCULAS para uno mismo: "¿dónde ha estado este THRAK durante todos estos años?"
Sin haber completado la primera escucha, este es el cedé de los Crimson que me llevo a la tumba. Equilibrio, atmósferas, instrumentación... y aquí ninguno y a la vez todos ganan.
Que conste que el DISCIPLINE todavía no me entra. Y tendrá que esperar.
¡Gracias por las recomendaciones chicos!
xxx
Me alegro que te haya gustado tanto el Thrak.
Yo, como enamorado de Crimson que ya era, me lo compré cuando apareció (1995) en plena fiebre 90s de alternativo, grunge, industrial, stoner, etc, etc, i no me acabó de convencer. Me pareció un poco refrito de las etapas Wetton i 80s i tal vez me esperaba algo evolutivamente más atrevido. O tal vez fue que yo estaba en otra onda en esos tiempos, alejado un tanto del progresivo comprobando que lo poco que habia en esos momentos, al menos de lo que yo conocia, me producía un interés más bien escaso (Arena, Magellan, los ya cansinos Pendragon..., aunque a finales de esos 90 me quedé patidifuso al enterarme de todo lo que me había estado perdiendo durante los 90 en progresivo, que por desgracia no habia salido a la luz más allá de los círculos prog minoritarios, y que constataban que increiblemente el género habia pasado por otra época de esplendor, con grupazos del calibre de Anglagard, Anekdoten, Landberk, Porcupine Tree, After Crying, Echolyn, Djam Karet, Morte Macabre, Miriodor o White Willow, entre otros).
La cuestión es que me escuché el siguiente trabajo de King Crimson, The Construcktion of Light ya en el 2000, y me encantó y el siguiente The Power to Believe tres cuartos de lo mismo. Llegado a este punto volví a Thrak y entonces sí quedé atrapado, situándolo incluso por encima de éstos dos últimos.
Así que ya ves tu, qué cosas.