por -GeR- » Mié Ago 18, 2010 6:22 pm
0.0 DISCULPAS AL PÚBLICO
No pretendía ser grosero ni ser borde, pero leyéndome me doy cuenta de que lo he sido, así que pido perdón a quién le haya ofendido. Moderno, esto no iba en concreto por ti, sino por una serie de comentarios que se han realizado que, como dices, no logro entender (aunque sí comprender, parafraseándome). El otro día tampoco pretendía darte una lección, sólo expresarte lo que pienso. Si me he equivocado y te ha sentado mal, lo siento. El comentario que hice del sufrimiento, repito, no iba exclusivamente para ti. Si me he creado esa opinión tuya, es por una serie de comentarios tuyos a lo largo de lo que te he ido leyendo en lo que llevo en el foro: eso no significa que te catalogue como emo o como gótico, pero sí veo que eres una persona que tiende al pesimismo. De nuevo, si me he creado una opinión equivocada, lo siento. Con esto que digo no significa que no seas feliz. Yo siempre digo que soy una persona muy positiva, y creo que lo soy, pero eso no significa que no tenga mis momentos de bajón en que lo vea todo negro. Hay un estado mío que predomina, pero eso no significa que sea único y que, como todo el mundo, viva en una montaña rusa emocional.
0.9 PRELUDIO
Dicho esto, paso a decir lo que pienso. Hago hincapié en esto porque es lo que yo pienso, en lo que no tenéis que coincidir para nada, y eso no significa que tenga la razón ni que la deje de tener, es una opinión y ya está (y en la vía de la opinión no existe la razón). Quiero dejar esto claro en un punto específico para no tener que repetirlo a lo largo del monólogo.
1.0 SOBRE EL AMOR
Quiero aclarar también que estoy hablando de amor en el sentido de atracción de pareja. Creo que está bastante claro, pero por si acaso prefiero recalcarlo, no sea cosa que lleve a equivocaciones. No hablo ni de amor de madre, ni fraternal, ni de filantropía, ni de amor de amigo (que en realidad, éste es muy parecido al amor de pareja, aunque esto es otro tema, que alguien puede abrir si le apetece), ni hablo de relaciones de parejas abiertas: estoy hablando de monogamia (sea lo correcto o no).
1.1 COMPUERTAS DEL ORGANISMO
Creo que la expresión de sentimientos amorosos es como una compuerta en nuestro corazón. Nosotros somos los dueños de esta compuerta: con esto quiero decir que el amor, hasta cierto punto, es "controlable". Si quiero que mis sentimientos fluyan como un caudal, abro esta compuerta. Pero para ello, soy cuidadoso: no abro las compuertas de par en par para que fluya todo el caudal del río y se desborde hasta el punto en que sea incontrolable. Lo hago poco a poco: cuando veo que hay algo que me está resultando fructífero, lo abro un poco más, digamos hasta un 20%, por poner un ejemplo. En el momento en que veo que mis sentimientos no van hacia ninguna parte, cierro las compuertas porque en ese momento lo que me va a reportar ese fluir de sentimientos va a ser sufrimiento. No es fácil, evidentemente: como tengo un 20% abierto, voy a tener que realizar un esfuerzo considerable para poder cerrarlas de nuevo, ya que el caudal del río es bastante fuerte y la presión del agua me dificulta cerrarla. Ahora bien, si la hubiera abierto un 50%, el caudal del agua sería mucho mayor, mis sentimientos mucho mayores, y el esfuerzo que tendría que hacer para poder cerrarlas, por ende, muchísimo mayor. Mi control sobre la compuerta en ese momento es mucho menor, debido al enorme fluir de sentimientos que están pasando por mi compuerta. Si las abro del todo, entonces toda esa fuerza escapa a mi control.
