alternative rock / progressive rock / symphonic rock / hard rock / progressive metal
 Muse
Drones
ZONA-ZERO
50
30 VOTOS
64
+
Muse

Drones

Publicación:
Junio 2015
Sello:
Warner Bros / Helium-3
Productor:
Robert John "Mutt" Lange, Muse
Género:
pop-rock
Estilos:
progressive rock, alternative rock, symphonic rock

Tracklist

  • 01. Dead Inside
  • 02. [Drill Sergeant]
  • 03. Psycho
  • 04. Mercy
  • 05. Reapers
  • 06. The Handler
  • 07. [JFK]
  • 08. Defector
  • 09. Revolt
  • 10. Aftermath
  • 11. The Globalist
  • 12. Drones

Miembros

  • Matthew Bellamy: guitarra, voz, teclados
  • Christopher Wolstenholme: bajo, coros
  • Dominic Howard: batería

Análisis

por el 15 Jun 2015
9265 lecturas
La publicación del séptimo disco de Muse presentaba la siguente duda: ¿Cómo cojones sacar algo después de un batacazo tan épico como el visto en “The 2nd Law”? Y la respuesta es “Drones”, un disco mejor que el anterior (nos ha jodío) pero lejos del nivel que exhibieron en sus cuatro primeros CDs. Muy lejos. Estamos ante un trabajo que se presta al cachondeo, porque está trufado de estos malos momentos demostrados exhibidos en sus dos últimas referencias. Momentos ñoños, Queenismo exacerbado, un trozo de Bono dentro del culo de Bellamy y una falta de elegancia casi crónica. Aún así el disco se salva. Oh, sí, no pongáis esa cara. El disco se salva con un aprobado pelado por varios motivos. El primero: que a diferencia del “The 2nd Law”, aquí hay criterio dentro del batiburrillo estilístico, se sabe qué manda, y hay un productor que los ha dirigido para conseguir un sonido homogéneo. El segundo: Muse ya sabe a lo que juega. Juega a rock de estadios. Sin complejos. Si hay que alternar moñadas con guitarrazos para atraer gentes de ambos géneros, se alterna. No queda ni una gota de ese grupo cuyos discos parecían marcar el camino de cómo tenía que sonar el rock en el siglo XXI. Nada. Ahora Muse es un negocio que vive del presente y ese presente consiste en hacer que durante dos horas la mayor cantidad posible de gente acuda a un recinto para saltar, gritar, hacerse selfies y colgar clips a Instagram. Porque “Drones” marca un punto de inflexión que no marcaba “The 2nd Law”.

Por primera vez en siete discos Muse nos entrega un álbum con... servador (que sí, que también es conceptual, pero no deja de ser la misma historia de siempre de opresores, reprimidos, rebeldía, etc. Bah, en serio, Matt ya aburre con eso). A lo que iba: CONSERVADOR. Y es conservador porque por primera vez Muse no se cree que vaya a reinventar la rueda. Vuelve a lo básico: guitarra, bajo, batería y algún sinte tiruriru y alguna orquestación por ahí. Las comparaciones que ellos mismos se hacian proclamando un supuesto retorno a los orígenes era eso. Una fórmula más sencilla. Y mucha guitarra también, porque es el disco con más guitarras probablemente desde el “Absolution” aunque no le llegue a este a la altura del metatarso. “Drones” es en cierto modo la antítesis de “The Resistance” (la antítesis de “The 2nd Law” es directamente Dios), y es la antítesis de ese disco porque aquí la banda decide guiarse (en “The Resistance” prescindieron de productor), vuelve a recuperar algunas señas de identidad (en “The Resistance” empezaron a perderlas) y oscurecen su sonido y su portada (ambas horribles, pero el “The Resistance” era gráfica y musicalmente muy colorido). Y son discos opuestos porque están conectados. La temática de los dos son historias de represión y rebelión orwelianas, ambos tienen una tour de force final dividido en tres actos y ambos pues... ejem, como decirlo: se prestan al disfrute furtivo y vergonzoso. Tienen un par de guilty pleasures como un piano para momentos de petardeo.

