pijusmagnifikus escribió:No sé tio, releyendo mi post simplemente creo que yo he hablado de una cosa y tú me has saltado con la defensa de la libertad de creación artística. Que a mi me da igual que salgan follandose a un recien nacido, como si alguien quiere hacer una peli de humor negro en la que Irene Villa gana la maraton de Nueva York corriendo con los piños en vez de con las piernas.
Pues probablemente, tenía ganas de meter un poco de caña y me he ido por las ramas, jajaja.
El caso es que, enlazando ya con lo que tú dices, yo lo que me planteo es por qué la gente sigue teniendo morbo al ver esto. Repito, yo ni tan siquiera he visto la película y por eso no entro a juzgar su calidad.
Pero vamos, me parece muy lícito que el director ponga escenas ultraviolentas. ¿Que es una forma de vender? Pues claro. Dalí salió embadurnado en un montón de mierda (entre otros cientos de estrategias comerciales) y veo a pocos rechistándole (obvio los posibles próximos comentarios de "Dalí era un genio y el director de esta peli un idiota", me refiero solamente a la estrategia comercial, que es de lo que estoy hablando).
Yo no digo ni que sea bueno ni malo, sólo digo que si a la gente sigue dándole morbo este tipo de cosas, será que no estamos en una sociedad tan avanzada como nos creemos muchas veces. Si esto continúa escandalizándonos, será lleva implícito un mensaje sobre algo que no hemos superado. Ponerlo frente a una cámara, en ese caso, a mí me parece supercorrecto, porque es focalizar la atención sobre algo que muchas veces no reparamos.
Hay un creador escénico (de mis favoritos) que es Rodrigo García (no confundir con el director de cine): hace unos par de años, en su obra "Versus" mataba un conejo en un microondas en escena. La gente pataleó, se le echaron encima todas las asociaciones pro-animales habidas y por haber, blahblahblah. Sin embargo, toda esa gente al llegar a casa se comió su bistec a la plancha con sumo placer. No sé si me estoy explicando, o me voy por las ramas de nuevo...
Sobre lo que decía del arte, evidentemente tiene distintas finalidades, y claro que una de ellas de deleitar, pero no es la única: hay arte utilitario (Bauhaus), arte conceptual-filosófico (existencialismo), arte escabroso (accionismo vienés)...
Lo que digo es que la forma de afrontar cada una de estas vertientes es distinta.
Y bueno, dicho esto, voy a follarme unos cuantos bebés, que me siento muy influido por la película. De hecho, ya lo hice muchas veces... ¡no dejéis de visitar mis Arrebatos Furiosos en sección expresión! Que ya sé que no están avanzando, pero está en preparación el capítulo doble de final de temporada. ¡No os lo perdáis chicos!