Por eso digo que, hasta cierto punto, la capacidad de enamorarse es controlable. Esto tiene un término concreto (en el que ya creía, pero que además me definieron hace poco tiempo): se llama inteligencia emocional. Parto de esta base, en la que podéis o no estar de acuerdo. Yo parto de aquí por lo que he vivido y por lo que he estudiado: he hecho interpretación, y una de las cosas que he tenido que estudiar justamente es el desarrollo y control de estas emociones: el control de estas emociones no es exacto, como digo, pero si podemos aproximarnos a él, como pequeñas puertas que abrimos: la emoción está dentro, y puede que salga, pero puede que también no. Lo que está claro es que si mantenemos la puerta cerrada, ésta no se va a escapar. Ah, y recuerdo que emoción viene el latín, y que etimológicamente significa "poner en movimiento".
1.2 CONTROL DE LA EMOCIÓN
La inteligencia emocional es la capacidad del ser humano para controlar esa compuerta, para no abrirnos sentimentalmente hacia algo que racionalmente sabemos que no nos va a reportar ningún beneficio, sino todo al contrario. Tomando como ejemplo los dos casos citados en el hilo, y poniéndome a mí mismo en el lugar, digo que yo soy incapaz de enamorarme de un heterosexual. Absolutamente incapaz. Puedo conocer a un chico: me gusta, me atrae, pienso "joder, es perfecto para mí, seríamos los dos muy felices juntos". Pero es heterosexual: a partir de ahí, todo está acabado, porque sé que no tengo nada que hacer. Sabiendo eso, y partiendo de la inteligencia emocional, lo que hago es no abrir las compuertas. Quizás, como esa persona me gustaba mucho, las he podido abrir digamos un 15%, pero no más: ¿de qué me sirve abrirlas más? Lo único que me va a causar eso es tristeza, así que cuanto antes me dispongo a cerrarlas. Si no se hace a su debido tiempo, es probable que el caudal del agua vaya abriéndolas poco a poco, pero como yo tengo (como he dicho hasta cierto punto) control sobre ellas, realizo el esfuerzo pertinente y las cierro. No puedo permitir a mi organismo enamorarse de un heterosexual.
1.3 EFECTO FEEDBACK
Yo permito abrir esas compuertas paulatinamente. Conozco a un chico, empiezo una relación con él, y parece que soy correspondido. ¿Qué hago entonces? ¿Abrir las compuertas del todo y dejarme fluir? Puede que fuera muy bonito, pero a mí la vida ya me ha dado cuatro vueltas y media, y no estoy para ir corriendo con el corazón en el puño jadeando. Tengo que ir con cuidado. Eso no significa prejuzgar a la otra persona y pensar "a ver por dónde me suelta la puñalada", porque eso no es justo para la otra persona. Pero no puedo dejar de pensar en que existe la posibilidad de que así sea. Por eso abro la compuerta de mi emoción poco a poco: el objetivo es que esta persona también lo haga a mi mismo ritmo, y que juntos vayamos construyendo lo que diríamos una relación de pareja, hasta el punto en que los dos nos abrimos del todo. Cuando esto sucede, esto es lo que yo defino como estar enamorado. Con esto quiere decir, se pueden abrir las emociones y dejar pasar el caudal del río cuando uno quiera, pero para eso existe la inteligencia emocional: para saber cuándo hay que permitirlo y cuándo no.
2.0 ESTADOS DEL CORAZÓN
Como vengo diciendo, estar enamorado no es algo que llegue de repente. Hay numerosos estados, aplicables a innumerables contextos, personas, situaciones... pero ya que estamos hablando de ello, voy a intentar hablar genéricamente.
2.1 ENCOÑAÍTO PERDIDO HALLÓME
Es el primer estado cuando se abren las compuertas. Todo en la otra persona nos parece maravilloso, todo de la otra persona nos hace feliz, su presencia, sus pensamientos... no hay nada que pueda romper esto, y somos incapaces de ver los errores y las cosas que no nos gustan en la otra persona, porque lo que hacemos es cubrirlos con un manto para no tener que verlo. En la mayoría de ocasiones, lo que vemos en la otra persona no es más que lo que nosotros deseamos que la otra persona sea, por eso nos resulta todo tan perfecto, porque no vemos a la otra persona en sí, sino nuestros deseos reflejados en ella. Estar enchochado no es estar enamorado, aunque sí que es un estado previo por el que hay que pasar para poder llegar al amor.
