CRÓNICA

Impresionante la respuesta en cuanto a asistencia de público que tuvo este concierto que formaba parte de los actos de celebración del primer aniversario de Rockzone. Según me comentaron tuvieron que colgar el cartel de “No Hay Entradas” y me lo creo, ya que cuando salió Berri Txarrak al escenario la sala estaba hasta arriba de gente y fácilmente podría haber allí las 1.200 personas que tiene de capacidad máxima. Por su parte los grupos respondieron también con su música y parece ser que la mayoría del público salió satisfecho con lo que presenciaron aquella noche en la sala Apolo.

Los encargados de la siempre difícil tarea de abrir una noche de conciertos como esta fueron Bikini Summer. Un grupo venido desde Girona que tiene un sonido cercano al de grupos como J.R. Ewing o los desaparecidos Refused, con un cantante con una buena voz chillona, pero que también se atreve con partes más melódicas, y una buena base instrumental, destacando sobretodo las guitarras con algunos dejes muy rockeros y el teclado que le da un toque diferente al grupo. Actuaron aproximádamente media hora, basando el setlist en su disco de debut editado a través de Death Wish Team, tiempo suficiente para darse a conocer ante un público todavía un poco escaso y que, en su mayoría, desconocía sus canciones y probablemente nunca antes habían escuchado nada del grupo.

Tras ellos salieron los valencianos Monkey Hole, el grupo que sorprendía a muchos el año 2004 con su maqueta de debut “Psychophonies From A Violent Party” por fin se presentaba en directo en Barcelona capital (su única visita a Cataluña había sido para el Brutal Noise Fest de Sabadell) y lo cierto es que por lo visto en las primeras filas había bastante gente con ganas de verlos dándolo todo en el escenario. El setlist de unos 40 minutos les sirvió para repasar temas de dicha maqueta, como “S.O.S. (Save Our Shit)” o ”Message to the Crimson Angel”, así como para presentar unos cuantos temas nuevos que, por lo escuchado allí, parece que van en una onda más rockera aunque siguen manteniendo sus partes caóticas y también incluyen más momentos de locura con trozos circenses al estilo de Mr. Bungle o Dog Fashion Disco. Destacar la actuación del cantante Paco, tanto por su habilidad a la hora de cantar y variar de registro dentro de cada tema como por su forma de conectar con el público y de Carlos con unas líneas de bajo muy trabajadas y un sonido impresionante.

Por último y después de la actuación de los 2 teloneros salieron al escenario Berri Txarrak, el grupo que más gente esperaba ver esa noche. Esta suponía su primera actuación en Barcelona dentro de esta gira de presentación de su último trabajo “Jaio.Musika.Hil” y muchos estaban deseando ver como se desenvolvían como power-trio en el escenario, después de la marcha del Aitor Oreja el pasado año. Y la verdad es que no lo hicieron nada mal aunque tengo que decir que he visto mejores conciertos de ellos tanto siendo 3 como 4.

El setlist estuvo centrado en el nuevo disco que venían a presentar, algo normal en estos casos, y prácticamente lo tocaron entero, dejándose fuera solo 2 o 3 canciones, pero también tuvieron tiempo para acordarse en menor medida de sus discos anteriores. De “Libre” hicieron “Denak Ez Du Balio”, con Gorka haciendo las 2 voces, “Espero Zaitzaket” o “Izena, Izana, Ezina” entre otras, de “Eskuak/Ukabilak” cayeron la ya mítica “Oihu” y otras como “Stereo” o “Biziraun” y el tema “Ikasten” de su segundo disco. Además hicieron un par de versiones, el “Blue Monday” de New Order y una de The Hives además del tema “Bisai Berriak” del Gazte Topagunea 2002.

Se echaron en falta temas como “Betiko Leloaren Betiko Leloa”, “Kanta Goibelak”, “Ez” o el medley de su primer disco que solían tocar últimamente, pero aun así fue un buen concierto donde se vio que a pesar de mezclar en un mismo concierto temas cañeros de “Libre” o “Eskuak/Ukabilak” con otros más rockeros del nuevo trabajo, los directos de Berri Txarrak siguen siendo muy coherentes y sin duda son uno de los grupos más en forma de los que tenemos actualmente en la escena nacional.


Fotos: Rafa Ortiz