hardcore / sludge metal / thrash metal / metalcore / southern metal / hardcore punk
 Cancer Bats
Searching for Zero
ZONA-ZERO
65
11 VOTOS
67
+
Cancer Bats

Searching for Zero

Publicación:
Marzo 2015
Sello:
Church Records
Productor:
Ross Robinson
Género:
metal, punk-core
Estilos:
hardcore punk, sludge metal

Tracklist

  • 01. Satellites
  • 02. True Zero
  • 03. Arsenic In The Year Of The Snake
  • 04. Beelzebub
  • 05. Devil’s Blood“
  • 06. Cursed With A Conscience
  • 07. All Hail
  • 08. Buds
  • 09. Dusted
  • 10. No More Bull Shit
  • 11. Rust And Bone

Análisis

por el 25 May 2015
6387 lecturas
Me temo que debo ser el único en la sala al que cinco año atrás "Sleep This Away" le habló a gritos de las bondades de esta banda cuando prueba suerte con el doom rock. El escarceo no quedó en la anécdota sino que tuvo eco en su siguiente disco, "Dead Set on Living". Ahí a su vez demostraron ser eficientes en la generación de estribillos con pegada para este tipo de composiciones. Claro que me estoy refiriendo a "The Void", pero sobre todo lo estoy haciendo a la ejemplar "New World Alliance". Por no hablar de su EP de versiones de Black Sabbath, que me parece más una declaración de intenciones que una refencia discográfica en su carrera. Una segunda marcha baja en revoluciones estaba entrando en la caja de cambios de estilos que ha hecho conocida a esta formación. Caja de cambios cuyas marchas más altas apuntan al hardcore de capuchas puestas, apuntando las más bajas al metal sureño con aroma a Jack Daniel's. 

"Dead Set on Living" fue lo más parecido a un disco NMA que tienen estos canadienses. Negatividad y rencor rezuman tanto de las letras como del ataque de la mayoría de los riffs. Tal y como lo veo yo, parecían estar hartos de muchas cosas en su vida... incluso de ellos mismos. Con perspectiva uno puede separarse de las emociones que le ligan a ese disco y darse cuenta de que Cancer Bats estaban repitiendo la fórmula de "Hail Destroyer" pero con más guiños al hard rock y el heavy. Las composiciones habían retomado esa senda directa en la pegada y seca en lo tocante a la producción. El caleidoscopio sonoro que era "Bears, Mayors, Scraps & Bones", en el que cada canción recibía un tratamiento específico y diferencial desde el punto de vista de la producción, había desaparecido. Tiendo a pensar bien de todo cuando hablo de esta formación. Creo que lo que ocurrió tuvo que ver más con una banda destilando su estilo buscando homogeneidad que varándose en el desierto de lo mediocre. Y que sus miras estaban puestas más en aguantar el tirón y no mandarlo todo al carajo. En convertirse en músicos de ladrillo y cemento, de puro oficio. Hacer callo y aguantar el chaparrón. Sangre vieja necesitaba ser renovada, y para esta transfusión han necesitado más de los clásicos dos años a los que nos tenían acostumbrados.

A Cancer Bats les siguen pasando miserias en su vida. Se les mueren amigos y se les sigue repitiendo esto de ser una banda que prácticamente vive en la carretera. Lo que ha cambiado es su actitud en lo que parece una nueva prueba de madurez. Ahí tenéis el título del disco: una banda buscando su Cero, su centro de gravedad desde el que definirse de nuevo y proyectarse hacia el mundo. Han vuelto a sentirse inquietos como niños, han recordado que esto de la música también pasa por tener ganas de jugar y han tocado la puerta de Ross Robinson. No hace falta que leas ninguna entrevista sobre lo que les pasaba por la mente a la hora de crear este disco: basta con que escuches el riff inicial de "Satellites" y compruebes atónito que ahora se atreven hasta con el post-punk. Aunque dejadme que os confiese que estoy pensando más en el deathrock de los nunca suficientemente reivindicados Rudimentary Peni. ¿No os dije que tendía a pensar bien?

