CRÓNICA

El cosquilleo de ir a tu primer concierto es una sensación que jamás olvidaré. En octubre de 1996, cuatro polluelos nos subimos a un autobús que nos llevaría, en un viaje de hora y media, al Polideportivo Anoeta en San Sebastián para ver el primer concierto de nuestras vidas: NOFX.

Quince años después, tres de los cuatro intrépidos volvíamos a ver a la mítica banda californiana. Mientras que nosotros éramos CASI los mismos que en aquella misión franciscana, NOFX siguen siendo EXACTAMENTE los mismos. Que una banda de su calado no haya tenido cambios de formación en los últimos veinte años dice mucho de ellos. Que además en ese tiempo hayan vendido más de seis millones de discos publicando en discográficas independientes dice otro poco más de los cuatro tíos que, un poco antes de las 10 de la noche, hacían su aparición en una sala Rock Star Live de Barakaldo que, una vez más (con este grupo) y a pesar de ser domingo, mostraba un lleno casi absoluto.

Optaron por abrir con la primera canción de su último disco "Coaster", en vez de tirar de clásicos. La verdad es que su coreable estribillo fue bien recibido por un público siempre entregado con esta banda, que ha conseguido ganar un nivel de respeto que le ha permitido hacer lo que le ha venido en gana durante casi veinte años. "Leave it alone" fue el primer clásico que nos lanzaron. Gustazo colectivo y la sala se caía entonando el “da na na na na na”.

Lo que podía haber sido un comienzo espectacular quedó diluido al meter a continuación "Mattersville", una canción poco conocida que incluso no destacaba dentro del "The war on errorism" en el que fue incluida. Y justo cuando la sala volvía a coger tono con la probablemente única canción de sus tres últimos discos que generó un pogo de los de antaño ("Seeing double at the triple rock"), empezaron "Eat the meek", una de las fijas en el repertorio de la banda en cuanto a toques reggae-ska hace referencia.

Hay que reconocer que el concierto se pasó volando, incluso teniendo en cuenta el ritual habitual de comentarios entre canción y canción de la banda, que sólo encadenó dos canciones seguidas entre "Murder the government" y "I´m telling Tim", cuya duración conjunta no supera los dos minutos. Eso sí, hay que reconocerles que en esta ocasión varias de sus bromas tuvieron su gracia. Y por supuesto, en lo que es una constante en los de California, que por muy borrachos que salgan al escenario bordan las canciones tanto en lo musical como en lo vocal (lo de El Hefe es de otro planeta para una banda de estas características).

Así, el repertorio estuvo formado por tres tipos de canciones: las de trompeta, las que nadie se esperaba y varios de sus clásicos (que no todos, ni mucho menos), que fueron intercalando de manera bastante efectiva. Entre las de trompeta, destacó "Radio", la versión reggae de la canción de Rancid incluida en el split que publicaron ambas bandas en 2002. La bordaron.

Hubo mucho más repertorio inesperado que en otras giras del grupo, canciones de NOFX que quizá hayan pasado desapercibidas en los grandes discos que firmó la banda especialmente en su década dorada de los 90. Entre éstas sonaron "Herojuana" del "Pump the valuum" o "The desperation´s gone" del "So long and thanks for all the shoes". Pero para inesperada, "The malachi crunch", la canción que cerraba su álbum "Ribbed", que precisamente este año cumple nada más y nada menos que veinte años. Lágrimas de nostalgia.

Y desde luego hubo himnos, pero menos de los esperados, y sobre todo menos de los que la audiencia quería. Y es que NOFX es una banda que toca más para ellos mismos que para su público. Probablemente se lo hayan ganado. Aún así, la sala casi se cae con "Leave it alone", "Murder the government", "Stickin´ in my eye", "Perfect government" o "Linoleum". Puro disfrute, final incluido con otro clásico como "Kill all the white man", en cuya parte final llegó la locura definitiva al respetable.

Y bien, a partir de ahí, pues no sé muy bien cómo explicar lo que vino a continuación. Sólo diré que, tal y como anticipaba Zona Zero hace unas semanas, parece que Fat Mike y compañía se han currado un musical a lo "American idiot" de Green Day. O casi….Vamos, que en esta gira el grupo cierra los conciertos con una “semiactuación” que quiere parecer un musical, por supuesto todo ello en clave NOFX, es decir, para su entera diversión y desconcierto del personal.

Todos esperábamos ansiosos si el paripé iba a acabar con una última canción, que habría provocado que la sala se viniera abajo. Pero no fue así, y quedó un regusto raro. Tocaron bien, pero sonó mal (no atribuible a la banda); la duración fue la esperada, pero se hizo corto; tocaron clásicos, pero no los suficientes. Son NOFX. Y punto.

SET LIST: "We called it America"; "Leave it alone"; "Mattersville"; "Seeing double at the triple rock"; "Eat the meek"; "Murder the government"; "I´m telling Tim"; "My orphan year"; "Louise"; "What now my love"; "Stickin´ in my eye"; "The malachi crunch"; "Radio"; "Herojuana"; "Franco un-American"; "Totally fucked"; "The man I killed"; "Reeko"; "Fuck the kids"; "Linoleum"; [BIS]; "The desperation´s gone"; "Bottles to the ground"; "Perfect government"; "Cokie the clown"; "Kill all the white man".