meneillos escribió:gunsandlove escribió:Sólo digo que cada uno le da la importancia que quiera darle para bien o para mal
pues apliquemos eso también a los cortes de mangas, los cánticos ofensivos, las celebraciones simulando a un perro meándose y demás, no?
tengo claro que este tipo de cosas pueden ser "objetivamente" más ofensivas que lo del silencio, que es menos feo (pero igual de provocador), pero la diferencia entre acciones no me parece proporcional a la diferencia de valoraciones que han tenido (una cosa heroica, las otras comportamientos horribles a erradicar)
Macho, si no puedes apreciar la
enorme diferencia (que según tú no es tan grande) entre los gestos es que eres un culé talibán de los buenos.
Vamos, que lo que hizo Raúl sin duda fue una provocación para los culés, pero hay una grandísima diferencia entre provocar con un cierto estilo para picar al contrario en plan chulito como diciendo: "¿Ahora a quién le vais a pitar? ¡¡¡A callar todo el mundo ya cojones!!!" y lo que es directamente ofender o insultar a un rival de malas maneras. En un partido con semejante rivalidad lo normal es que haya piques y tal, pero mientras no se sobrepasen unos límites no creo que ocurra nada malo, y desde luego mandar callar poniéndote el dedo en la boca efectivamente me parece provocador, pero no ofensivo o insultante, por lo que es completamente normal que para los madridistas sea una gesta cuasiépica de las que van a recordar durante mucho tiempo ya que fue todo un "Zas, en toda la boca" a los culés, pero con estilo y sin resultar insultante o extremadamente ofensivo, a no ser que seas un megaculé picajoso claro.
Y que conste que yo soy del Betis y he vivido mucho tiempo en Madrid y mil veces he tenido que aguantar a mis colegas diciéndome que el Madrid es el mejor equipo del mundo con mil copas mientras que el Betis es un mojón.

Y además Raúl nunca me ha caído especialmente bien, la verdad. Por lo tanto repito que si ese gesto lo hubiese hecho uno del Barca en el Bernabeu diría exáctamente lo mismo, que no es comparable a un corte de mangas o a cagarte en los muertos del equipo rival, la comparación es ridícula. Y obviamente los culés lo verán como algo horrible a más no poder mientras que para el resto del mundo será un gesto a recordar y que irá siempre ligado a la imagen de Raúl y no necesariamente como algo malo ni mucho menos.