post-hardcore / emo / noise rock
 At The Drive-In
Relationship of Command
ZONA-ZERO
80
140 VOTOS
85
+
At The Drive-In

Relationship of Command

Publicación:
Septiembre 2000
Sello:
Grand Royal / Fearless
Productor:
Ross Robinson
Género:
punk-core, pop-rock
Estilos:
post-hardcore, noise rock

MEDIA

Tracklist

  • 01. Arcarsenal
  • 02. Pattern Against User
  • 03. One Armed Scissor
  • 04. Sleepwalk Capsules
  • 05. Invalid Litter Dept.
  • 06. Mannequin Republic
  • 07. Enfilade
  • 08. Rolodex Propaganda
  • 09. Quarantied
  • 10. Cosmonaut
  • 11. Non-Zero Possibility
  • 12. Catacombs

Miembros

  • Cedric Bixler: voz
  • Jim Ward: guitarra, coros
  • Omar Rodríguez: guitarra, coros
  • Paul Hinojos: bajo
  • Tony Hajjar: batería

Análisis

por el 06 Jul 2003
19784 lecturas
En el 2000 la prensa musical de medio mundo empezaba a cansarse de la saturación del nuevo metal, y elogiaban grandemente a aquellos grupos que sonaban modernos y clásicos al mismo tiempo y que no practicaban el rock de moda. Dos casos sonados son Queens of the Stone Age y At the Drive-In. Ambos, aunque con estilos muy distintos, comparten esa facilidad para mezclar estilos, para crear canciones tan rabiosas como melódicas y capaces de no dejar indiferente a nadie.

Pero centrémonos en el caso que nos atañe, que es el de At the Drive-In y su disco “Relationship of Command”. Esta banda de El Paso, Texas (Estados Unidos) debutó por todo lo grande con este disco en la discográfica RoadRunner y compartiendo estudio con Rick Rubin. ¿Qué más se puede pedir? Pues éxito, y aunque en Estados Unidos su legado fue modesto, en Europa y Sudamérica se convirtieron en el grupo más vitoreado por crítica y público. El grupo, con Omar y Cedric (guitarra y cantante respectivamente) a la cabeza, ya contaba con trabajos anteriores, sin la misma repercusión, pero igualmente buenos. En el caso de “Relationship of Command”, es el penúltimo trabajo de la banda unida (el último fue un recopilatorio aparecido en el 2001), y también el que más éxito cosechó. El disco pone en evidencia todo lo que era At the Drive-In, demasiadas cosas como para sintetizarlas en una palabra. ¿Qué estilo practican? Pues aunque se les meta siempre en el hardcore o el nü-metal, no son ni lo uno ni lo otro, se mire por donde se mire. Les justa jugar con el hardcore y el punk más añejo, aquel que hizo a los neoyorquinos Fugazi uno de los mejores grupos punk de todos los tiempos. También utilizan en sus composiciones esos riffs endiablados que hacen de reminiscencia al rock de barricada de Rage Against the Machine. Otro complemento del puzzle estilístico de At the Drive-In es el poder melódico y sentimental del pop, del pop bueno y de verdad, se sobreentiende. Ese estilo de música para nada ruidosa ni estridente que sabe experimentar y componer grandes temas sin salirse del pop como Blur, Depeche Mode o Eels Soul Jacker. Inculos beben de las aguas de uno de los estilos más de moda en Estados Unidos, como es el pop-punk, con evidentes influencias de Weezer en varios de los temas.

El disco en sí es intenso de principio a fin, con una lírica solo apta para mentes claras y poco cargadas, ya que sus temas son crípticos, complicados y enrevesados, de los que no sueles saber de qué están hablando, a excepción de algunos como “Invalid Litter Dept.”, que tratan sobre los casos sin resolver de mujeres violadas y asesinadas en Ciudad Juárez (México), al sur de su ciudad natal. Con temáticas de este talante, recuperan el mensaje punk revolucionario y dispuesto a levantar heridas. Un lujo de letras las que encontraremos en este disco, se mire como se mire.

Musicalmente hablando, todo empieza con “Arcarsenal”, que a ritmo de batucada y timbales, nos introducen al mundo At the Drive-In. Un riff estridente, pegadizo, psicodélico e igualmente inquietante, nos mete de lleno en una melodía hardcore de los 70-80 con reminiscencias al soul orquestado. Y es que a parte de las influencias del grupo, los compositores son de origen latino (Cedric, Paul y Omar), y a todos les gustan estilos tan diversos como la salsa, el soul o el merengue. Algo que más adelante se hará mucho más patente. En cuanto a esta canción, también podemos destacar lo que supone la voz de Cedric la primera vez que se le escuchar. ¿Por qué? Pues porque no es una gran voz, no es un gran cantante en lo que a espectro sonoro se refiere, pero su voz resulta fresca, novedosa y original, así como rasgada y rabiosas cuando tiene que serlo, algo que de nuevo vuelve a estar sacado del punk más clásico, aquel que difundió la idea de “no hay que saber tocar para hacer rock”.

