CRÓNICA

Programar una gira en plena semana de resurrección (santa para algunos y de vacaciones para la gran mayoría) quizá sea algo arriesgado. Sin embargo, no lo es tanto cuando los incombustibles Sick Of It All están metidos en el ajo. Por si una nueva visita de los neoyorkinos presentando material no fuera motivo suficiente, Good Riddance y Blowfuse se sumaban al cartel conformando un pack realmente apetitoso para los amantes del hardcore y el punk-rock.

Los catalanes Blowfuse, últimos en embarcarse en la gira y tras un tiempo algo desaparecidos, regresaban a la palestra con "Daily Ritual", su tercer y mejor disco hasta la fecha y en el que por fin reconocemos a esa banda que pegó el pelotazo nada más comenzar a andar. El cuarteto, mucho más asentado y consciente de la importancia de este nuevo reto, no dudó en aferrarse a temas como "Dreams", "Bad Thoughts" o "Angry John", con la misma energía de siempre pero un acabado mucho más redondo. "¿Queréis algo rápido?" La respuesta no fue otra que "Sunny Daze", el tema que más se aleja de esta definición haciendo gala de ese humor que siempre han llevado por bandera. Tampoco quisieron despedirse de la sala sin que Oscar, su frontman, probara una de sus características volteretas (esta vez desde el piso de arriba), aunque no tardarán en volver por estos lares. El Punk In Drublic y una larga gira europea les espera.

Pese a que ya estábamos avisados (los propios Good Riddance se encargaron de caldear el ambiente en sus redes sociales anunciando la gira con las portadas de sus primeros trabajos), ni el old-school más optimista se hubiera imaginado un repertorio hecho tan a su medida. Discos como "A Comprehensive Guide To Moderne Rebellion" y "Ballads From The Revolution" se convirtieron en auténticos protagonistas de un show que nos hizo retroceder 20 años y rememorar aquella época dorada del género, al menos por un rato. Personalmente, eché en falta algunos de los temas de "Peace In Our Time", un disco de regreso totalmente recomendable que no me cansaré de ensalzar, pero todo esto se olvida cuando sueltan una batería de temas formada por "Weight Of The World", que sirvió para abrir, "Last Believer", "Fertile Fields", "Up & Away" o "Libertine" sin apenas pestañear. Y es que es de agradecer que una banda que las ha visto de todos los colores, incluso una separación reconociendo que poco más van a aportar a la escena, se tome esta nueva etapa y su condición de teloneros (de lujo, eso sí) actuando como tal, disfrutando, aprovechando su tiempo al máximo y dando al público lo que quiere.






Gracias: HFMN Crew