Es cierto que tiene unos personajes bastante planos(salvando el tio del corsé) condicionados por una historia que desaparece en la mitad del juego dando la sensacion de que trabajaron todo lo demás y al enfermar el tipo no pudieron darle una conclusión.Pero el resto es un derroche de creatividad.Para empezar se nota que viene del mismo creador de Vagrant Story por el arte,el juego está cuidadísimo en ese aspecto.Es gigantesco,con unas ciudades enormes y un mundo de posibilidades.Tiene un sistema de batalla nuevo que añade los "gambits", un sistema de instrucciones programables para que los otros personajes realicen acciones automáticas(si quieres).Vamos,todo lo que no tiene Final Fantasy XIII.La música no es la de Uematsu y no es tan memorable ni logra capturar el espíritu de una escena/entorno/evento,pero le pega a su estética.
Resumiendo,era un juego con una identidad propia al que le tuvieron que poner por cojones Final Fantasy.Si no llevara ese nombre sería otra historia.
Ah y hablando de música, hoy he escuchado "The Landing" de FFVIII en algún sitio por la calle y casi lloro de la emoción.