por -GeR- » Sab Ago 24, 2013 12:13 pm
Aunque esto tenga pinta de convertirse en un "lloremos todos juntos, hermanos", me parece muy bonita la idea. Con mis más y mis menos hasta ahora no he dejado prácticamente de currar, lo más tres semanas, aunque tres semanas en mi situación es una burrada de tiempo: el problema como ya he comentado es que son curros de obra o servicio, no gano mucho, siempre he de estar disponible y cada hora cuenta un puñao para llegar a final de mes. Y a todo esto, intentar compaginarlo con "curros" de mi campo (entiéndase que le ayudo a un puñao de colegas totalmente gratis, o a cambio de alguna comida o cerves para ir ganando más experiencia).
Es un poco triste tener que hacerlo, pero por las malas ya he comprobado que actualmente el que más curra es el que más llora a la empresa: llamar casi todos los días, preguntar qué tal, oye no hay algún trabajillo por ahí etc. Así que mi chorriconsejo del día es que, si tenéis contactos, lloréis. Llorad mucho, malditas plañideras.
Ahora mismo estoy más de enhorabuena porque hasta hace nada curraba sólo de cara al público, y llorando como comento he conseguido meterme también en otros campos de la empresa... y de hecho ahora me están llamando más por ese lado, así que en parte he salido ganando.
Como anécdota, y para contar algo más. Ya comenté hace unas semanas que me salió un "curro" con una actriz famosilla, a la que le hice un diseño lumínico y una reorientación espacial para adaptarse mejor a las condiciones de sala. Evidentemente el curro fue gratis (a cambio de una comida). No mentían cuando decían que no tenían para pagarme el viaje, alojamiento y curro de las funciones (eran 500km), me lo creo. El problema es que dos días antes de la función me llamaron desesperados que no les daba tiempo y que me necesitaban y que sacaban pasta de debajo de las piedras para pagarme... y les tuve que decir que no porque había firmado uno de estos contratos basura para un curro de mierda. No podrían haberlo decidido antes... y para acabar de empeorarlo todo, ese mismo finde me echaron del curro porque la empresa decidió que prefería tener a mujeres con pechos voluptuosos que a un hombre poco viril aunque eficiente en su trabajo.