En días como hoy es cuando me doy cuenta de por qué tengo el carnet de conducir.
Me pasé una hora y treinta minutos(que las he contado) esperando por un puto autobús para ir A Coruña.Esto no es nada nuevo para mí,yo uso mucho el transporte público, pero en el caso de coger el autobús en el pueblo nunca me quedo con los horarios y voy a cualquier hora porque "pasan cada media hora".El caso es que después de esperar "tres medias horas" me quedé sin cogerlo.
Yo sé que hay unos horarios de descanso para los conductores y me lo supuse al llegar al minuto 45 y también al ver que no venía ningún bus en ninguna de las dos direcciones;que yo estaba esperando precisamente en el horario de descanso.Era difícil seguir esperando allí cuando se me venía el tiempo encima mientras hacía un sol abrasador y era devorado por esos mosquitos minúsculos que al apartarte del brazo se mueren espachurrados quedándose pegados.Total que mientras cruzaba la carretera me dije: "Mira, pillo un taxi y le digo que me deje en la entrada de Coruña para que no me deje pelado y luego me subo al bus urbano".De repente,como si del karma se tratase,aparece el autobús al otro lado.Ante la cara de gilipollas que se me queda y los incontables dioses conocidos en la historia de la humanidad en los que me he cagado,intento alcanzarlo...Pero es inútil,se aleja de mí y su tubo de escape se rie en mi cara.Después de recuperar la poca dignidad que me quedaba,continué con el plan del taxi.
Al subirme al taxi no perdí de vista el taximetro,mi naturaleza desconfiada y mi instinto me dicen que nunca debo fiarme de un taxista,que siempre me van a cobrar de más ¡lo sé,lo veo en sus ojos!.Al final todo correcto,un paseo y una sablada como viene siendo habitual pero llegué a mi destino.Pero oyes que no acaba ahí,el destino tiene preparado otro gancho de izquierda.
Resulta que al llegar a la parada del autobús, que está justo al lado de la parada de taxis, el urbano ya está arrancando para cuando me estoy bajando del taxi.Mis ojos se inyectan en sangre al ver que voy a tener que esperar la hostia otra vez.Salgo corriendo detrás y le digo que pare,el conductor me ignora así que le suelto: "¡Para mamón!"(todo esto mientras pego un sprint de la vida) Mala idea,el tio acelera más.A esperar otra vez.
Para que luego digan que hay que usar más el transporte público

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