kiba escribió:PcPunk, me gustaría que nos explicaras cúal es la versión que tienes sobre lo que es y ha sido ETA.
Bueno, aquí va. PReparaos para el tochazo, voy a soltar mi visión por última vez porque ya cansa.
I. Introducción sobre la percepción del terrorismo etarra entre la genteSí, es normal que la mayoría de la población se indigne ante las muertes provocadas por ETA. Pero la reacción cada vez que se habla del tema es desmesurada, es evidente que es un tema tabú, del que todo el mundo tiene una opinión muy visceral y, siempre, muy simplista.
Creo que toda esta gente está absolutamente mediatizada y tiene una opinión muy distorsionada, y la mejor manera es compararlo con su visión sobre otras cuestiones políticas. Nada indigna más ni hace echar más espuma por la boca que ETA. El caso de Irlanda del Norte es ejemplificador, nadie habla de la capitulación del gobierno inglés a favor de los terroristas del IRA, que también habían provocado muertes de inocentes (muchos más que ETA), ni de que todos los presos del IRA (incluidos los que tenian delitos de sangre) salieron a los 2 años como máximo... Parece que allí la cosa era mucho menos grave cuando más bien era al contrario, y sin embargo hubo un proceso de paz.
Pero aquí la vision de ETA acaba desproporcionandose con respecto a cualquier otro conflicto, y es que aquí tenemos un estado (unos gobiernos) que no han tenido ninguna intención de resolver el conflicto, y la manipulación mediática es una de sus herramientas.
Esta introducción no es más que para llamar la atención sobre el hecho de que la mayoría de las veces la gente hable de cosas sin ningún sentido lógico, histórico o político como que "ETA son una panda de gangsters que viven del cuento" (parece que dejar a tu familia y amigos, irte a vivir al monte exponiendote a morir por balas propias o ajenas, a ser torturado y encarcelado muchos años, a vivir siempre escondiéndote, es vivir del cuento. Pertenecer a un grupo como ETA no es algo que le facilite la vida a nadie precisamente, así que mejor sería preguntarse, y responderse habiendo reflexionado friamente, qué lleva mucha gente a seguir formando parte de ETA desde hace 50 años) "la solución es que ETA entregue las armas y pida perdón" (una solución sin duda muy urdida, no creo que tarde en ocurrir, claro!) o que "Batasuna es ETA" (sería un problema que por ejemplo las 40.000 personas que asistieron a la marcha en favor de los presos, o los más de 100.000 votantes que tiene la IA fueran etarras; si fuera así creo que tendríamos más de un atentado al mes) Y sobre todo, esta introducción es para dejar ya de lado sinsentidos como discutir cómo de malos son ETA o el estado, porque en el fondo se trata de buscar
objetivamente una salida a un conflicto.
II Un poco (o mucho) de historia* (ve al resumen si te da pereza)
ETA no es goy igual que la ETA del año 59, cuando un grupo se escisionó de las juventudes del PNV motivado, por un lado, a la pasividad y acomodamiento del PNV y parte de su base social a las condiciones de la dictadura franquista. La lucha armada y la política en Euskadi han evolucionado a la vez que lo hacían las circunstancias en el estado español y en el contexto internacional.
Desde sus inicios, el grupo precursor de ETA teorizó sobre la necesidad de la lucha armada. Posteriormente, se realizaron intentos de dar un sostén teórico más sólido a este planteamiento donde destaca el libro Vasconia, editado en Buenos Aires en 1962. En parte, la necesidad de la lucha armada se inspiraba en los procesos de liberación nacional en el Tercer Mundo. Los ejemplos de la revolución cubana, la lucha anticolonial en Argelia y, más tarde, la resistencia vietnamita, ofrecían a su vez un puente aparente entre las ideas socialistas y nacionalistas. A pesar de que todas las facciones de ETA incidieron siempre en la necesidad de un movimiento de masas, a partir de 1967 la violencia se convirtió en el rasgo definitorio de ETA, y no sólo una de sus actividades.
Tras sus dos primeras asambleas en 1962 y 1963, ETA fue distanciándose cada vez más del nacionalismo chauvinista y reaccionario del PNV. En torno a la posición hacia los trabajadores inmigrantes surgieron las primeras divergencias en el seno de la organización. A lo largo de 1964 y 1965, Zutik –la publicación central de ETA– comenzó a exponer artículos en los que se solidarizaba con aquéllos que se veían forzados a abandonar sus hogares y emigrar, buscando una vida mejor. El progresivo desarrollo de la solidaridad con los inmigrantes conllevó, cada vez de forma más clara, la adopción de ideas socialistas. Los ejemplos de la revolución cubana, la lucha anticolonial en Argelia y, más tarde, la resistencia vietnamita, ofrecían a su vez un puente aparente entre las ideas socialistas y nacionalistas.