El principio de disco es completamente desolador. “Dead Inside” es ese petardeo y hereda muchas cosas malas de “The 2nd Law”. Se trata de una “Madness 2" en toda regla, aunque con todas las influencias que tenía aquella mejor digeridas. Para el trve fan musero que escribe esto, se trata de un principio rollo “vamos no jodáis” que ellos contestan con un elocuente “vaya si jodemos”. Y “Drill Sargeant” es una intro hablada, una cosa realmente odiosa porque significa que hay menos canciones de lo que parece en el tracklist. Sin duda el principio del disco sienta como recibir un combo de patada más hadouken o viceversa. Sin embargo la cosa mejora. “Psycho” es una gamberrada de canción. Muy vacilona. Divertida. Insultantemente fácil. Con un riff viejo y sobadísimo de su repertorio que debe estar alcanzando la edad del derecho a voto. Pero, como digo arriba: funcionará en estadios, es honesta. Y es un intento, chungo y desesperado, de volver a las raíces. Si la inspiración no funciona, pues que funcione el reciclaje de tiempos más inspirados. 

En eso mismo anda “Mercy”, que por su parte llega con pretensiones de tomarle el relevo a “Starlight”. Con una estructura previsible, un aire Coldplay y el ya reconocible piano en registro Camela, es un tema redondo de estadios para dummies. Si hasta han metido coros en el estribillo que te indican qué tienes que cantar. Para no perderse. Los coros a lo Queen aparecen varias veces y todos tienen esa función: como si fuesen un cambio de color en las letras o una pelotita saltando por encima de la frase que se debe cantar en el karaoke. Insisto. Esto va de petar estadios, no de ser vanguardia rockera. “Reapers” busca contentar a los amantes de su cara más heavy. Ese tapping sacado de la intro de los Power Rangers, ese verso a piñón y esa entrada de estribillo de ritmo marcado, pesado y chulesco. Mola y lo peta. El estribillo ya tal, pero el solo es realmente bueno y el final con clímax machacón puede recordar a lo que Muse una vez fueron. La influencia de Rage Against de Machine hace tiempo que no afloraba, pero está bien asimilada y funciona, pese que el tema sea un poco frankenstein. 

“The Handler” por otra parte es lo más clásico que han sacado en años. Podría pasar como una cara B de su primera época (ahora ya no hacen) y recordemos que sus caras B eran cojonudas. ¿La mejor canción del disco? Sí para un buen puñado de personas. Un riff que se clava, falseto, estribillo pegadizo pero no pegajoso, Matt vocalmente bien y climax épico bien conducido. Tras un “[JFK]” que pide a gritos darle al skip llega “Defector”, una canción que relativamente lo peta, podría petarlo mucho, pero que no lo peta tanto. Tiene un estribillo glorioso, un buen ritmo machacón, un solo potente y eufórico, un rollo optimista y enérgico de la leche pero una mierda de versos que ralentizan la canción y no están a su altura. El productor debia estar meando o en el baño o algo cuando los grabaron. Lástima.

A partir de aquí el disco empieza a dar bastantes bandazos. “Revolt” es otro de esos guilty pleasures en potencia del disco. Es una canción POP con todo lo que ello conlleva, de estribillo tatareable que si no roza entonces chapotea en lo sonrojante para terminar en un with or withooooooouuut youuuu (o lo que sea que diga) un poco demasiado descarado. No era necesario pero bueno, se entiende que tras “The 2nd Law” el grupo todavía esté convalesciente y en estadios puede funcionar. Al igual que “Aftermath”, balada hora-de-mechero-o-movil-al-aire-con-flash-encendido de manual. Pero hay que reconocer que dentro del género les ha quedado apañada, las influencias de Pink Floyd del principio les sientan bien y el toque triunfalismo-Queen en esta ocasión está relativamente bien digerido. El final del disco lo marca “The Globalist”, una canción de más de diez minutos dividida en tres partes, que podría haber sido un hito para el grupo pero que queda descompensada. 


