rap metal / alternative metal / hip hop / flamenco
 Hora Zulu

CRÓNICA

Hora Zulu
Me duele la boca de decirlo 2023
29 de Abril de 2023 por Jorge Azcona Sala Stage Live, Bilbao 1824 lecturas

Aunque hayan pasado más de 20 años, seguramente tengas asociado 2002 a discos tan míticos como "Songs For The Deaf" de Queens Of The Stone Age o el estreno de Audioslave. Dentro de nuestras fronteras fueron "Paradÿsso" de Sôber u "Otra vuelta de tuerca" de Habeas Corpus algunos de los que marcaron época, una lista en la que tampoco puede faltar el debut de Hora Zulu, "Me duele la boca de decirlo", que cambiaría el panorama gracias a su original mezcla de rap, metal y ramalazos flamencos. Hoy era el día de meternos en la cámara del tiempo y volver a disfrutarlo en directo.  

Y es que, aprovechando la regrabación de sus dos primeros álbumes en "Limpiar, fijar y dar esplendor" y coincidiendo con el vigésimo cumpleaños del mencionado debut, los granadinos Hora Zulu se han liado la manta a la cabeza con una gira aniversario en la que poder aprovechar, también, la larga espera entre disco y disco. Y bien que lo agradeció la parroquia bilbaína, dejando una buena entrada en la sala Stage Live con el recuerdo ya borroso de la última vez que pasaron no solo por aquí, sino por el norte de la península.

Sin telonero previo y a modo de dos actos, como viene siendo habitual en esta gira, el cuarteto se arrancó con un primer bloque lleno de pinceladas de su discografía. Un formato acertado que, salvo por la ausencia de "El veneno de la serpiente", su nuevo single, abarcó todas las etapas del combo. Desde las iniciales "Por los ceniceros" y "Camarada" de "El que la lleva la entiende", donde dimos por hecho que el sonido no iba a acompañar, hasta "Beatus Ille" y "Cave Ventum" de su último "La voz del Amo", pasando de refilón por discos como "Crisis de Claridad" con "De-que-rer-ser" (si por mi fuera le hubiera dado más protagonismo debido al cariño que le tengo) o "Querer creer, creer querer" con la imprescindible "Toma y obliga". Todos los temas eran tan bien recibidos que por un momento se esfumó del ambiente la palabra "aniversario", algo que dice mucho de la trayectoria de la banda, evolucionando y madurando en cada trabajo sin perder su esencia por el camino. "Mis barraqueras", "Gabinas de cochero" o "Nuestro entonces", presentado jocosamente por Aitor como su "Sill Loving You" particular -por aquello de tratarse de un "medio tiempo"- son buenos ejemplos. De hecho (y aquí me tiro a la piscina) creo que la banda se siente mucho más a gusto tocando estas canciones que las que vendrían justo después.

Tras esta tanda de clásicos llegaba el turno de desplegar "Me duele la boca de decirlo" al completo, introducido con un sincero agradecimiento a quienes estuvimos entonces, en el despegue de la banda, y seguimos hoy aquí, 20 años después. Salvo algún cambio puntual en el orden del disco este siguió su curso original, por lo que "Agua de mayo", "Tango" y "Andaluz de nacimiento" se plantaron de golpe, seguramente los tres temas más significativos de aquél debut. Como tal se cantaron, corearon y rememoraron. Aunque para recuerdos los que trajeron cortes menores como "De buena mañana", "Yonki Supastar" o "En el andén", seguramente vírgenes para mucha gente. Sobra decir que la formación, con Manu Romero al bajo tras la marcha de Álex, se mostró engrasada también en este tramo, intercalando pequeñas bromas internas entre Aitor y Paco Luque con esa misma complicidad que da toda una vida tocando codo a codo. Para el final reservaron "Tientos" -una de mis favoritas desde que la escuché por primera vez- y "En el lugar a estar", que junto a la hip-hopera "Y no protesto" y "A ver si me entiendes" pusieron punto y final a un concierto notable salvo el lunar del sonido. Para hacer más llevadera la espera de su próximo trabajo no se me ocurre mejor aperitivo que este.

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