Personalmente, creo que sí que existe un enamoramiento verdadero y puro (eludiendo dogmatismos cristianos), sólo que este enamoramiento no es perfecto, existen errores, cagadas y discusiones. Para eso ponemos en una balanza los pros y los contras de una relación, y en base a ello, decidimos si vamos hacia adelante o si reculamos.
La imagen de este enchochamiento es la de una pareja que, voluntariamente, decide ponerse un sutil velo en los ojos, que impide ver a la otra persona como es realmente: la otra persona es en realidad producto de nuestra imaginación y deseos.
2.2 MI ALMA EN TU PUÑO
Cuando una relación de pareja avanza, llega un momento en que ese sutil velo cae. Puede que sea a la semana, puede que al mes, puede que pasen unos años antes de que esto suceda, pero tarde o temprano esto pasará. Puede que caiga simultáneamente a los dos miembros de la pareja, o puede que le caiga sólo a uno de los miembros. La situación a la que esto desemboca es distinta.
El tema resulta que, cuando estos velos caen, vemos a la otra persona realmente cómo es, la vemos realmente a los ojos y lo que hay dentro de ellos. En ese momento, lo que queda en los ojos de la otra persona (si es que queda algo), eso es amor.
Se puede dar el caso que uno de los miembros de la pareja encuentre el amor en los ojos del otro, pero que no sea correspondido. Entonces se va todo al traste, y la persona que ha quedado enamorada tendrá que hacer un titánico esfuerzo para cerrar la compuerta, lo que le va suponer mucha energía, tiempo y sufrimiento. Pero lo que no va a hacer es quedarse revolcándose en el fango, en un momento de congelamiento en el tiempo, sin ir ni hacia adelante ni hacia atrás, porque eso no es solución alguna a lo que le está sucediendo.
3.0 EL SEXO Y EL AMOR
El sexo y el amor son dos cosas que van íntimamente relacionadas: pueden ir juntas o no. Puede existir sexo sin amor, y sexo con amor, pero ¿amor sin sexo? Es algo bastante complicado. Muchas veces olvidamos que el ser humano al fin y al cabo es un animal, y que tenemos un instinto sexual innato que hace que nos atraigan sexualmente otras personas, que las deseemos. Cuando alguien dice "te quiero", en la frase va implícito "te quiero follar". Ante esto, no nos pongamos drásticos y reduzcamos a sólo sexo, porque es algo más: para eso está el sexo sin amor.
3.1 CONOCIMIENTO ÍNTIMO
Es innegable que cuando alguien nos gusta, y sentimos que el proceso de enamoramiento se inicia, esa persona nos atrae físicamente, que sentimos un deseo sexual hacia esa persona. No estoy hablando de si la persona es "objetivamente fea" y a nosotros nos resulta preciosa, ni hablo de belleza: hablo de deseo sexual. Como animales que somos, es un instinto que tenemos, y que saciamos a nuestra manera, ya sea con otra persona, ya sea masturbándonos (en este caso, imaginando también a otra persona).
El cuerpo del ser humano es todo un campo a explorar: el desarrollo del mismo y su motricidad implica innumerables detalles que se forman a nivel interno y que se hacen palpables finalmente a nivel externo.
Cuando tenemos sexo con otra persona, le entregamos lo más íntimo que hay en nosotros, nuestra mayor privacidad, aquella que reservamos sólo para quien queremos. El ser humano se viste y esconde sus partes íntimas (no hablo ahora de naturismo, si alguien quiere abrir el debate se puede hacer, pero ahora lo dejo de lado para no marear más la perdiz). Al entregar nuestra intimidad a otra persona mediante el acto sexual, estamos entregando nuestra privacidad, aquello que menos gente conoce de nosotros: nuestra forma de sentir, nuestra forma de amar, los impulsos que nos mueven. La forma en que cada persona realiza el acto sexual es única, puesto que cada uno de nosotros es único. De forma que al tener sexo con otra persona, conocemos partes de ésta que de otro modo no hubiéramos podido conocer.
