
Ironiclast
- Publicación:
- Diciembre 2010
- Sello:
- Mercury / Island Records
- Productor:
- Rob Caggiano, Joe Trohman
- Género:
- metal, pop-rock
- Estilos:
- hard rock, heavy metal
Tracklist
- 01. Handbook For The Recently Deceased
- 02. Bad Blood
- 03. Friday Night (Going Down in Flames)
- 04. We’ve Got a Situation Here
- 05. Black Heart
- 06. A Great Reckoning
- 07. Little Darling
- 08. Ironiclast
- 09. Grave Robber
- 10. Blues Having the Blues
Miembros
- Keith Buckley: voz
- Scott Ian: guitarra
- Rob Caggiano: guitarra
- Andy Hurley: batería
- Joe Trohman: guitarra
- Josh Newton: bajo
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Análisis
He de reconocer que de primeras cuando escuché que se estaba cociendo un nuevo supergrupo retorcí un poco la nariz. Cuando supe que contaba, concretamente, con Joe Trohman y Andy Hurley de Fall Out Boy, Scott Ian y Rob Caggiano de Anthrax y Keith Buckley de Every Time I Die me temí lo peor. Como cuando vas corriendo para saltar un río y en el mismo momento del salto sabes que te vas a quedar corto. Me olía mal. El caso es que tan pronto pude poner las manos encima de este “Ironiclast” me puse inmediatamente el disco y el resultado fue realmente sorprendente. Primero, porque no era el inmenso montón de heces que yo me esperaba. Segundo, porque por mucho que suene genial no me terminó de enganchar. Ni esa ni la decena de veces que lo he escuchado. Sin embargo, no puedo decir que esté mal o que sea prescindible. No sé qué es, pero algo tiene. Y es que teniendo a unos cuantos monstruos del panorama rock actual a los mandos, a poco que haya algo de ganas las cosas salen bien y The Damned Things es una buena muestra de ello.
Lo primero que nos descubre el disco es su carácter netamente rock, poco de metal y algo de pop en algunas estructuras, pero nada que ver con los grupos originales de sus componentes. Con un aire setentero sureño que, no sé por qué, parece como pulular por los últimos supergrupos que aparecen. Sin embargo, el resultado es bárbaro, muy por encima de las expectativas que tenía. Con sus peros, claro, pero altamente recomendable. Principalmente porque en medio de ese sonido sureño aparecen muchos detalles y pinceladas (unas castañuelas por aquí, unos coros por allá) que le dan un toque bastante distinto al grupo.
En general el peso de las composiciones recae en el tridente mortal de guitarras que saca unos riffs muy directos, de un tono bastante grave, pero que no se hacen para nada pesados. Los solos, evidentemente, cuando aparecen lo hacen con una clase soberbia y sin mucha floritura. En cuanto a las bases hacen un trabajo bastante importante, con unos ritmos de batería bastante alegres que dan un toque bastante divertido o animado, digamos, a su música. En ese sentido se nota que Andy Hurley es uno de los ideólogos del sonido de la banda.
Capítulo aparte merece la voz, ya que cada vez que escucho el disco me enfrento a una intensa dicotomía que me impide disfrutar del todo de esta formación. Por un lado veo que el bueno de Keith Buckley se ha currado unas buenas melodías, pero no parece que explote todo su potencial, no digo que grite, ya que al final del disco se viene arriba y saca unos cuantos esputos infernales de su interior, pero es que parece que está como a medio gas. Como si no diera todo de sí. O a lo mejor es el tono de las canciones, no sé. El caso es que quizá sea esa sensación uno de los principales problemas. No consigue transmitirme toda esa energía que piden algunos temas, lo que lleva a que no se quede ninguna canción en tu memoria como un poso, se quedan sí, pero las que se quedan me terminan aburriendo. Sin embargo “We've Got a Situation Here”, “Handbook for the Recently Deceased” y “The Blues Havin' Blues” aguantan bien el tipo.
En cuanto al sonido, como no podía ser de otra manera, suena fino como el ronroneo de un Rolls recién sacado de la fábrica. Rob Caggiano y Joe Trohman, junto con la propia banda, han sacado el sonido que el grupo necesitaba. Quizá demasiado limpio, pero no por ello falto de calidad y precisión, donde todo va colocado en su sitio, como un pabellón militar.
Es verdad. Este disco de The Damned Things no va marcar un antes y un después en la historia de la música, pero sin duda si ha conseguido el hito de ser el primer supergrupo que no me da ganas de demandar por daños y perjuicios tras la primera escucha. Lo que pasé de aquí en adelante depende de ellos, pero se les ve con ganas. Sólo queda esperar, porque calidad hay de sobra.
Lo Peor: No aguanta bien las escuchas. La voz parece a medio gas.
COMENTARIOS
19 Comentarios
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a mi me ha parecido muy comercial, demasiado orientado al estribillo facilon y con unas guitarras flojas y olvidables. we've got a situation here le salva de la quema
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Un disco con calidad y muy disfrutable
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absolutamente prescindible.
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ni fu ni fa
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Bastante entretenido el disco aunque no creo que mucha gente se acuerde de él dentro de unos años.
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Buen disco, si señor
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No esta nada mal, muy entretenido
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Me enamoré de este disco desde la primera escucha. No tengo nada más que decir... :D
DISCOGRAFÍA
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-The Damned Things
0 votos
High Crimes -
71The Damned Things
19 votos
Ironiclast