La adopción del socialismo como base general de orientación política a partir de su IV Asamblea en el verano de 1965 reflejaba el desarrollo de la idea de que la acción de la clase trabajadora, a través de la movilización de masas, era una pieza clave junto con la lucha armada– para alcanzar la liberación de los vascos y una sociedad socialista. Era consecuente, por tanto, el que ETA desarrollara una acción política dirigida a la movilización de masas. Pero la lucha armada era difícilmente combinable con la acción política pública o semipública. En torno a esta cuestión se produjeron gran cantidad de tensiones, enfrentamientos y, finalmente, escisiones en el seno de ETA.
ETA realizó considerables avances en el campo de la acción política y obrera, llegando a tener núcleos importantes de militantes obreros en algunos centros industriales de Bilbao. Tras la muerte de Txabi Etxebarrieta en 1968 –el primer militante de ETA asesinado por la Guardia Civil–, la organización había alcanzado un apoyo social y una popularidad sin precedentes. Etxebarrieta era un destacado miembro de la dirección de ETA y activista de CCOO.
El asesinato de Carrero Blanco a finales de 1973 y la primera matanza de civiles achacada a ETA en la cafetería Ronaldo de Madrid de turbia autoría– acabarían ocasionando una ola de represión que se cebó especialmente con el sector político de ETA, mucho más vulnerable que el aparato militar. En consecuencia, cristalizó organizativamente la división en dos de ETA-M (militar) y ETA-PM (político militar). Durante un tiempo, ETA-PM fue la referencia del independentismo vasco, quedando ETA-M en una posición minoritaria. Pero con los años, ETA-PM fue decayendo y estuvo muy cerca de la extinción con el intento fallido de golpe de Estado de febrero de 1981, tras el cual comenzó su desintegración. En los años 80, ETA-M se convirtió en el único referente de la lucha armada para la izquierda independentista, hasta hoy día.
En 1975, ETA-M decidió limitarse a las acciones militares, dejando al margen otro tipo de trabajo. Esto no implicaba que la dirección de ETA-M no considerase necesaria la organización de la actividad política de la izquierda abertzale bajo algún tipo de formación. Así, en 1977 se impulsó a través de la Mesa de Altsasu el diálogo entre la mayor parte de las organizaciones políticas de la izquierda abertzale, para constituir en 1978 la coalición electoral Herri Batasuna (HB). Mientras ETA-PM apoyó a su filial política EIA, ETA-M otorgó su respaldo a HB, mucho más crítica e intransigente. Al contrario que EIA, Herri Batasuna se apoyó desde entonces en una estrategia de movilización continua, esencialmente en torno a la cuestión nacional y los presos políticos, pero también respecto a luchas sociales y ambientales. Poco a poco, HB fue evolucionando mucho más allá de una coalición electoral para convertirse en el único referente político de la izquierda abertzale. El apoyo en las urnas de esta formación fue creciente hasta finales de los ‘90, reflejando en cierto modo la simpatía de todas las personas que se habían sentido defraudadas con la evolución de la nueva democracia y su aproximación represiva a las demandas de independencia.
Tras la oleada represiva y de criminalización abierta con la ruptura del proceso de Lizarra en 1998, HB tras el estallido de la coalición Euskal Herritarrok– se transformó en Batasuna, sobre la que ha recaído, sin lugar a dudas, el recorte de derechos políticos más preocupante de la historia de la democracia en Europa.
Avanzar en busca de una solución
La violencia ejercida por ETA en muchos casos de enorme crueldad y perjudicial para la estrategia política general del independentismo– ha conseguido perpetuarse y sostener un apoyo popular importante gracias a la monumental violencia ejercida a su vez por el Estado español, antes y después de la muerte de Franco. No ha habido gobierno desde entonces que no haya declarado en repetidas ocasiones que la solución al problema en Euskadi es puramente policial, y que el fin de ETA está cerca. Sin embargo, el Estado español ha sido incapaz de realizar ningún avance en el plano político, a pesar de que una mayoría social de Euskal Herria así lo ha demandado una y otra vez de forma democrática.
La capacidad de regeneración de la izquierda abertzale, tanto en su vertiente armada como política, es una muestra de las hondas raíces sobre las que está asentada el conflicto. Sin embargo, también es cierto que la estrategia de lucha armada de ETA ha acabado conduciendo a un callejón sin salida. Desde los años 80, la izquierda abertzale cuenta con un apoyo social y una capacidad de movilización única en toda Europa. Ha conseguido que el panorama político de Euskal Herria vire hacia la izquierda en multitud de cuestiones, influyendo incluso sobre el carácter reaccionario del PNV a favor de la modernización de sus posiciones, especialmente en asuntos sociales.
Hoy es necesario y urgente un cambio de estrategia, para superar la actual etapa de bloqueo del conflicto y apartheid político en el que vive la izquierda abertzale. Hace falta un reagrupamiento de fuerzas a la izquierda del PNV, que combine las demandas sobre el derecho a decidir con una base política más claramente de clase. La conformación de un bloque soberanista que incluya al PNV no permitirá avanzar en este sentido, ya que este partido ha demostrado que sólo le interesa el mantenimiento de su propio estatus como regidor de la vida política vasca, y se atiene a razones con el resto de fuerzas abertzales sólo cuando ve peligrar su legitimidad como principal motor del avance de la construcción nacional. Fuera de esta situación, ha estado siempre dispuesto a pactar y aprovecharse de la estrategia represiva del Estado central.
