
Daniel Larose es el personaje que se esconde tras este extraño proyecto francés que lleva desde el 2002 desarrollando su forma de ver la música. Muy cercana siempre al mundo teatral o al nuevo panorama multimedia. Daniel no considera la música como un ente independiente sino como otro elemento más que le ayuda a expresarse, a formar su mundo, intentando transmitir con sus performance todo lo que lleva dentro. Siempre vanguardista y muy personal, sus shows son dignos de verse y sobretodo de sentirse, convirtiéndose en actuaciones diferentes a los clásicos conciertos de música, sencillamente diferentes.
Se supone que hago este comentario para definir su música, pero navegando por su Web, he encontrado la definición perfecta, o más bien la explicación perfecta de lo que engloba su sonido. El mismo Daniel dice que su música es una invitación a viajar, oscilando entre la música industrial, ambiental, cinematográfica, improvisación y electro. Como verás toda una amalgama de influencias que curiosamente están presentes no solo en el trabajo globalmente sino en cada canción en particular. Su falta de homogeneidad y de reglas, le permiten experimentar en cada tema, incluyendo los sonidos que le interesan vengan de donde vengan, mezclando instrumentación analógica y digital, a veces creando diafonías y muchos sonidos anárquicos que al final cobran sentido de una manera muy surrealista. Quizás es una música más creada para el directo, donde apoyada por la performance gana mucho peso. Por otro lado cuando más se acerca al Dark Ambient, más atrayente se vuelve el sonido, debido a esa inclusión de cualquier productor sonoro, haciéndolo oscuro y dinámico a la vez.
Como detalle decir que en los frecuentes samples e incursiones vocales, podemos encontrar algunos momentos en castellano. Resumiendo, podemos decir que estamos ante un buen trabajo de música experimental y oscura que alcanza su punto álgido en los directos, pero que también posee un buen nivel, en la tranquilidad y seguridad de tu casa.