Cuando más sexo tenemos con alguien, más lo conocemos, y más se va desarrollando ese conocimiento. Estoy eludiendo el término placer porque creo que no viene al caso para este monólogo, aunque si alguien quiere se puede hablar de ello también. Para que una relación de pareja funcione, este conocimiento sexual no sólo tiene que ser satisfactorio, sino que tiene que avanzar e ir a más: repito que cuando alguien nos gusta, existe el deseo sexual, así que éste tiene que ser saciado. En el momento en que se vuelve cansino y repetitivo, existe una pérdida de emoción y de líbido que acarrea problemas a una relación de pareja.
3.2 CONSTRUCCIONES
Hay muchos factores que hacen que una pareja funcione. Lo elemental es que esta relación sea una construcción mutua: los dos ponen los cimientos a la casa (enchochamiento), los dos construyen los muros (sexo), los dos construyen el tejado (relación estable). Pero para que la relación funcione, hay que limpiar constantemente la casa: los muebles de usarlos se vuelven viejos, se llenan de polvo, y aquellas maravillosas figuritas que se compraron al inicio de la relación ahora nos parecen feas y aburridas. Hay que cambiar los muebles, limpiar la casa y redecorar el hogar constantemente. El amor no es algo que nazca de la nada: hay que trabajarlo, y esto supone mucho esfuerzo y tiempo. Si no se le dedica ni el esfuerzo ni el tiempo suficiente, pronto nos saldrán goteras y manchas de moho en el techo, termitas en las estanterías que van a ir royendo poco a poco (a veces sin que nos demos cuenta) hasta que un día se desploman y pensamos: "pero si el mueble estaba bien!". Claro, pero por detrás las termitas lo estaban devorando. Hay que estar atento a todo y cuidarlo.
3.3 ME LO PASO MUY BIEN EN LA CAMA
El ser humano muchas veces tiene sexo sin amor. Esto no tiene por qué ser malo. Pero no significa que, por más que follemos con una persona, nos vayamos a enamorar de esta. Porque el amor es algo mucho más grande: el sexo es uno de los factores que ayudan al crecimiento del amor. Ahora bien, es un factor extremadamente importante.
Podemos tener sexo con una persona que nos atrae sin estar enamorados de ella, sólo por placer. Pero sabemos que los otros factores de esa persona no nos atraen, así que decidimos que nuestra relación no va más allá de eso.
Al tanto de un comentario anterior, diré que en el sexo se establecen una serie de "roles" de dominante y dominado: eso lo establece el ser humano de manera voluntaria, y disfruta de ello, como un juego de niños, hay veces que uno paga y hay veces que uno pilla. Hay niños que disfrutan pillando y pagando, otros que sólo les gusta pagar, y otros que sólo les gusta pillar. Lo importante es que estos roles son absolutamente voluntarios, y cada uno decide en qué momento cuál es la posición que quiere adoptar. En cierta medida, esto es una especie de "posesión".
Pero no tenemos que malinterpretar éste término. Una relación de pareja puede ser muy posesiva, y esto acaba teniendo terribles consecuencias. Tú no deseas poseer a la otra persona imponiéndote a sus fuerzas: es un acuerdo mutuo entre dos personas, en el que deciden entregarse libremente el uno al otro. Cuando esto no es un acuerdo mutuo, es cuando nacen celos y rencores, que acaban desestabilizando a la pareja.
En las relaciones, el sexo es un mutuo acuerdo y algo que los dos disfrutan. La práctica de diferentes actividades en la cama tiene que ser algo en la que las dos personas estén de acuerdo, porque les nace, porque ambos lo disfrutan. En el sentido de "esclavitud", no existe por lo tanto posesión alguna en este tipo de prácticas, lo cuál no elimina la existencia de los roles definidos.
4.0 ¿ME HE QUEDADO A GUSTO?
Pues sí.