Acabo de terminar
Adolescencia y digamos que iba demasiado dopado de expectativas por lo bien que la estaban poniendo en todos lados y por un actor por el que siento confesa predilección como es Stephen Graham.
Demasiadas cosas han jugado en su contra por causas ajenas algunas a la serie y otras ajenas a mi, que ya hace que se me ha pasado el arroz, para empezar por la temática. Nunca he sido padre ni nunca he sentido las mínimas ganas ni he querido serlo. Instinto paternal igual a cero. Y además mi segundo apellido es Herodes...

Todo ese rollo infantil adolescente me es totalmente ajeno y además huyo de ello como de la peste. He tenido que buscar eso de "incel" para saber de qué cojones estábamos hablando. Tampoco es que haya seguido profundizando en el tema porque la cosa empezaba a apestar y lo seguro es que mi infancia adolescencia tampoco se parece en nada a la que refleja la serie. Lógico por otra parte. Parece otro mundo absolutamente diferente porque ya ha llovido. Entiendo que los que han vivido o estén viviendo eso de ser progenitores tienen otra visión seguramente muy distinta.
Y aún así, con ese distanciamiento en la temática, la serie tiene momentos de mucha intensidad, de mucha tensión, de comida para el cerebro, de complejidad y de alivio muchas veces por no haber lidiado con esas movidas ni de lejos. Los hechos son muy duros, tanto los delictivos, como en lo que nos muestran de la personalidad del adolescente o sus compañeros, como en el sufrimiento de sus padres sobre todo, momentos de muy alto nivel. Está muy bien interpretada pese a lo de los planos secuencia. Que esa es otra cosa que ha jugado más bien en su contra.
Personalmente lo de los planos secuencia no me ha acabado de funcionar pese a que reconozco que son una virguería y debe de ser muy complicado conseguir ese nivel de naturalidad, que no se noten las costuras. Técnicamente es sobresaliente pero no me ha parecido equilibrada y si que me ha limitado en otros aspectos la manera de contar la historia. Unas veces me ha dado la sensación de que le daba más potencia, más cercanía a lo que estaba sucediendo y otras me acababa enfriando y desconectando de la intensidad de lo que pasaba. Momentos muy intensos se me hacían monótonos por esa manera de realizarlos y ha tenido demasiadas transiciones que me sacaban o me hacían perder atención. Demasiados acelerones, frenazos y puntos muertos que impiden que la trama fluya.
En definitiva, es una buena serie, dura, tensa y notable pero donde lo técnico se pelea en cierta manera con la historia para mi manera de verlo. Esa historia está demasiado supeditada a como ha querido contarla el director y la sensación que me ha dejado es agridulce, de que podría haber estado mejor. Es lo que tienen las altas expectativas. Me sigo quedando con The Virtues...
Algún día se me ocurrirá algo inteligente....