No me importaría guiaros de la mano por todos los cortes que componen "Searching for Zero". Sabéis que no. No sería para mí un esfuerzo. Pero soy consciente de que este disco está pasando ciertamente desapercibido para muchos de los fans de la banda. Y eso me da bastante pena. Porque está tan trabajado como cualquiera de los anteriores. Puede que incluso con más apertura en la experimentación a la hora de componer. Si os digo qué me parece chanante y qué no, os acabo haciendo el trabajo. Echadle escuchas a este artefacto. Hasta que lo sudéis. 

Os puedo nombrar algunos momentos que quedarán para mi recuerdo. Pero con propósito de compartir, no de ser guía ni gurú musical de nadie. No quiero esa carga. Tampoco me preguntéis si es su mejor disco hasta la fecha. No pienso contestar. Para empezar, no creo ser el más indicado para hablar. En cambio no tengo problemas en admitir que vibro cuando el estribillo de "True Zero" se va ralentizando con cadencia de doom pantanoso. O cómo a partir del minuto 1:30 de "Arsenic In The Year Of The Snake" se convierte en puro tributo a Pentagram.  Que me quito el cráneo ante la valentía de escoger "Beelzebub" como segundo single (Scott Middleton está pletórico a las seis cuerdas), con un Liam Cormier probando sus límites sin dejar de mirar a Danzig. Que vais dados si pensáis encontrar un estribillo tan pegadizo como el de "Cursed With A Conscience". ¿Os suena Scott Reeder? Pues pareciera que se hubiera pasado por el estudio para levantarse él solo "Dusted", grabando todos y cada uno de los instrumentos. Y por supuesto: no me sonrojo al afirmar que el último minuto y medio de "No More Bullshit" es el MOMENTO instrumental de la banda. Encima tiene lugar al final de todas las cosas, para dejarte con ganas de más reverb y Iommi en tus labios.

No seáis insensatos. Absorbed este disco de inmediato. Dejaos llevar por sus riffs de hace cuarenta y cinco años y el menú degustación que es el sonido y el grano de cada uno de los temas -como pasaba en "Bears, Mayors, Scraps & Bones". Ojito que aquí el regusto a artistas del pasado no debe confundirse con lo vintage. Esto SÍ deja poso, es intenso, tiene entidad más allá del homenaje. No es el sopapo sónico al que nos tienen acostumbrados: requiere más escuchas que sus anteriores trabajos. Y eso es porque la composición empieza a tener peso de verdad en esta banda. Un álbum con un acabado que sólo habla maravillas de la ingenieria de sonido empleada. Sobre todo por el sabor añejo. Si te consideras medio melómano, disfrutarás si entras aquí. Si no, simplemente disfruta. Su esfuerzo esta aquí para ti.


Lo Mejor: Por fin Mike Peters se encuentra agusto tocando y no limitado por sus habilidades tras los parches. Es más: suma y sube el nivel de la banda.

Lo Peor: Que te quedes a las puertas de tan interesante inflexión en su sonido por no ser capaz de dar este salto de fe.
 


COMENTARIOS

11 Comentarios

  • 74 Bueno
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    American_Psycho
  • 70 Bueno

    meneillos
  • 58 Mediocre
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    the_berzerker
    flojo flojo
  • 59 Mediocre
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    maceto
  • 54 Mediocre
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    Sepulchaos
    Su peor trabajo. Han intentado hacer algo diferente, perdiendo la garra que tenían.
  • 80 Bueno
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    rearviewmirror
    Me gusta ese toque tirando a lo Sabbath. Creo que les da un aire diferente y necesario para no terminar reptiendose... Lo único malo la producción de Robinson, que al igual que con Berri Txarrak, creo que termina restando más que sumando. Aún así muy buen disco.
  • 80 Bueno
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    Wakibu
    Para mi, lo mejor que han hecho.
  • 60 Mediocre
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    Jazzman
    Disco pasable.... el anterior se lo come con patatas.
  • 78 Bueno
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    Nueveydez
  • 60 Mediocre

    Mijail
    Para mi, lo peor. Muy plano, aunque se agradece que cambien un poco a que se auto plagien constantemente. Eso sí, hay unos cuantos riffs muy molones.
  • 65 Bueno
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    Jolocho
 

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