El segundo corte del disco es “Pattern Against User”, una buena canción que de nuevo utiliza el riff pegadizo con toques punk para manejar la melodía. Esta canción suena como a una reinvención de Deftones o Tool, en clave más hardcore. En este tema, los ecos y las distorsiones tienen un protagonismo principal, y en cuanto a la melodía, encontramos una pieza formada por dos composiciones: la vocal, rápida, acelerada y hardcore; y la musical, más calmada, compleja y melódica. Después de esta canción, llega uno de los grandes temas de At the Drive-In, el ya mítico “One Armed Scissor”. La guitarra melódica y el bajo profundo y predominante crean una hipnótica atmósfera melódica sobre la cual la inimitable y peculiar voz de Cedric se dedica a hacer cambios imposibles para muchos otros cantantes, y es que de la melodía pasa a gritar de fondo o a desgarrar la voz en los estribillos. Toda una obra maestra de este estilo que tan solo At the Drive-In ha sabido manejar hasta la fecha. Un estilo que sabe convertir el ruido en arte, dignificar el pop y la melodía y sobretodo, hacer soñar con un futuro mejor para la saturadísima escena musical de la actualidad.

Siguiendo el curso natural del disco, llega “Sleepwalk Capsules”, un tema que mezcla estrofas de metal “made in” RATM con unas guitarras 100% hardcore. Aquí no hay lugar para extrañas comparaciones ni para segundos ritmos de fondo (con la puntual excepción de un interludio melódico casi pasivo). Uno de los temas más agresivos del disco y el que de mejor forma recupera la esencia punk que tanto se ha desvirtuado en los últimos años. “Invalid Litter Dept.” es esa canción de la que ya hablamos al principio, cuando mencionamos que su lírica estaba directamente inspirada en las violaciones y los asesinatos de un sin fin de mujeres en Ciudad Juárez. A parte de destacar por su concienciada lírica, también es uno de los mejores temas musicalmente hablando. Hay una amalgama de sonidos, y todos ellos tan bien unidos a lo largo de sus 6 minutos de duración (es el tema más largo del disco), que parece mentira que esto pueda ser. Empieza con una melodía simple, lenta y repetitiva, casi pasiva, mientras que Cedric rapea, y demuestra que su admiración por los Beastie Boys también ha influenciado este trabajo. Con muy buenos quiebres, las revoluciones aumentan y entramos en un coro rápido, repleto de riffs que en el que más que cantar se recita casi gritando, y de repente, sin que uno se lo espere, rompe con un par de compases que recuerdan a Weezer, incluso en la voz de Cedric, sacadas directamente del polivalente River Cuomo.

“Mannequin Republic” empiza con riffs pesados que vuelven a poner en evidencia su semejanza con RATM, y no solo en la introducción, sino que estos riffs se repiten a lo largo de la canción. Por suerte, At the Drive-In es (era) un gran grupo, y no copia, sino que toma prestado lo mejor de otros, y lo mezcla. De este modo podemos saborear el excelente trabajo en el bajo que coquetea con melodías hardcore mientras que una segunda guitarra muy distorsionada y psicodélica acaba por rellenar la canción y darle una profundidad elogiable cuando menos. “Enfilade” nos trae el lado más electrónico del grupo, con un gran trabajo de producción y de samplers. La introducción, a modo de mensaje de contestador, es inquietante, y después, la voz de Cedric en clave electrónica recita sobre un bajo muy bueno y una guitarra simple pero pegadiza, y si la electrónica ya resulta sorprendente, más lo es aún el quiebre que pasa de electrónica a ritmos salseros, con timbales incluidos, muestra de sus raíces latinas. Después de eso, un poco de hardcore bien hecho y más electrónica, alternándose los estilos varias veces hasta el final de la canción. Sin lugar a dudas una de las mejores del disco, variada, sorprendente y original como pocas.

Otro factor que incluye At the Drive-In en sus discos, incluido este “Relationship of Command” es el crear arte a partir del “ruido”. Siguen las pautas marcadas por grupos como Prymus, Tool o Beastie Boys, por las cuales mediante distorsiones imposibles, cambios de ritmos aparentemente sin sentido, compases distintos para cada instrumento o efectos demenciales, creaban sonidos psicodélicos, extraños y etéreos en cierto modo, para convertirlos más tarde en arte musical. Esto es lo que pasa con “Relodex Propaganda”; un corte de “lírica política” con el marcado estilo de Cedric y Omar. Hardcore mezclado con electrónica y todo aderezado con sonidos imposibles, violaciones sonoras y demás parafernalias que solo suenan bien de la mano de los mejores, y ellos lo son. Le sigue “Quarantined”, un tema que empieza lento, con un bajo muy pesado y grave, que lleva el peso de la melodía. Unos efectos de tormenta de fondo dan un carácter oscuro a la canción, y por si la cosa no estaba del todo clara, nos entregan una melodía oscura con la electrónica de fondo. Un sonido inspirado directamente en los grandes NIN. Los riffs son nü-metal 100% y la voz borracha de siempre, que hace de esta una canción oscura, siniestra pero mundanal al mismo tiempo. Gran tema, y muestra de cómo NIN, con un estilo irrepetible ha influenciado a todo el rock moderno, desde el punk hasta el metal.