Pese fusilar “L'Arenna” de Ennio Morricone sin contemplaciones durante el primer minuto y medio, hasta el 6:32 la canción funciona. El principio tranquilo digno de balada de crooner hotelero va dandole un pulso inquietante a la melodía para terminar explotando en una tormenta de riffs cojonudos que durante cerca de dos minutos taladrarán, culminarán en una guitarra brillante que conducirá al clímax de canción más gatillazo recuerdo. Una autentica lástima cuando el durante todo el disco, en canciones mejores o peores el grupo habia alcanzado siempre los clímax de una forma decente y en algunas ocasiones de forma muy buena. Bueno, pues en la canción tocha, la seria, la marca el final del disco, esto no pasa y la transición guitarra-piano queda muy pegote. No está mal en sí terminar una canción con un piano que recuerde a “United States of Eurasia”, pero sí llegar a él de esa manera. Además la canción reparte sus partes de forma poco equitativa y ni siquiera oimos a Matt cantar y elaborar la parte cañera. Mal. Para finalizar, “Drones” suena más a epílogo que otra cosa. No es el primer tema que cierra un disco de forma tranquila (la verdad es que sólo “Knights of Cydonia” es la excepción), sinó que como experimento tampoco resulta nada estimulante ni elegante. Lo hicieron bien en “Soldiers Poem” pero aquí las voces a capella quedan muy obviables.


En definitiva, “Drones” es un disco más consistente que el desastre anterior que entregaron, tiene potencial comercial y un puñado de temas salvables. Pero decepciona la ligera sensación que transmite Muse de que ya no se les pueda exigir mucho más que esto.


Lo Mejor: Encontrarnos unos Muse más definidos y mejor orientados

Lo Peor: Que se limiten a jugar la baza del rock de estadios con clichés minimizando la creatividad que los hacía interesantes
 


COMENTARIOS

30 Comentarios

  • 80 Bueno

    Gael Efc
  • 88 Muy Bueno

    Beto Ponse
  • 70 Bueno
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    Leviathan
    No es para nada un mal disco, y siendo conceptual le da cierta regularidad, pero es bastante previsible y sin nada nuevo que aportar. Mucho mejor que The 2nd Law (cosa nada difícil), pero no van a volver a sacar discazos como los cuatro primeros aunque estén capacitados. Eso sí: en directo siguen siendo excelentes.
  • 65 Bueno
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    Rulk_Talent
    Mejora los dos anteriores, sobre todo el ultimo y aunque tiene buenas ideas hay temas a los que les falta algo. The handler podria haber sido enorme con algo mas de instrumentalizacion, en ese sentido lo veo muy flojo aunque al final se hace resultón. The globalist se queda en un quiero y no puedo. Esa parte media que podrian haberla desarrollado mas se desinfla. El ultimo tema sobra totalmente. Me da igual el concepto del disco o su puta madre, un puto canto gregoriano no pinta una mierda en ningun disco de rock. Reapers, Defector y Dead Inside mis favoritas probablemente. Aprobado raspao.
  • 40 Malo

    meneillos
    no voy a defender LA SEGUNDA LEY, pero casi prefiero aquello, al menos te echas unas risas, que este disco hecho como se hacen las recetas de repostería, con las cantidades de ingredientes medidas al mg, no vaya a ser...
  • 41 Mediocre
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    zinedine
    Solo Bellamy
  • 30 Malo

    PUXI
    Cojonuda la critica, muy bien explicado como Muse adapta descaradamente sus canciones para que funcionen en estadios. Lo de los coros de Queen en especial.The 2nd Law fue uno de los mayores descalabros en la historia del rock moderno. Después de tal ostia (con aviso previo, The Resistance), pues como que tampoco se les puede exigir más. El problema es que te pones cualquiera de sus primeros 4 discos y te entran ganas de insultar a Matt y Cia.
  • 65 Bueno

    Eyeless
  • 1 Horrible
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    kiba
  • 77 Bueno

    sopnas
    ...a mi me ha gustado...no llega al nivel de absolution por supuesto...pero tiene buenas canciones
  • 100 Excelente

    Señor Espeso
  • 59 Mediocre

    Mijail
    No me parece TAN malo, alguna cosa interesante tiene. Pero claro, a un grupo con un pasado como el suyo pues se le exige mucho más. No obstante estos son los Muse de ahora, o los tomas o los dejas. Por mi parte no lo tengo claro aún.
  • 50 Mediocre
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    dinamita
  • 20 Horrible
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    Pachi67
    Una mala copia de una copia de lo que fueron. Escuchar sus tres primeros discos y luego esto dan ganas de echarse a llorar. De cabeza a lo ridículo sin sonrojarse.
  • 78 Bueno
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    Roenick
 

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