CRÓNICA

Veinte años. No existe formación que envejezca mejor que Berri Txarrak. El pasado trece de febrero ofrecieron un concierto en la sala Apolo de Barcelona y la llenaron. Se calcaron el “Denbora Da Poligrafo Bakarra” enterito. Veinte canciones y alguna sorpresa extra que hicieron que desde el minuto uno las paredes se vinieran abajo. Mas de dos horas de música. Aquello era una fiesta. La banda de Lekumberri demostró una vez más estar donde se merece. Sin ninguna duda, tienen mecha para rato.

Llegué al Apolo poco después de que No More Lies hubiera arrancado. Se formaba una cola curiosa, la gente entraba a mares en el local hacia la mitad del concierto.

La banda de punk hardcore estaba montando un pollo interesante, calentando al personal. Una banda muy querida de la Costa Brava que en el año 2013 publicó su última referencia hasta la fecha, “In the Shade of Expectation”, de la cual pude escuchar algo los días previos y que me encantó. Así que algún tema ya me quería sonar, y los que no los disfruté el doble. Una banda auténtica, con personalidad, de las de la familia de BCore. Allí nadie se aburría.

Tras el cambio de grupo, alrededor de las nueve y media el trío navarro salió sin mucho preámbulo. No dio tiempo apenas a darles una correcta bienvenida. “Lambroan” ya me había explotado en la cara. Tocaron más de dos horas y en todo ese tiempo no paraba de sonar mejor y mejor.

Al principio, algún que otro problema técnico deslució un pelín el arranque, pero no tardaron en solucionarlo. Y la gente no parecía ni darse cuenta. Un heterogéneo conjunto de seguidores de todas las edades se encontraba disfrutando de cada riff y coreando cada estribillo. Gorka daba las gracias practicando su catalán y siguieron con “Zilmelkor”, “Armak”, “Bele Erraldoia”, “Ordaina”. Una tras otra. Galder, David y Gorka se lo estaban pasando bien y estaban contentos de estar ahí. Con la sala a tope, la gente no paraba de cantar. Orgullosos de su triple álbum. “Orain Norbait Zara”, “Etsia”, “Xake-Mate Kultural Bat”, “26 Segundotan”, “Alegia”, y las que faltan cayeron casi sin darnos cuenta.

El tiempo pasaba volando y “Poligrafo Bakarra” sonó como los ángeles. Musicazos. Curioso lo de “Lemak, Aingurak” por cierto, que suena tan hortera en el disco pero en directo es de los momentos más divertidos.

Mientras tanto, yo no podía parar de pensar en lo grandes que son. No he visto ni veré otro grupo igual. Y que tras todo este tiempo siguen conservando a sus fans de siempre y estos han evolucionado con ellos. Son pura energía encima de las tablas.

Al terminar los veinte cortes la banda se respiró profundo y dejó caer lo que he leído que fue un cover de Foals (“My Number”) que no reconocí en su momento, para terminar con “Denak Ez Du Balio”, su tema insignia con Tim Mcllrath de Rise Against. El broche.

Salí de allí admirándolos por encima todavía más si cabe. La gente comentaba la jugada mientras desvalijaban el puesto del merchan. La edición física de “Denbora Da Poligrafo Bakarra” impone.

Se pasarán gran parte del año girando así que si tienes la oportunidad de ir a verlos... pues qué te voy a contar, que no te defraudarán. Un gran disco y una gran directo.

Ah, y corrijo lo que he dicho al principio: esta banda no envejece.