En la recta final del disco aparece “Cosmonaut”, hardcore metálico de vieja escuela. Una canción que suena más que nunca a los ya desaparecidos Rage Against the Machine, aunque ellos le suman su estilo propio: cambios de ritmo frenéticos y melodías suaves, casi pop, de fondo. Más experimental es “Non-Zero Possibility”, que recuerda mucho al inolvidable “In the Garage” o “Surf Wax America” de Weezer. Una guitarra melosa más una afilada y distorsionada, teclados casi góticos y una melodía repetitiva pero pegadiza y adictiva. Letras complejas y una composición repleta de pequeños detalles maestros. Para que os hagáis una idea, sería una mezcla entre los temas más melancólicos de Weezer, los teclados de NIN, el lado oscuro de Tool y las melodías experimentales del último trabajo de Blur. Ahí es nada. Sin lugar a dudas uno de los mejores temas del disco, sin desperdicio. El último tema es “Catacombs”; mezcla del hardcore punk californiano y el metal alternativo de Tool. Dos mundos aparentemente contradictorios que aquí se unen con un único rumbo y dirección, la que At the Drive-In quiere dar a sus composiciones. Rábia, melodía, electrónica y guitarreo se alternan en esta canción, a medio camino entre la experimentación y la música popular. Coros cargados de poder, los mejores del disco, y un bajo simplemente excepcional.

Este era el primer disco que realmente se distribuyó por todo el mundo de At the Drive-In, un disco que se llevaba las mejores críticas del año 2000, un disco que habría puesto a At the Drive-In en la primera línea mundial del rock, pero sorprendentemente, cuando el éxito estaba cantado, se separaron. ¿Por qué? Las cosas no están del todo claras, pero sin lugar a dudas se perdió al grupo que ahora mismo podría estar volviéndonos a todos locos con un nuevo disco. Por suerte, los otros grupos de Cedric y Omar paliaran en parte la ausencia de At the Drive-In. Me estoy refiriendo a Sparta y The Mars Volta, atención a estos grupos.

En cuanto a la puntuación… pues no quiero desmerecer al grupo, porque como habéis podido leer, son realmente buenos, pero no tanto como para considerarlos los mejores del 2000 o los sucesores del “Nevermind” de Nirvana. Un disco cargado de calidad pero que se queda a las puertas del excelente, y es que un presupuesto relativamente bajo para la producción, un coverart y un cd sin extras, más bien de baja calidad y algún que otro momento del disco (hay canciones un tanto similares y repetitivas), le restan méritos.

Un disco que gustará a los más alternativos, y que resultará interesante para los demás.


Lo Mejor: Experimentación demoledora.

Lo Peor: Demasiado sobrecargado.
 


COMENTARIOS

140 Comentarios

  • 90 Muy Bueno
    USER_AVATAR
    andal
  • 75 Bueno

    MLACABEX
  • 93 Muy Bueno

    JJPT210
    De los mejores discos de la década de los 2000's , una producción muy ruda y sin correcciones a cargo de Ross Robinson que deja ver la verdadera fuerza de la banda.Increible que un tema como "One Armed Scissor" llegara a tal popularidad en aquella época cuando la electrónica volvió a aparecer y todo el pop empezó a tener auto-tune (y gran parte del rock).Simplemente este disco es la prueba viviente de que la buena música nunca morirá , porque existen músicos de esta talla que pueden llegar alto siendo ellos mismos y sonando a ellos mismos , ya tengan las guitarras mas o menos afinadas. Un clásico de post-hardcore y uno de los discos mas influyentes del genero.
  • 90 Muy Bueno

    HMP
  • 85 Muy Bueno
    USER_AVATAR
    detawah
    Muy buen disco. Un punk fresco.
  • 84 Muy Bueno

    Mario Andrés Villeda
    Maravilloso disco a la altura de los mas grandes del rock
  • 90 Muy Bueno

    meneillos
    decir que con todo el talento que había en este grupo esto era lo mínimo exigible alcanzada ya cierta madurez XDD
  • 90 Muy Bueno

    Mijail
    Clásico.
  • 100 Excelente
    USER_AVATAR
    dinamita
    Que más se le puede pedir?
  • 100 Excelente

    DC
  • 85 Muy Bueno
    USER_AVATAR
    Pachi67
  • 96 Excelente
    USER_AVATAR
    zinedine
  • 100 Excelente

    NuncaVisto
  • 97 Excelente
    USER_AVATAR
    AeNiMA
  • 98 Excelente
    USER_AVATAR
    Sepulchaos
    Obra maestra del genero
 

DISCOGRAFÍA