En cualquier caso, habrá que estar atentos a la nueva iniciativa política que la izquierda abertzale lanzó a mediados de noviembre. Esta propuesta se apoya en la experiencia adquirida en los últimos años de represión de la que la detención y los registros de miembros de Segi, y otros miembros de la izquierda abertzale, a finales de noviembre es la expresión más reciente, y parece buscar una nueva configuración de fuerzas soberanistas. A esta iniciativa se suma la manifestación en Donostia el pasado octubre para mostrar que existe la posibilidad de un cambio de escenario en Euskal Herria, donde el planteamiento estratégico de la lucha armada puede estar cuestionándose definitivamente.
ResumenETA nació como consecuencia de la violencia ejercida por un estado fascista contra cualquier tipo de protesta. Durante toda la historia de ETA ha existido un conflicto entre acción armada y acción política, que ha dado lugar a distintas facciones, quedando en la actualidad ETA militar (representante de la lucha armada, que en los últimos años ha ido cada vez más apostando por un proceso en el que termine desapareciendo esta opción, y cuyo resultado final es el comunicado que han sacado) y la izquierda abertzale.
El hecho de que ETA continue existiendo tras la llegada de la democracia muestra las enormes carencias de una transición pactada con el viejo régimen, que para nada contemplaba la posibilidad de la autodeterminación y que siguió manteniendo en su puesto a los mismos policías, jueces y funcionarios que durante el franquismo habían asesinado y torturado impunemente.
El estado franquista creó las condiciones para que naciera ETA, y ni el estado franquista, ni la transición, ni hasta ahora los gobiernos de las post-transición han creado las condiciones para que ETA deje de existir, cuando es una resposabilidad histórica de cualquier gobierno que haya pisado la Moncloa. No solo eso, sino que en muchos casos han vuelto a tácticas propias de la época franquista, como los GAL, que no hacían más que reforzar el sentido de la lucha armada. La ilegalización de la lucha política (la izquierda abertzale) también contribuye a que la lucha armada gane argumentos, amén de ser una falta a los derechos democráticos más elementales.
III. Sobre la condena de la violencia, Aralar y la ilegalización de la IA. El momento actual.La ilegalización de la IA responde exclusivamente a la creencia de los gobiernos de que con la represión se puede solucionar el conflicto. Además, electoralmente, les conviene dejar sin represantación a una parte muy importante de la sociedad vasca. La ley de partidos usa el hecho de que "no condenan el terrorismo" como excusa, pero ni siquiera en la misma ley está escrito así, puesto que sería absolutamente irrealizable. El tema de "no condenar la violencia" lo han repetido los políticos y la gente lo ha creído. Pero lo que les preocupa es que la IA tiene una importante base militante, no sólo por los derechos nacionales sino también por los derechos sociales, no en vano Euskadi es la única comunidad que puede convocar una huelga general sin CCOO y UGT, por poner un ejemplo. La IA está ilegalizada exclusivamente porque es una opción
política molesta para el régimen.
Sobre el tema Aralar, cualquier vasco con el que hables te confirmará que las diferencias con Batasuna van muchisimo más allá de que unos sí condenan la violencia. Aralar es un partido muchísimo más cercano al reformismo del PSOE que Batasuna, mucho menos de izquierdas, con una apuesta menos decidida por la autodeterminación y con una estrategia basada en el juego parlamentario más que la movilización en la calle (Aralar jamás ha convocado ninguna movilización en la calle). Y que no tiene ni el 10% del apoyo que tenía Batasuna es un indicador de ello, cuando los medios "progresistas" tratan de presentarlos como "los buenos" y reciben bastante apoyo mediático.
El comunicado de ETA, es un paso indiscutiblemente correcto para la resolucion del conflicto. ETA tendrá sus tensiones internas, pero no puede sacar un comunicado que no corresponda a los deseos de la mayoría de sus militantes porque se arriesgaría a romperse una vez más. Como en todo conflicto, es un paso corto, es simplemente lo necesario para empezar, pero el gobierno ha de responder también positivamente. Con las circunstancias actuales, de toda la Izquierda Abertzale apostando por la movilización y la accion politica, y ETA sumándose a la iniciativa, dejando abierta la puerta al abandono de las armas, asumiendo todos los compromisos que se le pedían desde mediadores internacionales (los mismos que colaboraron en la resolución de conflictos como el norirlandés o el sudafricano), el conflicto armado podría estar muy cerca sólo con un poco de voluntdad política por parte del gobierno.
*Parte está copiado y pegado de un artículo de un compañero en
http://www.enlucha.org/site/?q=node/1833